Herta Müller, una escritora germanófona nacida en Rumania en 1953 y que vive en Berlín desde hace más de 20 años, ha recibido hoy día el máximo reconocimiento que hay en el mundo de las letras universales: el Nobel de Literatura 2009, tomando de esta manera el relevo, del Nobel en lengua alemana, de la austriaca Elfriede Jelinek, galardonada en 2003
Tras más de 27 años de carrera, la escritora alemana de origen rumano, ha sido considerada por “cómo, gracias a su concentración de poesía y franqueza, ha descrito el paisaje de los desposeídos”, premiándose de esta manera a la voz de las minorías alemanas en el centro de Europa.
La prensa europea ha dicho que “con este premio la academia sueca rinde su particular homenaje a quienes lucharon contra la opresión el año del vigésimo aniversario de la caída del comunismo”, ya que, según el jurado, su obra es “una concentración de poesía y franqueza que describe el paisaje de los desposeídos”.
Müller nació en la Rumanía de Ceaucescu, en el seno de una familia de la minoría alemana, una condición que le llevó a vivir entre los dos mundos que significaban los dos idiomas a los que se entregó, el alemán y el rumano. Su primer libro se publicó en 1982 con los recortes impuestos por la censura. Años después, en 1987, se fue a Berlín donde vive desde entonces y desde donde continuó levantando su voz contra el comunismo.
Entre sus novelas más conocidas se encuentran “La convocatoria” y “El hombre es una gran faisán sobre la tierra”. Ni ella, ni sus lectores, esperaban que ganara el Nobel. Cabe mencionar que el último alemán premiado con el Nobel de literatura fue el autor de “El tambor de Hojalata”, Günter Grass en 1999, ¡nada menos que hace diez años!
Tras más de 27 años de carrera, la escritora alemana de origen rumano, ha sido considerada por “cómo, gracias a su concentración de poesía y franqueza, ha descrito el paisaje de los desposeídos”, premiándose de esta manera a la voz de las minorías alemanas en el centro de Europa.
La prensa europea ha dicho que “con este premio la academia sueca rinde su particular homenaje a quienes lucharon contra la opresión el año del vigésimo aniversario de la caída del comunismo”, ya que, según el jurado, su obra es “una concentración de poesía y franqueza que describe el paisaje de los desposeídos”.
Müller nació en la Rumanía de Ceaucescu, en el seno de una familia de la minoría alemana, una condición que le llevó a vivir entre los dos mundos que significaban los dos idiomas a los que se entregó, el alemán y el rumano. Su primer libro se publicó en 1982 con los recortes impuestos por la censura. Años después, en 1987, se fue a Berlín donde vive desde entonces y desde donde continuó levantando su voz contra el comunismo.
Entre sus novelas más conocidas se encuentran “La convocatoria” y “El hombre es una gran faisán sobre la tierra”. Ni ella, ni sus lectores, esperaban que ganara el Nobel. Cabe mencionar que el último alemán premiado con el Nobel de literatura fue el autor de “El tambor de Hojalata”, Günter Grass en 1999, ¡nada menos que hace diez años!
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