1.10.14

UNA ANÉCDOTA DE ORLANDO GRANDA SOBRE AL GRAN POETA PERUANO ALBERTO HIDALGO

El gran vate, sonriente, al lado izquierdo.

ALBERTO HIDALGO


Alberto Hidalgo. Con quién no se peleó el arequipeño. Se metió con todos, no respetó a nadie. Se manejaba un ego descomunal que lo llevó a postularse al Premio Nobel de Literatura. En una oportunidad en que estuve de visita en la casa del poeta Arturo Corcuera, en Santa Inés, me contó que allá por inicios de los sesenta llegó desde la Argentina, donde estaba afincado, el poeta Hidalgo. Por esos años Corcuera tenía un carro que bautizó con el nombre de Platero, en él llevó de paseo a Hidalgo hasta el balneario de Ancón (territorio exclusivo de las clases más pudientes); por iniciativa del arequipeño se bajaron del carro y se bañaron para “orinarle la playa a los aristócratas limeños”. Hidalgo tuvo una vida signada de muchísimas anécdotas, algunas de ellas sabrosas, como esta que cuenta el mismo Corcuera en una entrevista: “Había unos choques enormes (con los apristas), sobre todo con Alberto Hidalgo. Una vez, él llegó a dar un recital en San Marcos y se armó la “trompeadera”. Estábamos Alejandro Romualdo, César Calvo, Tomás Escajadillo y yo. Imagínese esa fuerza de choque, ¡de lo más frágil! Pero hubo un gesto de Alberto Valencia, que en esa época comandaba a los apristas y que siempre recordaremos. Él decía: ‘A los poetas los respetan', pero a Hidalgo lo odiaban porque era provocador, había escrito cosas horribles contra Haya; entonces, los apristas empezaron a gritar: ‘¡Abajo los traidores! ¡Abajo los traidores!’. Y él, desde la baranda, dijo, ‘efectivamente, abajo están los traidores’. Ahí le empezaron a tirar huevos podridos, que le cayeron a Gustavo Valcárcel, quien también estaba ahí. Un poco le salpicó a Hidalgo; entonces, Romualdo le dijo, ‘ahora eres Hidalgo de la mancha’ (ríe). Tuvimos que escapar por los techos”.

Pueden ver éste y otros textos en el blog de Orlando Granda.

23.8.14

PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA MEDARDO ÁNGEL SILVA PARA LIBRO PUBLICADO

Convocatoria.

Gran iniciativa de la Municipalidad de Guayaquil, Fondo de Animal Editores y Casa de las Iguanas. Puedes ver las bases para el Premio Internacional de Poesía Medardo Ángel Silva en este enlace.

18.7.14

GANADORAS DEL CONCURSO DE POESÍA SCRIPTURA EN LA FIL


También se realizará el lanzamiento, a nivel nacional, de la convocatoria para el V Concurso de Poesía Scriptura.


Desde hace cuatro años, la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú, conjuntamente con el Centro Cultural de España (CCE), organiza el Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura, certamen que convoca a todas las mujeres peruanas que escriben poesía, a nivel nacional.

Para promover la escritura de las mujeres, la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú ha organizado el Recital “La poesía nos une”, donde participarán las ganadoras de las anteriores ediciones del concurso. La cita es el sábado 19 de julio, a las 8:15 p. m., en la Sala Ciro Alegría de la 19° Feria Internacional del Libro (Parque de los Próceres, Jesús María). Además de la lectura poética de Carmen Valdivia, Gloria Portugal, Ida Luz Solís y Rebeca Urbina (ganadoras de las versiones I, II, III y IV de Scriptura, respectivamente), se realizará el lanzamiento, a nivel nacional, de la convocatoria para el V Concurso de Poesía Scriptura.

Cabe destacar que la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú es una institución que agrupa a escritoras, ensayistas, poetas e historiadoras peruanas. Su función principal es promover las obras escritas por mujeres peruanas y organizar actividades que busquen informarlas y vincularlas entre sí.

2.7.14

EL GRAN RETORNO DE RAÚL BROZOVICH

Extraordinaria edición de inéditos del cusqueño Brozovich.

RAÚL BROZOVICH, UN POETA MÍTICO. EN EDITORIAL AUQUI

Vladimir Herrera

Decir de un poeta que es mítico lleva rápido a la imaginación por unos fueros insospechados. Porque evocamos al mismo tiempo la presencia y la ausencia de aquel que nos legara un ramo de poemas, una voz nítida, una presencia querida por quienes lo tuvimos cerca.

Los Poemas Encontrados que ahora publica Editorial Auqui son los que el mismo Raúl Brozovich nos dejó envueltos en papel de estraza y escritos a mano, foliados como si fuesen un expediente judicial, corregidos a pluma batiente. Estamos seguros que al gran capitán, como le decíamos sus amigos en Cusco, le hubiera agradado tener este libro entre sus manos, en una cuidada edición que además de ser un homenaje a su poesía da cumplido sentimiento a su imagen y semejanza de poeta.

Raúl Brozovich no sólo condujo a Pablo Neruda a Machupicchu. No sólo comía helados con Jack Kerouac en la plaza de armas del Cusco. Fue candidato a diputado por el Partido Comunista y se burlaba de los feligreses desde la torre más alta de la catedral. Fue, es, el más alto poeta que ha dado la anchura de esta tierra cusqueña. V. H.

16.3.14

MARIO VARGAS LLOSA Y GEORGETTE PHILIPPART DE VALLEJO

Mario Vargas LLosa al lado de la viuda de César Vallejo.

Mario Vargas Llosa: El pez en el agua, 1993

…André Coyné tradujo «El desafío» al francés, pero fue Georgette Vallejo la que revisó y pulió la traducción, trabajando conmigo. Yo conocía a la viuda de César Vallejo porque iba con frecuencia a visitar a Porras, pero sólo en esos días, ayudándola en la traducción, en su departamento de la calle Dos de Mayo, nos hicimos amigos. Podía ser una persona fascinante, cuando contaba anécdotas de escritores famosos que había conocido, aunque ellas estaban siempre lastradas de una pasión recóndita. Todos los estudiosos vallejianos solían convertirse en sus enemigos mortales. Los detestaba, como si por acercarse a Vallejo le quitaran algo. Era menuda y filiforme como un faquir y de carácter temible. En una célebre conferencia en San Marcos, en la que el delicado poeta Gerardo Diego contó bromeando que Vallejo se había muerto debiéndole unas pesetas, la sombra de la ilustre viuda se irguió en el auditorio y volaron monedas sobre el público, en dirección al conferencista, a la vez que atronaba el aire la exclamación: «¡Vallejo siempre pagaba sus deudas, miserable!» Neruda, que la detestaba como ella a él, juraba que Vallejo tenía tanto miedo a Georgette que se escapaba por los techos o las ventanas de su departamento de París para estar a solas con sus amigos. Georgette vivía entonces muy pobremente, dando clases privadas de francés, y cultivaba sus neurosis sin el menor embarazo. Ponía cucharaditas de azúcar a las hormigas de su casa, no se quitaba jamás el turbante negro con que siempre la vi, se compadecía con acentos dramáticos de los patos que decapitaban en un restaurante chino vecino a su edificio y se peleaba a muerte —con durísimas cartas públicas— con todos los editores que habían publicado o pretendían publicar la poesía de Vallejo. Vivía con una frugalidad extrema y recuerdo que, una vez, a Julia y a mí, que la invitamos a almorzar a La Pizzería de la Diagonal, nos riñó, con lágrimas en los ojos, por haber dejado comida en el plato habiendo tantos hambrientos en el mundo. Al mismo tiempo que intemperante, era generosa: se desvivía por ayudar a los poetas comunistas con problemas económicos o políticos a los que, a veces, en tiempos de persecución, ocultaba en su casa. La amistad con ella era dificilísima, como atravesar un campo de brasas ardientes, pues la cosa más nimia e inesperada podía ofenderla y desencadenar sus iras. Pese a ello, se hizo muy amiga nuestra y solíamos buscarla, llevarla a la casa y sacarla algunos sábados. Luego, cuando me fui a vivir a Europa, me hacía encargos —que le cobrara algunos derechos, que le enviara algunas medicinas homeopáticas de una farmacia del Carrefour de l'Odéon, de la que era cliente desde joven— hasta que, por uno de estos mandados, tuvimos también un pleito epistolar. Y, aunque nos reconciliamos después, ya no volvimos a vernos mucho. La última vez que hablé con ella, en la librería Mejía Baca, poco antes de que se iniciara esa terrible etapa final de su vida, que la tendría años hecha un vegetal en una clínica, le pregunté cómo le iba: «¿Cómo le puede ir a una en este país donde la gente es cada día más mala, más fea y más bruta?», me contestó, refregando las erres con delectación…


* Tomado de la página de Facebook en homenaje a César Vallejo.

2.3.14

DE PASEO POR EL MUNDO DE UN ZÁNGANO

Los quehaceres de un zángano de Fernando Morote.

DE PASEO POR EL MUNDO DE UN ZÁNGANO


Transitando por el Jirón Camaná encontré un ejemplar completamente nuevo de Los quehaceres de un zángano (Bizarro editores, 2008) de Fernando Morote. Debo confesar que desconocía el título; sin embargo, el nombre del autor me resultaba familiar. No me equivoqué en mi sospecha. Sí, era el mismo personaje que se comunicaba conmigo a través de Internet y me solicitaba libros de autores peruanos reconocidos como por ejemplo: Oswaldo Reynoso, Enrique Congrains, Sebastián Salazar Bondy, etc. Mi oficio de librero coincidió con este escritor peruano radicado en Estados Unidos del cual desconocía totalmente. Era el año 2008 y mis preocupaciones literarias se enfrascaban en aprobar los cursos de teoría literaria; el libro de Morote-en esa época -había pasado totalmente desapercibido para mí.

Las primeras líneas de la obra me divirtieron notablemente; personajes de los que intuía su identidad, escenarios por donde transito diariamente, pequeñas historias dentro de la historia principal, un humor negro caracterizado por la limpieza de la prosa, elementos propios de los noventas que aún se mantenían en mis recuerdos y que poco a poco empezaban a tomar forma, posicionarse y aflorar nuevamente. Sin duda, todo ello, me dejó una satisfacción favorable. Aparte de esto, el texto está escrito con un lenguaje coloquial con el que sentí una rápida identificación. Entonces, surgió una idea: Hacer una reseña de esta novela que se veía prometedora y que había pasado desapercibida por la crítica literaria y por lo que hoy tal vez tenga mayor difusión: Las redes sociales.

Los quehaceres de un zángano se divide en dos partes: En la primera el autor refleja sus conflictos internos, hace un recorrido por sus años de infancia, nos muestra su transitar por algunas zonas burguesas de Lima. Existe alguna que otras muestras de embriaguez que terminan en alguna delegación policial y el posterior asedio de la Guardia Republicana. La busca de una identidad, el resentimiento familiar, la lucha por superar la dependencia a las drogas, el haber logrado ciertos triunfos personales; poco o nada importan para el personaje, pero sí a su familia. Deambular por algunas playas del sur plagado de pederastas, ser confundido con un senderista por llevar un libro de Mariátegui y por apellidarse igual que el número dos de Sendero Luminoso, acudir a centros de rehabilitación en donde es víctima de los peores insultos. Todo esto recrea un ambiente decadentista, pero a la vez interesante a fin de entender cómo se proyecta la realidad limeña burguesa de fines de los ochentas y mediados de los noventas.

Federico Barrionuevo es un hombre de mediana edad que empieza a hacer un recorrido de su vida; desde sus años de infancia hasta el año de 1996, el transcurrir de este señor está marcado por el alcohol, la carrera de Derecho en la UNFV y un tremendo rencor a medio mundo. El espíritu literario de nuestro héroe se ve reflejado en los años de la guerra interna y del primer gobierno de Fujimori; una novia radicada en Chile por la que se desvive y el deseo de superación personal reflejado en vencer sus antiguos vicios. En medio de estos conflictos logra desempeñar diversos trabajos como vendedor de carteras, estibador o funcionario de un banco .Su desencanto ante la vida es notoria, él sólo quiere ser escritor y subsistir en base a un trabajo relajado, excento de presiones y responsabilidades.

Dentro de este dentro de este deambular conoce a personajes entrañables de nuestro quehacer literario y cultural propio de los noventas y algunos que todavía están presentes. Podemos encontrar referencias a autores y editores desaparecidos como César Calvo, Julio Ramón Ribeyro, Antonio Cisneros, Reynaldo Naranjo, Jaime Campodónico. Los centros nocturnos de Lima-de aquella época-matizan el escenario narrativo y son de importancia referencial; la presencia de lugares como “Tutu Café” de La Molina, el local de la ANEA en el centro de Lima, “La huerta de los libertadores” de Jesús María; El Juanito, El Piselli, La Noche y El Ekeko de Barranco, etc. El reflejo burgués decadentista, la multiplicidad de escenarios, el elemento temático y la prosa de Morote hacen que el libro sea una vuelta entrañable a los años noventas.

La segunda parte de la novela es de tendencia personal y hasta tiene ciertos elementos de tipo confesionario. Existe un conjunto de cartas destinadas a un amor radicado en Chile, y un diario que muestra sus páginas de manera desvergonzada. Al leer esta segunda parte del libro se me vino a la mente la figura de dos monstruos de la literatura universal: El primero es Joyce cuando enviaba esas cartas tan íntimas a su esposa; cartas dotadas de una gran de una gran carga sexual, pero también de un profundo amor hacia ella. La segunda referencia va en relación este personaje creado por Nabokov —llamado Humbert Humbert—, en el que mediante un íntimo diario expone parte de sus revelaciones sexuales, miedos, conflictos, e insatisfacciones.

Los logros de la novela se enmarcan en la técnica utiliza a manera de collage, el humor frente a lo absurdo y lo caótico, la limpieza de la prosa y el estilo depurado hacen de la lectura un momento agradable; estos aspectos se pueden apreciar en lo que tal vez sean los pasajes mejor logrados: La erótica historia de Mamerto González y De paseo por el mundo de Kafka. Lo que se puede criticar al texto es la presencia de algunos lugares comunes, cierto desorden que aparece en la estructura de la primera parte, y que por momentos pareciera más un libro de índole personal que literario. Al margen de ello, la calidad de Morote está presente y visualiza el futuro de un narrador sin tapujos ni convenciones formales. De aquel tipo de narradores que son pocos, pero que quedan en nuestro presente y que sin duda nos divierten, sorprenden y agilizan el gusto por lo subversivo en la literatura.

Rubén Javier
Lima, 27 de febrero del 2014


*Librero, director de Librería Rashomon, bachiller en literatura peruana y latinoamericana por la Universidad de San Marcos.

25.2.14

“CHICO, TIENES QUE EXPLAYARTE”, UN PAR DE APUNTES IMPERTINENTES

Lima se prepara para celebrar a fines de marzo el cumpleaños número 78 de MVLL con una recargada
agenda cultural... en Arequipa no podremos participar ni por TV... ¿Youtube quizá?

CHICO, TIENES QUE EXPLAYARTE”, UN PAR DE APUNTES IMPERTINENTES


Por Orlando Mazeyra Guillén


Pero inmediatamente vino la enfermera, puede pasar usted.
Levántate la camisa, respira hondo y dime "treinta y tres".
Tú fumas bastante, dime si me equivoco
¿Pero qué te pasa, te estás volviendo loco?
Chico, tienes que cuidarte, ¿cuánto crees que durarás así?
¿Cuánto crees que tu organismo podrá resistir?

HOMBRES G, Chico tienes que cuidarte

UNO

Julia Barreda, Directora Regional de Cultura, organizó en Mollendo un evento “cultural” casi clandestino llamado “Explayarte 2014”, donde, tengo entendido, no han participado los editores (ni mucho menos los autores) de las más importantes editoriales de Arequipa como Cascahuesos Editores y La Travesía Editora. ¿Por qué mantener al margen de tal actividad a todos los poetas y narradores locales? Estos mamarrachos se llevan a cabo con el dinero de todos. Y todos —sobre todo los escritores locales— nos quedamos callados.

Un silencio cómplice.

Lo mismo ocurrió en Camaná el año pasado.

DOS

Por otro lado, el día viernes 21 de febrero se le realizó un homenaje al doctor Eusebio Quiroz Paz Soldán en la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa. A propósito de esto, recuerdo que cuando Mario Vargas Llosa decidió, en marzo del año 2012, donar, progresivamente, su voluminosa e invalorable biblioteca personal me contacté con escritores, periodistas, historiadores e intelectuales locales y nacionales para pedirles su opinión. Entre ellos, consideré a Oswaldo Reynoso, Juan Guillermo Carpio Muñoz, Jorge Bedregal, Jorge Coaguila, Carlos Calderón Fajardo, Willard Díaz y, por último, a Quiroz Paz Soldán, quien, prefirió no identificarse, es decir, dar su opinión como un NN.

El historiador me dijo en aquella ocasión: «vivimos en una ciudad donde la cultura no le importa a nadie». Quiroz, a manera de ejemplo, me señaló con bastante desazón que la galería de arequipeños ilustres está en el suelo. «¿Dónde están los libros que Alberto Hidalgo le donó a la Biblioteca Municipal? ¿Dónde están? ¡La realidad como es! No podemos reventar cohetes cuando sabemos que no se cuenta con los medios adecuados para que esto funcione».

Quiroz Paz Soldán aclaró que nadie pone en duda la importancia de la donación del Premio Nobel, pero que, actualmente, ni siquiera hay especialistas calificados en bibliotecología. También aprovechó para poner como ejemplo clamoroso el Archivo Regional de la calle Mayta Cápac, en IV Centenario y, así, alertarnos de lo que puede pero, de ninguna manera, debe suceder.

—¿Qué piensa hacer usted con su biblioteca personal? —le pregunté.

—Quiero venderla.

—¿Quizá al Gobierno Regional?

—En Arequipa la cultura no le interesa a nadie —apostilló desalentado.

Cuando le pregunté por qué no quería que apareciera su nombre en mi artículo me dio argumentos pueriles como “no quiero tener problemas con el Gobierno Regional” o “prefiero mantenerme al margen… pero investigue, usted… averigüe”.

—Eso es lo que intento hacer.

—No ponga mi nombre.

Le recordé a Manuel González Prada

—Doctor, ¡hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

—González Prada no se refería a eso —me refutó.

—Se refería a todo, doctor —le dije recordando que mis apuntes o reclamos son deleznables, pues no soy más que un escribidor borrachín, pusilánime [y otras miserias] que muchas veces ha comentado en la siempre incandescente blogósfera peruana escudado en el anonimato, ocultándome, si me permiten el vergonzoso eufemismo, para “evitarme problemas” como el doctor Quiroz.

Entonces, se preguntará el desconfiado lector, ¿con qué autoridad lo critico? Con ninguna, por supuesto. No obstante, de una vez por todas, hay que dejar de cagarse en los pantalones y firmar lo que uno piensa.

Por eso insisto: González Prada se refería a todo. Recordemos que Artequipa organizó de manera exitosa un premio de novela corta en homenaje a Vargas Llosa (lo ganó el destacado escritor limeño Pedro Novoa). La donación de su biblioteca personal demostraba que el autor de La Casa Verde deseaba convertir a su ciudad natal en una importante plaza cultural pero, al parecer, encontró un terreno yermo, estéril a más no poder.

Por eso la Cátedra Vargas Llosa ha decidido realizar la  premiación de la flamante Bienal de Novela Vargas Llosa, ya no en Arequipa, sino en Lima. ¡Dejamos pasar una oportunidad de oro!

A fines de marzo, durante la semana en la que el Nobel cumplirá 78 años, visitarán Lima escritores de la talla de los españoles Javier Cercas y Rosa Montero, los colombianos Héctor Abad Faciolince y Alberto Salcedo Ramos, la argentina Leila Guerriero, entre otros. Habrá charlas, conferencias y, por último, se dará a conocer la novela ganadora. El premio, por supuesto, lo entregará Vargas Llosa el día de su cumpleaños.

Todo esto pudo ocurrir en Arequipa, sin embargo nuestras autoridades, empezando, desde luego, por el florón de la corona, Juan Manuel Guillén Benavides, hicieron todo lo posible para que no ocurriera. Una lástima. Una lágrima. Mejor dos. Van tres… ¿Mejor una chelita, manito? Claro, destápala de una vez y no te olvides de que siempre nos quedará Explayarte… ¿Explayarte? Van cuatro, cinco, seis lágrimas, ¡mejor chelas!, ad infinitum. El Perú jodido, Arequipa jodida, ¿qué hacemos, Zavalita?

¿Y cómo van las cosas con los libros que ya empezó a donar Vargas Llosa? El abril habrá un evento especial y, en verdad, esperamos que esta vez el Gobierno Regional esté a la altura de las circunstancias… no vaya a ser que —por falta de garantías, como dicen los árbitros cuando interrumpen o dan por terminado un partido de fútbol— los libros de Mario Vargas Llosa terminen anclando en Lima.

A manera de advertencia les dejo los comentarios, consejos y recomendaciones que anoté hace un par de años. Vale la pena leerlos y, sobre todo, tomarlos en cuenta. Pues, como me dijo Willard Díaz, la biblioteca de Vargas Llosa es una joya y, sin lugar a dudas, necesita de un buen joyero. Pregunta es obvia: ¿lo tenemos?

OSWALDO REYNOSO

«Donar a su ciudad natal  una biblioteca personal  que se ha ido construyendo, libro a libro, durante toda una vida demuestra dos cosas: Mario Vargas Llosa ama y respeta profundamente a Arequipa; y expresa el profundo desprendimiento y habla de las verdaderas huellas que formaron e estimularon su gran talento de novelista. Como arequipeño lo único que tengo que decirle es: ¡gracias, gracias, gracias!»

JUAN GUILLERMO CARPIO MUÑOZ: «SERÁ LA MEJOR DE AREQUIPA»

Según el historiador Juan Guillermo Carpio Muñoz es un obsequio de la «máxima importancia», y «la significación sentimental del gesto» para con su ciudad natal demuestra el cariño que guarda por Arequipa, y también hay que valorar «el desprendimiento económico» del novelista. También resalta que, en lo referente a  la literatura en habla hispana, la biblioteca de Mario Vargas Llosa en Arequipa podría pasar a convertirse no sólo en la mejor de Arequipa sino del Perú y de las mejores bibliotecas de autor de Latinoamérica.

JORGE BEDREGAL: «UNA BIBLIOTECA ES UN ARTEFACTO COMPLEJO  Y DELICADO»

«En primer lugar, las autoridades por lo general (no siempre) tienen una idea absolutamente anacrónica de la cultura, hacen un canto unilateral a lo libresco, académico y al buen gusto. Es decir, saben que el libro y por tanto la biblioteca, son importantes y claves, pero creen que basta con tenerlo. Temo que en el caso de Mario Vargas Llosa sea precisamente eso lo que se termine manifestando. Una biblioteca, y más una personal, es un artefacto complejo y delicado que es necesario administrar con todo cuidado; en el caso de Mario, es seguramente la biblioteca más completa e importante de literatura hispanoamericana y necesita conservar su unidad y el sentido que Mario le dio. Sin embargo, no creo que las autoridades actuales estén en capacidad de entender eso».

Y, en mi diálogo con el destacado sociólogo e historiador arequipeño, aprovecho para recalcar que muchos de sus libros vienen con sus anotaciones, cosas muy personales, que nos abrirán las puertas del mundo íntimo del escritor (anotaciones, dedicatorias, fobias, manías, pasiones, calificaciones a los libros, etcétera). Sería, pues, propicio utilizar la futura biblioteca como medio de interacción cultural con los estudiosos de la obra del premio Nobel de todo el mundo: «Esa creo es la verdadera intención de Mario —resalta Jorge Bedregal—, y si eso no lo ve la autoridad, demostrará su miopía en tema de cultura que ya es patológica».

JORGE COAGUILA: «DAR EL DEBIDO CUIDADO A LOS LIBROS»

El periodista y escritor Jorge Coaguila es un experto en la obra de Mario Vargas Llosa y ha publicado diversos libros con entrevistas escogidas al Premio Nobel. Él entiende que «lo que más debe preocupar es que los libros no sean bien utilizados.  Que los libros se maltraten y que no tengan el cuidado que merecen, pues muchos de estos tienen anotaciones que podrían ser útiles para cualquier investigador. Recuerdo que en la década de los noventa algunos criticaron que Vargas Llosa obtuviera la doble nacionalidad. Un general adepto a Fujimori lo tildó de traidor a la patria.  Ahora se ve quiénes fueron los desleales. Es un lindo el gesto de Mario Vargas Llosa, quien no retrata a su ciudad natal en su obra, excepto en algunas páginas en Conversación en La Catedral. Piura (escenario de su siguiente novela), la selva y Lima aparecen con mayor presencia, pero esto indica que Arequipa siempre estuvo presente en él».
Hay que acotar, y tal como lo señalamos en un artículo aparecido en el diario El Pueblo el día lunes 26 de marzo de 2012, que Vargas Llosa también dedica sus buenas páginas a Arequipa en la novela El paraíso en la otra esquina y, cómo no, en sus memorias El pez en el agua.

CARLOS CALDERÓN FAJARDO: GARANTIZAR UNA BIBLIOTECA VIVA.

«Es una noticia formidable para Arequipa. Ojalá que se organice un buen servicio para lo que se necesita de buenos bibliotecarios. Y creo que debe ser un centro de presentaciones de libros, de conferencias, de intensa actividad literaria. Se debe invertir para que la biblioteca tenga una buena sala con todos los equipos necesarios que garanticen una biblioteca viva», opina el escritor Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946), autor de una profusa obra narrativa. Él recuerda muy bien que el primer libro que leyó del Premio Nobel arequipeño fue precisamente su primera novela, La ciudad y los perros: «Fue un terremoto literario, y nos cambió para siempre a los escritores jóvenes: nos enseñó a ser modernos, a afrontar los retos de la novela moderna».

WILLARD DÍAZ: ES UNA JOYA Y NECESITA DE UN BUEN JOYERO

El narrador Willard Díaz Cobarrubias, autor del libro de cuentos Diario del retorno, no olvida que Mario Vargas Llosa indicó que la nacionalidad es una casualidad sin importancia en la vida. Sin embargo opina que es una noticia maravillosa: «La biblioteca de Vargas Llosa es una joya y necesita de un buen joyero, de gente que le dé un buen cuidado y no tenemos en Arequipa expertos en bibliotecología». También aprovechó para recordar que hay actualmente en la Ciudad Blanca bibliotecas personales muy estimables como la del ex alcalde José Villalobos Ampuero, la biblioteca del fallecido escritor Edgar Guzmán Jorquera, que ahora está en manos de su viuda, la doctora Teresa Arrieta.

Advertidos estamos.

¿Jodidos también?

15.2.14

CONCURSO NACIONAL DE ENSAYO “VALLEJO, SIEMPRE”

Concurso nacional de ensajo "Vallejo, siempre".

CONVOCATORIA

En el marco del Congreso Internacional “Vallejo, Siempre”, que se realizará en las ciudades de Lima y Trujillo entre el 20 y el 25 de octubre de 2014, la Academia Peruana de la Lengua, la Asamblea Nacional de Rectores, la Universidad Nacional de Trujillo, la Universidad Ricardo Palma, el Instituto de Investigaciones Humanísticas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y el Instituto Riva-Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú convocan a la comunidad académica al Concurso Nacional de Ensayo Vallejo, Siempre.

Bases

1. Podrán participar todos los peruanos sin excepción, siempre que el ensayo esté escrito en español. Asimismo, solo participarán los ensayos que no se hayan presentado con anterioridad a otro premio, concurso nacional o internacional cuyo fallo esté pendiente.

2. El ensayo debe tener, como centro de reflexión, el estudio de la producción literaria de nuestro gran poeta César Vallejo.

3. El ensayo debe ser inédito. La extensión mínima será de cien páginas, y debe presentarse digitado por una sola cara, en papel A4, con un interlineado de espacio y medio, y letra Times New Roman tamaño 12.

4. Los participantes deben utilizar un seudónimo.

5. El ensayo se presentará en soporte electrónico —disco compacto (CD), con el archivo en el programa Microsoft Word— y en papel —tres ejemplares debidamente numerados en el extremo inferior y anillados o «espiralados»—. Cada ejemplar impreso deberá contar con una carátula en la que se consignará el título del ensayo y el seudónimo del participante. En el caso del soporte electrónico, se debe colocar el título del ensayo y el seudónimo del participante con un plumón indeleble. Asimismo, el disco compacto y los ejemplares impresos deberán estar acompañados por un sobre tamaño carta cerrado en cuyo exterior se consigne también el correspondiente nombre del ensayo y seudónimo, y en el interior los nombres y apellidos del autor, número de documento de identidad, lugar de nacimiento, domicilio, correo electrónico, teléfono y resumen biográfico.

6. El soporte electrónico —con el archivo del ensayo—, los tres ejemplares impresos del ensayo y el sobre tamaño carta con los datos y el resumen biográfico del participante deberán guardarse en un sobre manila de tamaño oficio. Este deberá presentarse o remitirse por correo postal a la siguiente dirección:

Señores: Universidad Ricardo Palma Concurso Nacional de Ensayo Vallejo, Siempre Dirección: Av. Benavides 5440, Lima 33.

La recepción de los ensayos se realizará en Mesa de Partes, en el horario de 9:00 a. m. a 3:00 p. m., desde el 15 de marzo hasta el 23 de junio de 2014.

7. El resultado del concurso, así como la composición del jurado calificador, serán dados a conocer el 15 de agosto en un diario de circulación nacional.

8. El jurado calificador estará integrado por tres docentes de las siguientes instituciones: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad Ricardo Palma. El fallo del jurado calificador será inapelable.

9. El premio será único e indivisible. Al primer puesto se le otorgará la suma de diez mil nuevos soles (S/.10 000,00), más la publicación del ensayo.

10. El ensayo ganador —luego de que se adecúe al formato libro— será publicado por el Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma, que se reserva los derechos de la primera edición por un período de tres años. Salvo esta reserva, los derechos de autor pertenecen totalmente al premiado.

11. Finalizado el concurso, los trabajos que no resultaran ganadores serán destruidos.

12. La participación en este concurso implica la aceptación de las bases.

13. Cualquier caso no previsto en las presentes bases se resolverá bajo el criterio del jurado calificador y los organizadores.

CRONOGRAMA:

Convocatoria: del 23 de diciembre de 2013 al 23 de junio de 2014. Fecha final de inscripción: 23 de junio de 2014.
Evaluación del jurado: del 25 de junio hasta el 7 de agosto de 2014. Publicación de los resultados: 15 de agosto de 2014.
Ceremonia de reconocimiento y presentación del libro: 23 de octubre de 2014.


Lima, enero de 2014

2.2.14

EL BORDADO ORIGINAL DE CARRIÓN

Verbo (bordado original), reciente poemario del poeta ecuatoriano Ernesto Carrión.

Por Marcelo Báez Meza

Verbo (bordado original), recientemente publicado por Cascahuesos Editores de Perú y Rastro de la Iguana de Ecuador, es la reconfirmación de Ernesto Carrión como una de la voces poéticas referenciales en la lírica hispanoamericana.

Organizar toda la saga del poeta guayaquileño es una tarea compleja. Una pléyade de títulos son organizados bajo diversos rótulos. Hay un orden. Hay una intención de polígrafo de incluir cada título en un todo cohesivo.

Para entender mejor todo esto hay que coger con pinzas a 18 Scorpii, volumen final de la trilogía «» (símbolo matemático de vacío) que es el título globalizador de la ambiciosa saga de Carrión, conjunto que una vez concluido implicará que el poeta deje de escribir lírica (así lo ha declarado en algunas entrevistas). Este 18 Scorpii contiene al libro Verbo (bordado original) que en la secuencia de la saga «» viene después de Novela de Dios, recientemente publicado por La Caída Editorial de Argentina, poemario presentado en Montevideo, Quito y Guayaquil. Es importante esta referencia para facilitar el ingreso al lector, ya que aunque cada libro del volumen 18 Scorpii funciona igualmente por separado, dentro de la obra tiene un sentido orgánico que debe tratarse.

Planteadas las cosas, el libro Verbo (bordado original), inicia donde terminó Novela de Dios, con el texto “Ser (diagnóstico del verbo)”, donde se cuestiona al verbo como el instrumento organizador de la vida humana.

En este nuevo libro, el Verbo (el vocablo que indica el ser y el quehacer en el mundo) será puesto a prueba desde el comienzo. El autor lo agitará de tal forma demostrando que lo que persigue es que el verbo no haga lo que supuestamente debe hacer dentro de una oración (indicar acción y movimiento). El verbo no podrá entonces ejecutar el poema, quedando reducido a la intención de la voz que es quien ordena todo a su absoluta libertad o en busca de una absoluta libertad contra el mismo verbo. Igualmente los adjetivos, y los sustantivos se arremolinan dentro de lo que viene a ser un canto furtivo y escurridizo hacia los bordes de lo sensorial y llevándonos a despertar sobre una forma diferente de realidad.

Adentrémonos un poco en la estructura del libro. Está dividido en tres secciones. La primera titulada “El tigre nadador”, ubica de un modo narrativo los espacios del Paraíso, Infierno, 18 Scorpii, Purgatorio y El tercer cielo. Aparece la familia como eje organizador, el amor, los hijos, la amistad, el perdón y un nuevo posible planeta llamado 18 Scorpii que parecería ser una ola enorme. El título "El tigre nadador", alude a esa necesidad de agitar el verbo al libre albedrío de la voz poética dejándolo nadar, sumergirse y emerger por todas partes haciendo y no haciendo lo que debería hacer dentro de cualquier estructura gramaticalmente correcta. El segundo bloque de este libro, titulado “K.O.” es un knockout al verbo en el que la voz intenta, en un entramado de siete poemas, no utilizar un solo verbo, hazaña que recuerda a los grandes experimentos linguísticos del escritor francés Georges Perec.

El tercer bloque “La vida entera” da cuenta de la reconstrucción del presente a través de la palabra poética. Siete viñetas donde el hablante lírico recorre su pasado pero lo modifica a través del poema para así modificar (como si se tratara de un personaje novelesco) su propio presente alejándolo de aquellas situaciones que desembocaron en momentos existenciales dolorosos. El hablante viaja hacia el pasado de la mano del poema (se usa el flashback), y reconstruye su vida hacia delante (se recurre al flashforward).

La clave de Bordado original (Verbo) está quizá en el epígrafe del filme Bestias del sur salvaje que se consigna al principio: “Todos pierden aquello que los hizo”. No es gratuita la alusión a una película donde prima lo posthumano en el drama de una comunidad afroamericana que vive más allá del rio y entre los árboles. Ambos textos (filme y poemario) defienden el poder de la imaginación para defenderse de la catástrofe, ambos textos erigen al verbo como bordador de supra realidades. Como bien apunta Roger Santiváñez, Carrión “va más allá —incluso de los enjambres posmodernos— colocándose en una suerte de posthumanismo”.


Estamos, en conclusión, ante un conjunto de prosas poéticas que prefiguran a un narrador contenido y que ya anuncian que es hora de cambiar de género. Carrión está descubriendo que hay temas que piden otra estructura, otro formato que puede ser la narrativa breve o de largo aliento. Bordado original es una puntada más en la gran urdimbre de su inagotable poesía.

14.1.14

“GRITOS” DE JUAN CRISTÓBAL POR SEGISFREDO LUZA.

Gritos, el nuevo poemario de Juan Cristóbal.

*Nota aclaratoria de Juan Cristóbal: En 1968 comencé un libro titulado “Las cuevas”, en la cárcel de Lurigancho. Lo terminé en 1969. En ese mismo lugar estaba detenido el psiquiatra Segisfredo Luza, con el cual hicimos amistad. Al terminar el libro, a mediados del 69, le pedí un Prólogo, el cual lo hizo pero referido a “Las cuevas”. Después de 44 años publiqué ese texto, pero reestructurado, tanto en su forma física como temática, con el nombre de “Gritos” (2013). Lo que presento aquí son partes del Prólogo que tienen que ver con las ideas generales y esenciales del texto. Por ser de importancia para mí y para la comprensión de la obra, lo publico de la forma que indico.


“GRITOS”
Por Segisfredo Luza.


Toda crítica no es sino una máquina de convertir lo original a lo banal. Si nos interrogamos sobre el lenguaje, tendríamos que remitirnos a la lingüística y al psicoanálisis y esto es insuficiente porque al final de cuentas toparíamos con una concepción elaborada del hombre. Una filosofía total del ser humano depositada históricamente en el lenguaje cotidiano. Si renunciamos a analizar “nuestra bella lengua” y tratamos de captar lo subjetivo, estaríamos detenidos en el siglo XIX cuando la estética se dedicó a tratar el arte como actividad interior, dejando de lado el examen profundo y directo de la obra. Nicolai Hartmann pidió un cambio del pensamiento estético y por consiguiente de la crítica. Ya Víctor Hugo creía haber hecho la revolución al querer “poner un bonete rojo a los viejos diccionarios”. Y efectivamente este cambio ha sido la apertura de la literatura moderna, a través de Rimbaud, Mallarmé, Proust, Bretón, sin hablar de Becket, Ionesco, Genet, Joyce y Robbe-Grillet. Ellos han introducido el absurdo; el orden dentro del desorden. ¿Y la crítica? ¿Es posible desentrañar, indagar, las estructuras internas del acto creador sin atentar contra la obra misma? ¿Lo absurdo, lo deshilvanado, lo simbólico, tiene un sistema y una fenomenología?

No es este el instante de elaborar una metodología de la crítica, ni de estudiar las posibilidades de una fenomenología de la poesía moderna, ni del absurdo. Simplemente digamos que toda crítica es “una apuesta fatal” porque propone una evidencia, una hipótesis parcializada del problema del autor y en esta apuesta el crítico está introduciendo una ecuación personal en el sentido de Pascual. Y así nos coloca frente a un círculo vicioso. Una ronda infernal en la que no hay concordancia entre la significación de la obra y la objetividad de la misma.

Prescindamos, pues, de toda crítica y limitémonos a leer la obra sin introducir puntos de vista. Digamos que lo implícito está contenido en lo explícito. El genio del autor no es otra cosa que la presencia de su ser en la obra y a él nos acercaremos leyéndolo, del mismo modo que el oyente frente a la música. La partitura es distinta a la ejecución de la obra. Y el goce es una experiencia sin palabras. Ella habla de nosotros. Así para acercarnos a esta obra leámosla y tratemos de experimentar sin intención alguna, lo que surja en nosotros mismos. Si es asco o emoción; si alegría o tristeza; si aburrimiento o inquietud; si añoramos nuestro pasado ancestral o creemos haber descubierto el sentido de la vida. Todo ello es la obra. Luego la obra hablará en nuestra receptividad o impresionabilidad en forma impalpable. De pronto se anudará a nuestro interior según la índole de cada cual y objeto y sujeto será un todo inextricable.

Desde las primeras líneas lo caótico irrumpe en el discurso interior y no precisamente bordeando lo improbable sino revelando al hombre medular. Esta obra es un conjunto de piezas que habla del mundo de los impulsos primitivos, de las voces del silencio, del flujo sanguíneo, de todo aquello que en el hombre civilizado ha quedado sepultado bajo la razón y el concierto lógico. Empero, no se trata de un relato enajenado propio de los seres que han perdido la cordura y en quiénes el discurso ha perdido su línea directriz. Se trata de una liberación visceral que contiene la armonía de las formas ancestrales, de lo recóndito que asciende hasta lo sublime y que se expresa en la contradicción, en el contrapunto y en el ritmo oral que brota como una melodía inagotable de imágenes poéticas. Precisamente en esta prosa poemática reside su embrujo. Aquí no encontraremos un sistema de lectura…Desde el inicio ya estamos capturados por este resurgimiento vital que al entregarnos su intimidad está revelando la nuestra. Una especie de simbiosis, de amalgama expresiva, de comunicación sintética a través del retorno al acontecimiento primitivo.

Se ha dicho que el lenguaje es una forma de distanciamiento del ser. La expresión es a la vez opaca y transparente. El hombre se aliena al tratar de traducir sus vivencias en la palabra. El lenguaje perfecto equivale a la completa identidad del hombre y a la ruptura de los límites de la personalidad. Si el surrealismo plasmó las imágenes del ensueño y el acaecer subconsciente. Y si los expresionistas como Chagall pintaron un mundo onírico y sugestivo, Lautremont fue el maestro de lo horrible y cavernario. ¿En este texto hay una reminiscencia de todo esto? No lo sabemos. Sólo entrevemos un bullicio interior que no se deja capturar como una estructura que por pertenecer al hombre es una estructura inhallable.

Cuando leemos: “Maldito agujero congelado de pánico, has roto el horizonte de las calaveras derrotadas. Los cristales de espuma Los pequeños cangrejos de las alimentaciones orgánicas que tienen escasamente la cabeza corta. Has amputado las pinzas aprehensoras del miedo Sin embargo naces perfecta en la descendencia cultivada de los cielos impenetrables…”, la materia bruta, lo inorgánico, lo biológico, las vivencias, lo espiritual, lo telúrico, la realidad social, las especies vivientes, lo microscópico, lo sideral, es decir todo el complejo universal, se nos comienza a presentar como una cosmogonía antitética que habla por sí misma mediante las fuerzas que ascienden a la conciencia y que ingresan sin ser analizadas, ni enmascaradas, sino que nos penetran puras, como si ello significase inventar la creación: el hombre desnudo, conjunto explosivo que dentro de la inestabilidad dialéctica encuentra su razón de ser.

Y en este canto filogenético el hombre surge como expresión perfeccionada de lo viviente. Se enseñorea y trata de separarse de su origen desconociendo los impulsos que nos hermanan a los peces, a los invertebrados, al barro original. Pero resulta que este desprendimiento es generador de angustia, de desgarramiento, de lucha, de dicotomía entre la materia hecha cuerpo y el destino como alienación. Es el retorno del hombre a las fuentes primigenias, es un proceso inacabado, que procede de las vivencias elementales, de los impulsos ancestrales, de la vociferación, de la liberación, de la entrega al mundo; “un sacarse a sí mismo”, que se expresa poéticamente. Y para ello Juan Cristóbal se abandona al silencio y al retraimiento como queriendo beber de la imaginación y de la oquedad interior. Y así comienza a brotar su canto ininterrumpido que sin aliento ni pausa, se convierte en palabras enhebradas entre sí, explicándose unas con otras, como partes de un todo cuya coherencia se descubre en el canto mismo, en las letras que desfilan plenas de significado y en donde las mayúsculas y minúsculas son acordes plenos de fuerza y fugato o de adagio encantado.

En casi todos los poemas, que son expresiones poéticas de la misma coyuntura, aparece el hombre ancestral, enajenado y perdido en un mundo de formas vivientes, estremecido en su circuito vital, ángel caído, mono superior, pájaro y constelación, fuente y fin de todas sus culpas. Y en otros momentos el movimiento es devorador y alucinante; no da tregua, es caótico y se mueve como nebulosa naciente (…).


¿Y el tiempo? Dimensión real como la materia misma, cruel como la vida, implacable como la curva de los días, como el sueño y la vigilia. El tiempo que todo lo remite al pasado devorando el presente y donde el futuro sólo es proyecto insubstancial. El tiempo. En uno de los poemas sobre “Los meses”, marca el final de esta peregrinación del hombre a través de su trayectoria filogenética, despertando a la conciencia, viviendo en el tiempo y en los meses. Y no puede sino gritar y lanzar imprecaciones contra el calendario que acciona como hierro aprisionante. Ahí está la edad irrenunciable, la metamorfosis humana, los desvelos y frustraciones, los triunfos y desgarramientos y el sórdido mutismo de los dioses que no auxilian al hombre. Y en ese poema, al final exclama ¿Y el tiempo? Dimensión real como la materia misma, cruel como la vida, implacable como la curva de los días, como el sueño y la vigilia. El tiempo que todo lo remite al pasado devorando el presente y donde el futuro sólo es proyecto insubstancial. El tiempo. En uno de los poemas sobre “Los meses”, marca el final de esta peregrinación del hombre a través de su trayectoria filogenética, despertando a la conciencia, viviendo en el tiempo y en los meses. Y no puede sino gritar y lanzar imprecaciones contra el calendario que acciona como hierro aprisionante. Ahí está la edad irrenunciable, la metamorfosis humana, los desvelos y frustraciones, los triunfos y desgarramientos y el sórdido mutismo de los dioses que no auxilian al hombre, por eso exclama desafiante frente a lo irrenunciable, ante el destino que termina en la muerte; “Venid meses de hierro, aquí os espero, en el corredor aturdido de las noches separadas”, frase final de la trágica aceptación de vivir en el tiempo.

5.1.14

LECTURA DE ANDREA QUEROL SOBRE “NADA QUE DECLARAR” DE TERESA RUIZ ROSAS

El nuevo libro de Teresa Ruiz Rosas.

Lectura de Andrea Querol sobre Nada que declarar de Teresa Ruiz Rosas
(Presentación en el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán el 11.09.2013


A Teresa Ruiz Rosas la conocí hace sólo un par de años en marzo de 2011. Me contó que estaba escribiendo una novela con la trata de personas como tema de fondo. Conversamos largo sobre la situación nacional e internacional en relación al delito. Me llamó mucho la atención su enorme interés y su gran sensibilidad. Además, era evidente que tenía muchísima información sobre el tema y lo que ocurría en Europa y en el mundo. Hace algunas semanas me llamó y me pidió presentar hoy su novela y, la verdad, para mí es un honor.

Leer Nada que declarar, a pesar de conocer sobre el tema de trata y de saber y haber visto de cerca el sufrimiento de las víctimas, me ha conmovido; la novela me fue ganando: es entretenida, pero además muy bien documentada, entre otros temas, con relación al de la trata, haciéndome repensar algunas cosas con otra óptica… Lo interesante de esta novela, que puede ser cruda por partes, es que a la vez se entrelazan historias de amor, de amistad, que transmiten ese otro lado bueno de las cosas y de las relaciones humanas. Y está también la historia de Gastón Solís, el Hombre de los Libros Rojos, el peruano que en Alemania, en los años 60, imprime de manera clandestina libros prohibidos, progresistas, de las décadas de los veinte y treinta, que permiten a los jóvenes de la época informarse con libros del pensamiento contestatario.

En la presentación de la novela que hizo Marco Martos hace algunas semanas, dijo que se trataba de una novela río que se expande y en la que van surgiendo los personajes. Y, en efecto, es como él dice. A lo largo de la novela surgen no sólo los personajes, sino las historias, todas hilvanadas a través del personaje central, Silvia. Y cada historia, a medida en que se va desarrollando, va adquiriendo un sentido, que la vincula a la historia de violencia y dolor de Diana Postigo que se desarrolla en paralelo (una Diana que se llama Dianette en alusión al nombre de un tipo de sandalia). Y digo en paralelo porque mientras Diana confía y es engañada, encerrada y explotada, Silvia confía también, y toma riesgos (de hecho es más arriesgada que Diana y se respira el peligro al que se expone), sólo que en su caso, cada vez que pareciera que sufrirá las consecuencias, algo ocurre que mitiga o evita que se vea envuelta en una situación de violencia o de abuso; en el lector, va generando una sensación de suspenso, de angustia.

Esta noche quiero ante todo transmitir una serie de sensaciones, reflexiones e interrogantes que fueron motivadas por la lectura de la novela de Teresa. Me han pedido que el comentario sea en torno al tema de trata, y en eso me voy a centrar. Desde las primeras páginas se hacen presentes todos los elementos de la trata y, a lo largo del relato, nos encontramos con que los datos que recoge la autora son precisos. Aunque escoge a Diana, una peruana, para representar a la víctima de trata, también nos cuenta que en Europa no son las peruanas las más cotizadas, en todo caso no son las que llegan a Alemania. En 2010, CHS Alternativo hizo una investigación que permitió precisamente demostrar que llevan más víctimas de trata a Europa procedentes de otros países como Brasil o Colombia e incluso Ecuador. Pero a lo largo de la novela, Teresa también nos ofrece estadísticas, cifras sorprendentes: – por ejemplo, que en Alemania, para el 80% de la población la prostitución es algo normal; – o que hay en España ½ millón de mujeres con destino al mercado sexual, procedentes la mayoría de Nigeria, Colombia, Ecuador o el Este europeo. – O que en Alemania, de 360,000 mujeres en el mercado sexual, más del 60% son extranjeras. Todas, claro, cifras aproximadas, porque a las mujeres en el momento de los operativos, las esconden de la policía… (Más aún si son menores de edad). Y si son casos de trata, es aún más incierto. Así, encontramos información bastante precisa sobre la situación de las víctimas de trata en general: cómo son captadas, luego sometidas y explotadas, pero la autora también transmite con una enorme sensibilidad lo que es el sufrimiento de estas mujeres vejadas, aisladas y sin salida. Finalmente, el lado del tratante, del proxeneta, rufián, sus roles, su conducta violenta, abusiva, de cosificación de la mujer.

Quisiera recorrer algunos momentos (aspectos) de la novela que considero claves y compartirlos con ustedes:

1.- LA VIVENCIA DE LA PERSONA QUE SE ENCUENTRA EN SITUACIÓN DE TRATA: está muy bien plasmado lo que tiene que ver con el sufrimiento de las víctima, la desesperación de las mujeres, la rabia y la impotencia, la depresión que va minando las ganas de salir (p.156) o escapar, y que puede incluso llevarlas al suicidio: y cómo esto se repite una y otra vez en diversos casos. Son CICLOS.

Diana, engañada al ser seducida a los 17 años (justo antes de cumplir los 18) y que vive recluida sin dominar el idioma, sin conocer la ciudad, sin visa o documentos para facilitarle la huida, no se quita la vida, por su mamá y porque desea reparar el dolor que le puede haber ocasionado su ausencia. Esa es la esperanza que tiene. Hay esperanza. Jhinna, en la vida real, nos contaba a nosotros (en el CHS) que no se quitó la vida por su hija.

Teresa también describe claramente la situación de control absoluto de parte del tratante: incautación de documentos de identidad, DNI, pasaporte, la falsificación de documentos nuevos si fuera el caso, cómo la correspondencia pasa por el filtro del tratante, etc. Todo está allí. En el Perú observamos la misma realidad, salvo que en vez de controlar la correspondencia, es el celular o teléfono el que está controlado por el tratante. También el control de matones es un hecho, la permanente vigilancia, tuvimos un caso en Iquitos.

Y está la sensación de indefensión de las víctimas: el sometimiento, el miedo a la denuncia, el miedo a que las maten, el miedo a regresar a sus casas y a ser estigmatizadas, el miedo a no encontrar trabajo, o a no ser capaces de aprender otro oficio si lograran escapar…

Una de las principales formas de enganche de las víctimas (tanto para explotación sexual como laboral) es la servidumbre por deudas, que acá también está claramente descrita (p.154). Lo descrito es lo que ocurre: Los relatos de las víctimas que entrevistamos y atendemos, a veces parecen fantasiosos por lo terrible que surge cuando se entra en los detalles, pero a veces lo más simple (me engañó mi pareja, me fui con mi tía, mi mamá me dijo que vaya) revela situaciones difíciles de imaginar, y cuyo relato está impregnado de sufrimiento.

2.- LA TOMA DE CONCIENCIA DE LA REALIDAD (O LA NEGACIÓN DE LA MISMA): Silvia la traductora (el personaje principal) viaja en tren con cierta frecuencia a Düsseldorf sobre todo por motivos de trabajo, y eso es lo que le permite ver el Edificio una y otra vez (la primera vez en el 86), desde el tren se puede observar las ventanas numeradas con las chicas exhibiéndose, y el que quiere puede llamar incluso desde el tren para averiguar. Y ella ha escuchado a más de un grosero “gritando sobre las ventajas o desventajas de un número”, ventilando su machismo y soltando bromas, sin importarles la presencia de otros pasajeros. Un vuelo a Iquitos con trabajadores, por ejemplo, revela la misma actitud: en tren o avión, en Alemania o en Perú.

En efecto, el Edificio fue construido por el Estado en 1962, como nos informa la autora (p. 63-64), y la intención era aislar a las mujeres de vida ligera. Para ordenar y limpiar la ciudad: “moderno complejo habitacional de 4 bloques residenciales para jóvenes ligeras”. (cita Die Zeit). Para muchos, muy práctico porque se esconde el problema, y así uno se cree lo que quiere… y no ve lo que no quiere ver. Silvia, cuando se inquieta por lo que observa, y se pone en el lugar de las mujeres encerradas, pregunta a su alrededor, y confirma, que muchísima gente que pasa por allí, ni siquiera se ha fijado en el edificio, y si lo ha visto, no le ha llamado la atención. Recibe respuestas como: toda la vida ha sido así. ¡¡¡No lo vas a cambiar!!! Esto forma parte de la invisibilidad del problema: se camufla dentro de la tolerancia social, y se sombrean los casos de trata con los casos de prostitución. En el Perú es exactamente igual: el bar La Noche en Piura es un ejemplo claro de esto. Y Silvia cita a Albert Einstein: “nos advirtió antes de 1955 que el mundo no está amenazado por las malas personas, sino por quienes permiten la maldad.” (p.64 -65). Yo también recuerdo haber estado en Ámsterdam en la zona roja y haber tenido la sensación de que estaba rodeada de un mundo surrealista y no podía evitar preguntarme cuántas de esas jóvenes en las vitrinas eran mujeres que estaban siendo obligadas y estaban en situación de encierro. Quizás lo que más impacta es no sólo ver la cantidad de hombres, muchos de Europa del Este, en grupos, bebiendo y claramente yéndose de putas, sino a todo tipo de turistas observando con curiosidad y pasándola bien; y lo otro que impacta es darse cuenta de que uno forma parte de ese grupo de turistas que también observa pasivamente desde afuera. Eso está muy claramente graficado en la novela de Teresa: la pasividad de la población que simplemente se da porque la vida cotidiana hace muchas veces pasar por alto lo que ocurre a su alrededor.

3.- DÜSSELDORF: LA GRAN PARADOJA: En una Alemania que, como describe bien la autora (y además lo hace presente a lo largo de la novela), tiene un desarrollo intelectual, cultural y político tan avanzado, llama la atención de Silvia, cómo puede convivirse con tanta indiferencia con algo tan terrible como la trata de personas: con una avenida, la KÖ, que es la más cara y exclusiva de Alemania, y siendo la ciudad con más galerías de arte por habitante del país… Sin embargo, a pocas cuadras de la estación central: quienes entran o salen de la misma, pueden ver la edificación con sus 100 ventanas numeradas (como un calendario de adviento, sugiere Silvia Olazábal). Y entonces aparece la pregunta que obviamente está planteada: ¿la educación, la cultura son determinantes, importan para impedir la trata de personas? Pareciera indistinto… No es un tema de cultura, no es un tema de educación, no es un tema de poder adquisitivo. Es un tema de poder (como bien lo menciona Teresa en su libro), de un ser humano sobre el otro, (que es atractivo/adictivo para quien detenta el poder) y, esencialmente, un tema de poder económico. Además, es un tema que involucra la corrupción, y, por otro lado y por sendas separadas, es un tema de valores. Se da por igual: Düsseldorf o Iquitos, tren o avión. Profesionales (ingenieros) que se dirigen a Iquitos por semanas a trabajos de exploración, por ejemplo, que son gente preparada, leída, etc.

4.- LA LIBERACIÓN: En la novela se describen claramente los sentimientos encontrados de Silvia, cuando se encuentra por primera vez en la estación central con Diana Postigo, que acaba de escapar, y le pide ayuda. Se debate entre la sensación de tener que ayudar, y las dudas y los prejuicios ante la golfa, la prostituta. Estos son sentimientos y conductas que en efecto suelen estar presentes en las personas, en el ciudadano de a pie. Hay un estigma y se despierta un rechazo hacia la prostituta y que probablemente se darían en cualquiera que se encuentre en una situación similar. Y surge la pregunta de cómo puede entonces una víctima salir y buscar ayuda.

Hasta ahora, también en el Perú, las liberaciones están sujetas al azar y la suerte: Eso es lo que encontramos en muchísimos de los casos: la suerte de encontrar a alguien que las ayude a escapar:
– un cliente más sensible, que piensa en sus hijas, que se solidariza con el miedo
– un vigilante, que decide no hacerse cargo del sufrimiento de alguien que lo conmovió más que otro
– un tío que paga por rescatar a su sobrina y cuyos tratantes tienen mucho que perder si se resisten
– un descuido del tratante o los matones (se sabe de un caso en Iquitos, por ejemplo)
– el bolso lanzado por una ventana enrejada, con un papel escrito con lápiz de labios pidiendo ayuda (fue el caso de una peruana en Chile).

Pocas veces es un operativo policial bien planificado. La intervención del Estado se hace necesaria de manera sistemática. La policía sabe dónde están las víctimas y muchas de las menores de edad.

Preocupa lo que ocurre en Europa. Alemania se caracteriza por tener cifras importantes de víctimas de trata. (Por ejemplo, el mundial de fútbol llevó a cerca de 40 mil mujeres, ya desde el 2005 se había iniciado la campaña.)

En el Perú, específicamente en Iquitos, los policías nos han dicho que saben, pero no tienen dinero para el seguimiento, pagar informantes, o el operativo. Por ahora, ante la ausencia de la intervención del Estado, queda el azar. Las víctimas sales de su situación de cautiverio por esas circunstancias (el bolso en Chile, el tío que paga por el rescate, etc.)

5.- LA IMPORTANCIA DE COMUNICAR: El 8 de Marzo del 2006, Diana Postigo, de 20 años, escucha radio “La hora Latina en Radio Multicultural” y además de identificarse con la música de Susana Baca, (soñando con su libertad, y recordando su familia, su vida en el Rímac), sigue con enorme interés a la locutora (Lorena), que se convierte en manos de Teresa, en la voz amiga de Diana: se convierte en un personaje clave para ella, de soporte, que además le ofrece información, estableciéndose un vínculo fundamental para ella. La escuchó por primera vez un año antes: le hicieron una entrevista a una periodista. Alice Schwarzer, que dice “lo que allí compran los hombres no es sexo sino poder. Que lo que enciende a los clientes es su poder de mando y el servilismo de ellas: Esas dos frases, que Lorena Marín tuvo la precaución de repetir tres veces en español para que ninguna, ningún oyente quedara sin entender a cabalidad fueron el motor que acabaría cambiándole de nuevo la vida”.

Y Diana piensa que es increible: “que alguien sin conocerla ni en pelea de perros, le explicara a Dianette Pöstges lo que Dianette Pöstges hacía.

Y aunque Diana no sabe que se festeja el Día Internacional de la Mujer, algo mueve una fibra adicional en ella, que la motiva a seguir adelante, y pensar en salir de su situación de esclavitud.

Y en determinado momento Diana (p.17) se dice cuánta palabra difícil; tremendo vocabulario maneja la amiga Lorena. Y escucha atentamente, porque le gusta oír a Lorena, identificándose con el discurso que habla sobre la injusticia, informando, pero esencialmente denunciando la explotación de mujeres.

Se hace fundamental llegar y comunicar a la población vulnerable y a las mismas víctimas. La radio es un instrumento poderoso de prevención y de motivación para el escape: ¿por qué no? Debemos usarlo más, debemos tener un programa específico en alguna radio, que las mujeres puedan sintonizar, que poco a poco les permita escuchar teléfonos, tipos de ayuda, de otras realidades que las hagan sentirse más acompañadas. En nuestro medio, es fundamental: y no basta con un spot de cuando en cuando. Se requiere algo constante, de conversación (algo así como lo de Maestre), pero mínimo 1 vez a la semana, algo que llegue a nivel nacional. A las zonas alejadas, lo único que llega, con suerte es la radio. En castellano, en quechua, en aymara.

Y la comunicación debe darse también por escrito…

6.- EL LIBRO: Siempre he tenido claro que hay que llegar a la población vulnerable y de alto riesgo, con simpleza pero con claridad; para poder informarles, advertirles, alertarlos… Pero también es fundamental sensibilizar a todas aquellas personas que de una u otra manera pueden ser parte de la cadena de la trata: parte de la demanda, cómplice en el silencio y la indiferencia, permitiendo el sistema… Y eso, Teresa lo logra… A través de Diana, la autora le da voz al sentimiento de cualquier víctima de trata y entre otras cosas al deseo expresado por Diana a Silvia, de que su historia sea relatada, escrita, y pueda ser eventualmente seguida por sus compañeras de ventanas (p. 150). En la página 153 Silvia le dice e Diana que es optimista en cuanto a índices de lectura y yo pensaba que si el libro puede llegar por lo menos a manos de algunos habitantes en el sector de Düsseldorf del edificio, o a quienes que pasan en tren frente al ventanal y se sensibilizan frente al tema ya se está haciendo mucho, en términos de prevención.

Contar su historia es fundamental (hemos tenido los casos de Jhinna, Ashaninkas)
Es una manera de liberar algo, de dejar de esconderse, de dejar de tener vergüenza, pero también liberar la esperanza. De que se haga justicia, de que aparezcan sus hijos, de recibir la ayuda que requieren para salir adelante.

Éste es un libro lleno de reflexiones, de propuestas y análisis sobre la libertad, el involucrarse o no, el rol de los que “miramos”. Lo lleva a uno a identificarse con muchos sentires, y a preguntarnos nuevamente: ¿cómo llegar a prevenir la trata?

Como dice Diana finalmente: “a cuántas chicas se les prendería el foco si saben lo que he vivido; novela o no novela ya da lo mismo, la cosa es que vean el peligro, no pisen el palito cada vez, se ahoguen en el tarro de miel como moscas”.
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