28.1.13

31 DE ENERO: EXPOSICIÓN “EL CORAZÓN DEL PUERTO” DE JOSÉ CHUQUIURE‏

Exposición de José Chuquiure

Exposición fotográfica
EL CORAZÓN DEL PUERTO. CALLAO, PERÚ
de José Chuquiure


El jueves 31 de enero a las 7:00 p.m. será inaugurada la exposición “El corazón del puerto. Callao, Perú” del fotógrafo peruano José Chuquiure, en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores (Jr. Ucayali 391, Lima). El ingreso es libre.

Las fotografías panorámicas en blanco y negro recogen la riqueza histórica y cultural del Callao y nos permiten conocer instantes cotidianos y memorables de la vida de los vecinos del primer puerto del Perú. Esta muestra fue presentada el año pasado en el Callo, por su 176º aniversario, y ahora el público tendrá la oportunidad de visitarla en el Centro Histórico de Lima.

José Chuquiure pone en escena a un territorio y una población que han sido invisibles y estigmatizados durante mucho tiempo, intentando destacar la identidad del Pueblo Chalaco. Con una mirada desprejuiciada logra atrapar la espontaneidad y nos demuestra que el principal capital de los porteños es su forma de ser, haciéndonos notar el marcado orgullo por su origen. “El Corazón del Puerto” está lejos de las postales turísticas y cerca del día a día de trabajo y sol. El espíritu bufón, la mataperrada, el andar saleroso, son sus principales formas de latir.

La muestra estará abierta al público hasta el 28 de febrero de martes a sábados, de 10:00 a.m. a 7:30 p.m. y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Ingreso libre.

20.1.13

"DEL VERANO INCULTO" DE VLADIMIR HERRERA

Del verano inculto, impecable reedición de Cascahuesos y Laguna B.

Por Antonio Correa Losada

Celebro el encuentro con el poeta, editor y viajero obstinado, nacido en Lampa, Puno, Perú en 1950. Vladimir Herrera viene de la generación de los setenta, en su mayoría migrantes de provincia hacia las capitales y, como todos los de nuestra generación, nos formó el entusiasmo por lo político y la atracción por la literatura. Adolescentes que nos informábamos de la guerra que sostenía el pueblo vietnamita contra Estados Unidos hasta derrotarlo. Fuimos invadidos por las consignas de Mayo del 68 y en la edad adulta vimos caer el Muro de Berlín. Fuimos un mosaico de aspiraciones políticas, muchas veces frustradas pero siempre heroicas que impulsaron la América Latina que vivimos. En la literatura, su presencia en las últimas décadas en Hispanoamérica se está afianzando con vigor y continúa “pavoneándose por la vida”:

Los besos que en la verija tendrán
que olvidarse, como la lengua serán en sí
Recordados:
Unos cuartos de luna lucientes
Para la sandalia del agua más pura al pisar de
Dos ríos orondos las algas, la fiebre y el costado.

Una leyenda y un poeta real, embriagado, vital y enamorado que se movió a partir de los setenta, entre el Chile de Salvador Allende, los estertores del franquismo en Barcelona y ese continente que llamamos México en los últimos años. Ahora, viene del Cusco para entregarnos la nueva edición de su libro Del verano inculto, publicado por Cascahuesos Editores y Laguna Brechtiana.

Memoria y palabra traman la poesía de Vladimir Herrera:

Cárcel y río
Tosco alimento de las pinturas
Pobre granulación del tiempo
Como delicia de hélices
Himno en la fragua de los dientes

dice en su libro Poemas incorregibles, aparecido en España en Editorial Tusquets.

Cuando leemos en la selección de su poesía:

Espalda de luna inmaculada
De vuelta a casa
La enamorada
Cabeza grande
Lamiendo la niebla
del verso contra el verso

Nos hace presentir el retorno del amor.

Dentro del juego de las interpretaciones, los primeros versos citados alertan la imaginación y en una suerte de intercambio invierten lo que creímos que nos dijo y en nuestra cabeza retornan los ecos y la sensación del amor. Los segundos, descifran la poesía, y alternadamente juntos, no son otra cosa que pasión por el lenguaje, pues sin éste no hay mundo posible.

La verdad no es un código de la poesía. La certeza como propósito está descartado de la escritura poética, la verdad sólo se encarna cuando es apropiada por el lector. La poesía más que un género literario es una forma personal de hablar y de sentir. Las palabras con su poder de representación —sin ser el simple calco de la realidad— mineral o de sustancia, sudores, cuerpos, suspiro de amantes, partes del cuerpo, prendas femeninas, plantas o lugares, nos llevan a ensanchar los modos de sentir y aumenta la configuración del mundo que respira dentro de nosotros y a nuestro alrededor.

Toda escritura es por esencia libertad y sólo acepta ser subyugada por la pasión. Es esto de lo que nos habla Vladimir Herrera en su entrega con la poesía. Es la memoria que perfora el lenguaje para hacerla visible y es aquí donde nos confunde su aparente inconexión que no es otra cosa que mundo avasallante y vivo, con sus lazos de asombro que oprimen y liberan como la vida misma.

Mientras se hace luz en el espejo
Y se juega con los vellos del pubis

haciendo muecas riendo y recordando.

Al leer los poemas de Herrera, me pregunto ¿es la turbulencia invisible del azogue la que refleja nuestra mirada con una precisión que nos alcanza? O simplemente, es la memoria que se expande en palabras cifradas hace mover las cosas en oscuro delirio. A esto, nos convoca su poesía.

“En esto nos sorprende la muerte o nos hiere el amoroso deseo” dice Vladimir. En su poesía subyace la más alta tradición de la poesía peruana, que nos lleva a descubrir estaciones que restallan en la majestuosidad despiadada de los Andes: Moro, Westphalen, Adán, Eielson, Vallejo, Eguren. El poeta al acercarse a esas notables estaciones así como al esplendor del Barroco de Góngora y Lezama como lo muestra en su poética, nos hace partícipes de esa luz esplendente que acrecienta y enriquece el fluir poderoso de la lengua.

12.1.13

PEQUEÑA HISTORIA DE UNA EDICIÓN HISTÓRICA: EL NACIMIENTO DE “EL PEZ DE ORO”

El pex de oro de Gamaliel Churata en la versión de Cátedra.

EL NACIMIENTO DE EL PEZ DE ORO


Cuando empezamos a pensar en la edición de El pez de oro, de Gamaliel Churata, nunca imaginamos que la publicación de este texto raro iba a estar hecha de una esperanza desesperante. Digo empezamos porque en este proyecto que he tratado de completar siempre ha estado Vladimir Herrera. Como es lógico en un trabajo tan laborioso, no se hizo en dos días: acabé la edición en septiembre de 2010 —ya ni recuerdo cuándo la empezamos—, y ha salido dos años después. Sin ser culpa de nadie: la editorial Cátedra, o mejor dicho la editora Josune García, siempre me trató bien, y nunca me engañó, pero dejaba resquicios para la ilusión: “no podrá programarse antes de un año”, y entonces imaginábamos el libro en la calle en septiembre de 2011, pero cuando llegaba la fecha aún había que esperar, y nos dábamos contra el suelo otra vez.

En los inicios del trabajo la editorial me pidió que contactara a los herederos de Gamaliel Churata para gestionar los derechos de autor. Pude hablar —después de una búsqueda detectivesca en las diferentes ramas familiares, en la que me ayudaron Max Meier y Riccardo Badini—, con Amarat Peralta, que vive en Miami. Un día lo llamé por teléfono desde Barcelona y a través del Atlántico me llegó su voz cercana y su amabilidad profunda. Me emocioné por hablar con el hijo de Churata, porque en seguida me mostró que lo más importante para él y sus hermanos era que se conociera la obra, porque intuí historias dolorosas, pero tal vez también luminosas, en sus recuerdos.

El pez de oro me llegó de Perú y espero que ahora vuelva a Perú. La inspiración y el impulso han venido también de los amigos peruanos, y de Perú mismo, claro. Las Jornadas organizadas en Arequipa en 2009 por Filonilo Catalina y José Córdova me animaron a seguir adelante. En especial José Luis Velásquez Garambel y Juan Yufra han hecho posible que exista el texto tal como es.

Tanto tardó el libro en salir, que en el entretiempo apareció otra edición, de José Luis Ayala, a fines de 2011. Ahora espero que ésta de Cátedra también se conozca, y que sean fructíferas las decisiones que tomé. Por ejemplo, la de respetar la elección de Churata respecto a las palabras en quechua y aymara, y no anotarlas en el texto, sino añadir un glosario que completa y aclara el del propio Churata. Su “Guión lexicográfico” al final de la obra no es una lista de palabras organizadas como un diccionario: es un texto poético estructurado en destellos de su conocimiento imperfecto pero íntimo de esos lenguajes, de sus lugares y relatos. Por eso no he querido tampoco actualizar esa ortografía, ni cambiar las palabras que Churata escribe erróneamente, sino que he tratado de señalar esos desfases en el prólogo y en el anexo a su guión. El castellano lo he trabajado de modo más canónico, pero tampoco he corregido las transgresiones significativas con las que Churata a veces lo cambia y lo recrea.

Dada la importancia de Cátedra en España y en el ámbito hispanoamericano es seguro que la obra de Churata terminará siendo centro y horizonte, cifra y fulgor, gozo y sabiduría para sus nuevos lectores.

Helena Usandizaga.


* Tomado del blog Lagunabrechtiana.

6.1.13

CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA HISPANOAMERICANA:

Jorge Puccinelli Converso.

Congreso internacional de literatura hispanoamericana:

DE LOS DISCURSOS DE LA COLONIA A
LAS NARRACIONES Y POÉTICAS DE LA REPÚBLICA
HOMENAJE A JORGE PUCCINELLI CONVERSO

Lima, Perú, del 23 al 25 de abril de 2013

TEMARIO

1. La literatura hispanoamericana de la colonia y la república: cartografías comparadas.
2. Constantes temáticas en los discursos de la colonia y la república hispanoamericana.
3. Relecturas del canon colonial y republicano en Hispanoamérica.
4. Poética, historia, filosofía y política de los discursos de la colonia y la república.
5. La literatura hispanoamericana de la conquista y la república frente a la crítica literaria: balance.  
6. Problemas teóricos y metodológicos en el estudio de la literatura hispanoamericana de la colonia y la república.
7. Las propuestas estéticas hispanoamericanas en el periodo colonial y republicano.
8. Reconsideraciones en torno a las corrientes literarias de la colonia y la república en Hispanoamérica.
9. El problema de los géneros literarios en Hispanoamérica de la colonia y la república.
10. Teoría, crítica e historiografía literaria en la colonia y la república hispanoamericana.  

SUMILLAS

1. El título de la ponencia y la sumilla serán recibidos hasta el 30 de enero de 2013.
2. La sumilla debe tener un máximo de 10 líneas.
3. La sumilla debe contener los datos del ponente y la filiación institucional.
4. Se deberá adjuntar una breve hoja de vida (entre 6 u 8 líneas).
5. La sumilla se enviará a las siguientes direcciones electrónicas:
6. La respuesta de aceptación será una semana después del cierre.

PONENCIAS

1. Las ponencias serán recibidas hasta el 29 de febrero de 2012.
2. La lectura pública de la ponencia no deberá exceder los 20 minutos.
3. La ponencia no deberá sobrepasar las 20 páginas.
4. Para su publicación, las ponencias deberán ser inéditas y cumplir estrictamente con los requisitos formales de un trabajo académico (se adjunta normas de edición).

ORGANIZAN

Academia Peruana de la Lengua
Decanato de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

COMISIÓN ORGANIZADORA

Presidente:
Marco Martos Carrera
Miembros:
Gladys Flores Heredia
Javier Morales Mena
Magaly Rueda Frías
Raúl Jurado Párraga
Segundo Castro García
Tito Cáceres Cuadros

AUSPICIAN

Instituto Raúl Porras Barrenechea
Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo – Huaraz
Universidad Nacional San Agustín – Arequipa
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle – La Cantuta
Editorial San Marcos

COLABORACIÓN

Estudiantes: S/. 30.00
Público en general: S/. 50.00
Ponentes: S/. 100.00
El pago por la inscripción deberá realizarse en el Banco de Crédito del Perú.
Cuenta corriente en soles: 194-1448763-0-68

INFORMES E INSCRIPCIONES

Academia Peruana de la Lengua
Telefax: 428-2884
Decanato de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Teléfono: 619-7000 anexo 2802
Las inscripciones podrán realizarse ingresando a la página electrónica de la Academia Peruana de la Lengua www.academiaperuanadelalengua.org

4.1.13

ENTRE EL RUMOR: GIACOMO LEOPARDI: DOLOR Y ABURRIMIENTO

Giacomo Leopardi.

Por Iván Castro Aruzamen
Teólogo y filósofo

La primera noticia que tuve de Giacomo Leopardi fue la biografía sobre el poeta, escrita por Antonio Colinas, Hacia el infinito naufragio, de 1988. Allí me conmovió el dolor, la infelicidad de un espíritu delicado, frágil, tierno, sensible, noble y apasionado, puesto en un cuerpo joven y feo, como el que tuvo el poeta de Recanati. Y cómo el padre del poeta, el conde Monaldo Leopardi, condenó la existencia del pequeño Giacomo el infinito naufragio en la soledad, el dolor y el aburrimiento. Pero, Giacomo verá en la literatura, los libros, las lenguas, el único modo de evadir la condena de una vida estéril: “Así que en esta/ inmensidad se ahoga mi pensamiento/ y naufragar me es dulce en este mar” (Cosi tra questa/ Inmensità s’ annega il penseir mio:/ El il naufragar m’é dolce in questo mare).

En el Nombre de la rosa, Umberto Eco, habla de un libro escrito por un tal abate Vallet, en el que cuenta la terrible historia de Adso de Melk y cómo para seguir las huellas de ese escrito tropieza en Buenos Aires en una librería perdida, con un librito de un tal Milo Temesvar, que contenía citas del manuscrito  de Adso de Melk. En un país como el nuestro, también muchos textos de un valor incalculable, uno los puede encontrar en alguna librería desconocida o en las casetas donde se apilan montones de libros usados y piratas; cómo no va a ser el analfabetismo y la casi nula cultura de la lectura, una pandemia nacional, cuando un libro de paquete tiene el costo de la mitad de un sueldo básico, por tanto, inalcanzable para una gran mayoría; y es que además, sea este hoy un Estado Pluri o liberal hace unas décadas, nadie lee: no leen los mandarines ni los caudillos, ni los ministros, peor, los asambleístas, ni los catedráticos ni maestros, ni padres de familia, y, mucho menos los estudiantes, así, nadie lee en este país.

Pero, bueno, el Leopardi de Antonio Colinas, me abrió el apetito por sus Zibaldone, Pensamientos, Operetas y los Cantos de uno de los mayores poetas románticos del siglo XVIII en Europa, como llegó a decir Frederick Nietzsche. Empresa muy difícil hacerse con alguna de las obras del jorobado de Recanati, casi imposible en una ciudad como Cochabamba, donde las librerías se las puede contar con los dedos de la mano y todas, sin excepción, dignas hijas del buen ladrón. Aunque, como Eco, uno puede tropezar cuando menos lo espera con una joya literaria; desde hace un tiempo atrás, un peruano de dientes desordenados y que a través del celular envía sus mensajes, “el sábado estaré en Jordán. El revistero”; entre revistas de cocina, modas y textos pedagógicos, se entremezclan textos literarios fundamentales. Con gran alegría y sorpresa, uno de esos días, di con los Cantos de Leopardi, en una edición española bien cuidada de 1999; por fin, tenía entre mis manos al Leopardi del siglo XVIII.

En sus Cantos el poeta trasluce todo su dolor, su infelicidad, pero, a pesar del cuerpo frágil y enfermo que llevó por esta vida, no fue un resentido, más al contrario, toda su poesía es una invitación a construir y moldear la misma desventura humana: “(…) después que el sueño y los engaños/ de mi niñez murieron. Los alegres/ días de juventud rápidos pasan./ Quedan los males, la vejez, la sombra/ de la gélida muerte”. Para Leopardi, los días se tornan dolorosos, la juventud y la más delicada existencia se desgarra ante el desafío de vivir, “largo dolor mi mente iba minando”, dirá; incluso sumido el poeta en el dolor más desgarrador, no sólo el físico, va en busca del infinito e igual que Job, no llega a maldecir su vida, aunque el dolor de la misma sea insoportable: “Yo, mientras, me pregunto cuánto/ he de vivir aún, me arrojo al suelo/ y grito y me estremezco ¡Oh días horribles!/ en la florida edad”. “En mi temprana edad, cuando se espera/ ansiosamente el día festivo, o luego,/ cuando ha pasado, yo, doliente, en vela/ estrujaba la almohada”.

Todos los cantos de Leopardi están llenos de lamentos y melancolía, como si los hombres, el mundo, la vida humana, fueran unas cosas tristes e infelices: “(…) pues penosa/ era mi vida, y lo es, que no ha cambiado,/ ¡oh amada luna! Pero me complace/ el recuerdo, y el repasar las fechas/ de mi dolor”; por eso, para el poeta existen en este mundo dos hechos que son para los hombres dignos de consideración y ante los cuales se debe tomar una determinación: el amor y la muerte. “Mi destino ignoraba, y cuántas veces/ esta desnuda y dolorosa vida/ por la muerte gustoso habría cambiado”; asimismo, sostiene que todo el mundo es vanidad y que la vida merece no otra cosa que el desprecio y que éste es mejor que el hastío: “Y cuando al fin esta invocada muerte/ llegue a mi lado, y a mi desventura/ ponga término ya; cuando la tierra/ me sea extraño valle, y de mis ojos/ huya el futuro, acudirá a mi mente/ vuestro recuerdo”.

Los años que pasó Leopardi, oculto, abandonado, sin amor y sin vida en la casa paterna, le llevó a concebir los goces y bienes como algo simple; todo esto le lleva a una de las sentencias más notables, ni siquiera el nihilismo más radical logró alcanzar tan nítidamente: “(…) Aburrimiento/ es tan sólo la vida y fango el mundo”. A pesar de toda esta visión y concepción que recorre toda la poética de Leopardi, encontrará en la literatura y la poesía propiamente, el camino para su redención última, sin maldecir el día de su nacimiento y morir contento, porque, dirá: “Yo el agradable estudio/ dejando a veces, y las arduas páginas/ donde mi edad primera/ y lo mejor de mi agoté en parte”. Si la vida de Leopardi se consumió en la soledad más radical, fruto de su aburrimiento por la vida y ver el mundo como un fango en el que se hunden todas las esperanzas humanas, criticará vehementemente toda existencia fútil y estéril: “(…) Si vacíos/ mis años son, y si sombría, estéril,/ es mi estado mortal, poco me quita/ la fortuna”. Así, Giacomo Leopardi, rompiendo la barrera del tiempo y las edades o las modas, siempre será el poeta del dolor, la vida solitaria, el sufrimiento, la muerte y el laberinto de una biblioteca, donde consumió su desgraciada y corta vida. Mors est quies viatoris, finis est omnis laboris (La muerte es el descanso del viajero, al final de todo el trabajo).

2.1.13

CONVERSATORIO ECUADOR-PERÚ, CON EL ESCRITOR CARLOS CALDERÓN FAJARDO

Afiche.

Librería Sabueso tiene el placer de invitar a Ud.(s) al conversatorio con el escritor peruano Carlos Calderón Fajardo


El evento será un acercamiento a su obra y firma de libros. Dialogarán con el autor invitado, los narradores ecuatorianos Sandra Angélica Araya y Miguel Antonio Chávez


Carlos Calderón Fajardo, obtuvo en 1974 el primer lugar en el concurso de cuento José María Arguedas. En 1981 ganó el concurso Unanue de novela con La colina de los árboles. En 1984 obtiene el premio Gaviota Roja de novela con Así es la pena en el paraíso. En 1985, gana el premio Hispamérica de cuento, organizado por la Universidad de Maryland, teniendo como jurado a Roa Bastos, Mario Vargas Llosa y Julio Cortazar. En el año 2006 fue considerado finalista del Premio Tusquets de novela en España con su novela El fantasma nostálgico.

Ha sido incluido en múltiples antologías del cuento peruano editadas en el Perú, Francia y Alemania. Es pieza clave de la literatura gótica peruana.

La cita es este viernes 4 de enero de 2013, 19h00
ISABEL CATÓLICA Y MADRID ESQUINA.
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