Desde tempranas horas una larga fila de jóvenes y no muy jóvenes entusiastas bordeaba el auditorio principal, incluso rebasaba hasta los stands de las editoriales. La espera y el ingreso confiscado por el parámetro de la edad eran tolerables porque tendrían la oportunidad de escuchar al novelista peruano más importante de nuestros tiempos, Mario Vargas Llosa.
A pesar que no todos podían hacer uso de la palabra para indagar sobre el mundo que les ha tocado vivir y resolver sus inquietudes, porque solo cuatro eran los escogidos. En los demás no había ilusiones perdidas, era de suponer que se veían reflejados y admirados por esos cuatro estudiantes universitarios.
Se trataba de Hernán Hernández (UPAO), Nicole Plasencia (UCV), Andrea Fernández (UPN) y Oscar Chumpisuca (UNT). A su turno cada uno de ellos, intervino con una solvencia y lucidez, que el público creía ya, que se trataba de aquellas ceremonias que rayan en la perfección de tener todo controlado, parecíamos estar participando de la ceremonia de los premios Óscar.
El conversatorio estuvo moderado por Christopher Acosta Alfaro, presidente de la 4ª FLT, quien luego de mencionar las pautas que debían seguir los participantes, dio paso a las primeras palabras de Mario Vargas Llosa, él un tanto preocupado y sorprendido por lo novedoso que resultaba este tipo de reuniones dijo: la literatura no convoca tanto a los jóvenes como a los adultos. Y esta vez estoy sorprendido, espero mitigar las preocupaciones de los jóvenes de hoy.
Acto seguido reseñó toda la convulsionada vida política social que se vivió en su época, en la que la única manera de hacer vida política era la clandestina.
De inmediato Nicole le pidió su opinión sobre la crisis económica mundial y la situación actual de nuestro país en relación a ella. A lo que Vargas Llosa dijo que el capitalismo no había fracasado, si no que la legalidad del sistema capitalista se ha trasgredido. Lo que merece una corrección profunda.
Luego, Hernán manifestó que el pensamiento y literatura vargallosiana, a diferencia de Nicole quien reconoció haberle servido para reafirmar su vocación, a él le sirvió para confundirla. Pasó de Derecho a Comunicaciones para no terminar como “Zavalita”, personaje central de su obra Conversación en la catedral. En su interrogante planteó ¿Qué influencia tiene el Internet en el campo concreto de la literatura? A lo que el novelista respondió: La verdad no lo sé, no creo que la literatura libresca desaparezca. El libro irá a un mundo de catacumbas. Esto no necesariamente será malo. Será una literatura menos elitista. Quizás ahí se produzcan textos minoritarios, pero de exquisita calidad”, refirió.
Por su parte Andrea manifestó su preocupación por la crisis medioambiental, citando una polémica columna que publicó por Vargas Llosa en el diario el País de España. A lo que Vargas Llosa comentó que este tema tiene posturas radicales, pero se quiere encontrar un mundo de identificación entre la sociedad industrializada y los que profesan la defensa medioambiental. Y eso es una utopía, señaló.
“No podemos sacrificar el desarrollo industrial, hay que conciliar de manera pragmática la preocupación por el medio ambiente y el acceder a la sociedad industrial” Ejemplificó este pensamiento manifestando: yo creo, sin embargo, que conservar la Amazonía tal como está es sacrificar el desarrollo del Perú. Y necesitamos dejar atrás la pobreza y la desigualdad.
Luego Oscar cerró el ciclo de preguntas indagando sobre el papel de los intelectuales en el mundo contemporáneo. A lo que es escritor comentó que hoy en día vivimos una devaluación de las ideas. Hoy prima el pragmatismo y se evita el debate. Atribuyó esta situación a los mismos intelectuales, citando como ejemplos terribles a Paul Eluard y Pablo Neruda quienes fueron estalinistas. “Entonces era la voz del intelectual defendiendo lo indefendible, los intelectuales crearon una aureola significativa, pero solaparon otra aún peor”.
Ya casi al término, Mario Vargas Llosa recalcó la importancia que tiene el intelectual para la política, señalando que: es malo para la política que se vuelva un monopolio. La política tiene que impregnarse de los sueños, del pensamiento de una sociedad. El intelectual tiene algo que decir para el arte, para la cultura, es importante el baño con la realidad, la hace más viva, le aporta autenticidad.
En su intervención final Mario Vargas se mostró optimista sobre la situación que vive el Perú. Reconoció que nuestro país vive un buen momento en el contexto de América Latina. Tiene una vida democrática a diferencia de Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua. Es una democracia que está funcionando, en la que la mayoría no quiere alternativas entre dictaduras militares o revoluciones. Hay nostálgicos que piensan que Fujimori debe volver a gobernar y eso lo veo con espanto. Así destacó la viabilidad de la democracia peruana.
La noche cerró con la firma de libros, el novelista se dio el tiempo para atender a todo el público que estaba esperando. Autografió un total de 210 libros.
A pesar que no todos podían hacer uso de la palabra para indagar sobre el mundo que les ha tocado vivir y resolver sus inquietudes, porque solo cuatro eran los escogidos. En los demás no había ilusiones perdidas, era de suponer que se veían reflejados y admirados por esos cuatro estudiantes universitarios.
Se trataba de Hernán Hernández (UPAO), Nicole Plasencia (UCV), Andrea Fernández (UPN) y Oscar Chumpisuca (UNT). A su turno cada uno de ellos, intervino con una solvencia y lucidez, que el público creía ya, que se trataba de aquellas ceremonias que rayan en la perfección de tener todo controlado, parecíamos estar participando de la ceremonia de los premios Óscar.
El conversatorio estuvo moderado por Christopher Acosta Alfaro, presidente de la 4ª FLT, quien luego de mencionar las pautas que debían seguir los participantes, dio paso a las primeras palabras de Mario Vargas Llosa, él un tanto preocupado y sorprendido por lo novedoso que resultaba este tipo de reuniones dijo: la literatura no convoca tanto a los jóvenes como a los adultos. Y esta vez estoy sorprendido, espero mitigar las preocupaciones de los jóvenes de hoy.
Acto seguido reseñó toda la convulsionada vida política social que se vivió en su época, en la que la única manera de hacer vida política era la clandestina.
De inmediato Nicole le pidió su opinión sobre la crisis económica mundial y la situación actual de nuestro país en relación a ella. A lo que Vargas Llosa dijo que el capitalismo no había fracasado, si no que la legalidad del sistema capitalista se ha trasgredido. Lo que merece una corrección profunda.
Luego, Hernán manifestó que el pensamiento y literatura vargallosiana, a diferencia de Nicole quien reconoció haberle servido para reafirmar su vocación, a él le sirvió para confundirla. Pasó de Derecho a Comunicaciones para no terminar como “Zavalita”, personaje central de su obra Conversación en la catedral. En su interrogante planteó ¿Qué influencia tiene el Internet en el campo concreto de la literatura? A lo que el novelista respondió: La verdad no lo sé, no creo que la literatura libresca desaparezca. El libro irá a un mundo de catacumbas. Esto no necesariamente será malo. Será una literatura menos elitista. Quizás ahí se produzcan textos minoritarios, pero de exquisita calidad”, refirió.
Por su parte Andrea manifestó su preocupación por la crisis medioambiental, citando una polémica columna que publicó por Vargas Llosa en el diario el País de España. A lo que Vargas Llosa comentó que este tema tiene posturas radicales, pero se quiere encontrar un mundo de identificación entre la sociedad industrializada y los que profesan la defensa medioambiental. Y eso es una utopía, señaló.
“No podemos sacrificar el desarrollo industrial, hay que conciliar de manera pragmática la preocupación por el medio ambiente y el acceder a la sociedad industrial” Ejemplificó este pensamiento manifestando: yo creo, sin embargo, que conservar la Amazonía tal como está es sacrificar el desarrollo del Perú. Y necesitamos dejar atrás la pobreza y la desigualdad.
Luego Oscar cerró el ciclo de preguntas indagando sobre el papel de los intelectuales en el mundo contemporáneo. A lo que es escritor comentó que hoy en día vivimos una devaluación de las ideas. Hoy prima el pragmatismo y se evita el debate. Atribuyó esta situación a los mismos intelectuales, citando como ejemplos terribles a Paul Eluard y Pablo Neruda quienes fueron estalinistas. “Entonces era la voz del intelectual defendiendo lo indefendible, los intelectuales crearon una aureola significativa, pero solaparon otra aún peor”.
Ya casi al término, Mario Vargas Llosa recalcó la importancia que tiene el intelectual para la política, señalando que: es malo para la política que se vuelva un monopolio. La política tiene que impregnarse de los sueños, del pensamiento de una sociedad. El intelectual tiene algo que decir para el arte, para la cultura, es importante el baño con la realidad, la hace más viva, le aporta autenticidad.
En su intervención final Mario Vargas se mostró optimista sobre la situación que vive el Perú. Reconoció que nuestro país vive un buen momento en el contexto de América Latina. Tiene una vida democrática a diferencia de Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua. Es una democracia que está funcionando, en la que la mayoría no quiere alternativas entre dictaduras militares o revoluciones. Hay nostálgicos que piensan que Fujimori debe volver a gobernar y eso lo veo con espanto. Así destacó la viabilidad de la democracia peruana.
La noche cerró con la firma de libros, el novelista se dio el tiempo para atender a todo el público que estaba esperando. Autografió un total de 210 libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario