30.9.09

RESULTADOS DEL III CONCURSO LITERARIO DE POESÍA, CUENTO Y ENSAYO BREVE ORGANIZADO POR EL SEMANARIO EL BÚHO.


Basta de angustias. Las deliberaciones terminaron y no hay tiempo para más. Los jurados emitieron sus veredictos para cada categoría y los ganadores de nuestro III Concurso Literario de Poesía, Cuento y Ensayo Breve ya fueron elegidos. Les espera la gloria y el premio. Este viernes 2 octubre les serán entregados en la Feria Internacional de Libro:

En la categoría de Cuento:

La destacada escritora María Teresa Ruiz Rosas recibió el encargo vía Internet en su residencia en la lejana Alemania. El trabajo la sorprendió en medio de presentaciones de su más reciente novela La mujer cambiada pero se dio el tiempo necesario para la misión. Finalmente, su veredicto llegó vía e-mail a las 7 de la mañana (hora peruana) del día deadline, para unirse a las deliberaciones entre Eduardo Ugarte y Chocano, director del Museo de Arte Contemporáneo y uno de los promotores culturales más reconocidos de la ciudad; y nuestro editor Jorge Álvarez, representante de esta casa, quienes llegaron a un consenso luego del debate de rigor.

Finalmente, hubo unanimidad frente al trabajo ganador. “Noveno Piso”, el relato de un hombre devastado por una enfermedad que lo carcome y que decide resolver sus desdichas de un solo brinco, fue el elegido por la narrativa intensa de su autor, parapetado tras el seudónimo de “Nictólatra”. Enorme fue la sorpresa al descubrir que el cuentista era Luis Ormachea Azpilcueta, ganador de nuestra edición del año pasado. Lo justo es lo justo. Se determinó que otros tres trabajos merecían una mención honrosa por ser historias notables. Y para ellos también va la gloria.

Primer puesto: Luis Ormachea Azpilcueta por su cuento Noveno piso
Mención honrosa: Dennis Arias Chávez por su cuento El saca alma
Mención honrosa: Yuliana Carpio Acevedo por su cuento Postales en blanco y negro
Mención honrosa: César Augusto Álvarez Telles por su cuento El grito de las campanas

Categoría Poesía:

En Cusco, el poeta Luis Rodríguez Castillo recibía también por e-mail los trabajos presentados a concurso para analizar su calidad. Él, como jurado de la categoría Poesía, debía coordinar con sus colegas de pluma, Luz Vilca Mamani y José Gabriel Valdivia, quién era merecedor este año del primer premio. La elección no fue nada sencilla, ya que estos vates hicieron distinciones sobre la métrica, el ritmo, la intención y claro, lo intangible de la poesía, esto último a veces lo más bello de los versos bien escritos.

Nuevamente en el límite del tiempo pactado, los acuerdos llegaron a buen destino y los poemas fueron escogidos, entre ellos el que sería el número uno: el primer puesto de esta justa literaria. El título “Viaje sobre el nido del cuco” recordaba un poco a la notable cinta de Milos Forman “Alguien voló sobre el nido del cuco” y en medio de tanta presencia fantasmagórica, el seudónimo del ganador no podía ser otro que “Cooco”. Su verdadera identidad fue revelada y se trata de Grover Alberto Anco Silva. No, no es un fantasma.

Primer puesto: Grover Alberto Anco Silva por su texto Viaje al nido del cuco
Mención honrosa: Wilbert Mario Ccoto Tunqui por su texto Los alquimistas de la naranja emasculada
Mención honrosa: Kreit Mayer Vargas por su texto Alicortado

En la categoría Ensayo:

En esta edición de nuestro concurso, el jurado de la categoría Ensayo Breve fue el que más tiempo se tomó para deliberar. Tanto Patricia Salas O’Brian, como José Lombardi Indacochea y César Delgado Díaz del Olmo fueron los últimos en entregar su fallo. Pero no era para menos. Los debates fueron intensos sobre las características que reunían los trabajos. Finalmente, y en agotadora jornada, los jurados decidieron que este año el primer puesto se declaraba Desierto. Sin embargo, quisieron darle menciones especiales a dos ensayos: “Pasión y muerte de la Modernidad Hidalga”, escrito por WYZ y “Escribir desde el cuerpo” de Eros Andino, cuyas verdaderas identidades fueron descubiertas al abrir los sobres. Son César Félix Sánchez Martínez y Gregorio Torres Santillana.

Primer puesto: Desierto
Mención honrosa: César Félix Sánchez Martínez por Pasión y muerte de la Modernidad Hidalga
Mención honrosa: Gregorio Torres Santillana por Escribir desde el cuerpo

La ceremonia de entrega de premios será este viernes 2 de octubre, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Arequipa-2009, recibiendo los primeros puestos de cada categoría su respectivo premio de mil quinientos nuevos soles, además del aplauso de todos. Será una verdadera fiesta.

*Fuente: semanario El Búho.

24.9.09

MARIO VARGAS LLOSA ES GANADOR DEL PREMIO DE ENSAYO CABALLERO BONALD 2009


El escritor peruano Mario Vargas Llosa ha ganado hoy el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald 2009, dotado con 30.000 euros, por su libro “El viaje a la ficción”, una obra en la que analiza con profundidad la vida y la obra de Juan Carlos Onetti.

La decisión del jurado, adoptada por mayoría, ha sido hecha pública en la Casa de América por el periodista y crítico literario Fernando Rodríguez Lafuente, quien ha destacado que la obra premiada “recrea el complejo, inquietante y a veces perturbador mundo de Onetti con un ejercicio de gran intensidad crítica”.

Además de por Rodríguez Lafuente, el jurado que ha fallado el premio, convocado por la Fundación Caballero Bonald y la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, ha estado formado por Victoria Camps, José María Pozuelo Yvancos y Santos Sanz Villanueva.

*Nota e imagen tomadas de EcoDiario.

23.9.09

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES DEL SEGUNDO CERTAMEN DE POESÍA HISPANOEMERICANA FESTIVAL DE LA LIRA


CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES SEGUNDO CERTAMEN
DE POESIA HISPANOEMERICANA FESTIVAL DE LA LIRA
(Cuenca, lunes 09-viernes 13 de noviembre, 2009)


LISTA INVITADOS NACIONALES
• César Eduardo Carrión
• Efraín Jara
• César Molina
• Ana Minga
• Alexis Naranjo
• Vicente Robalino
• Galo Alfredo Torres
• Raúl Vallejo

LISTA INVITADOS INTERNACIONALES
• María Baranda (México)
• Mario Bojorquez (México)
• Antonio Correa (Colombia-Ecuador)
• Roberto Echavarren (Uruguay)
• Eduardo Espina (Uruguay)
• Tamara Kamenszain (Argentina)
• José Kozer (Cuba)
• Maurizio Medo (Perú)
• Soleida Ríos (Cuba)
• Raúl Zurita (Chile)

DOMINGO 08:

HOTEL CRESPO
10h00: Deliberación del Jurado de Premiación.

LUNES 09:

BAR LOS CAPULIES
16h00: Encuentro de invitados con poetas jóvenes.

MARTES 10:

SALA DE CONCIERTOS
10h00: Charla de los poetas: Ana Minga / Antonio Correa
Modera: Rosa Ávila
11h00: Receso
11h30: Charla de los poetas: Raúl Vallejo / Soleida Ríos
Modera: Jacky Verdugo

AUDITORIO BANCO CENTRAL
20h00: Inauguración del Festival

MIÉRCOLES 11:

SALA DE CONCIERTOS
10h00: Charla de los poetas: César Molina / Mario Bojorquez
Modera: María Rosa Crespo
11h00: Receso
11h30: Charla de los poetas: César Eduardo Carrión / Roberto Echavarren
Modera: Jorge Villavicencio Verdugo

LIBRI MUNDI
16h00: Firma de libros: Mario Bojorquez, Roberto Echavarren, Tamara Kamenszain, Soleida Ríos, José Kozer, Raúl Zurita, César Molina y Galo Alfredo Torres

RHIO LOUNGE BAR
19h00: Recital poetas: Maurizio Medo, Alexis Naranjo, María Baranda, Tamara Kamenszain, Eduardo Espina y José Kozer

JUEVES 12:

HOTEL CRESPO (Salón “El Alambique”)
09h00: Veredicto del Jurado (Rueda de prensa)

SALA DE CONCIERTOS
10h00: Charla de los poetas: Vicente Robalino / Maurizio Medo
Modera: Manuel Villavicencio
11h00: Receso
11h30: Charla de los poetas: María Baranda / José Kozer
Modera: María Augusta Vintimilla

LIBRI MUNDI
16h00: Firma de libros: María Baranda, César Eduardo Carrión, Vicente Robalino, Antonio Correa, Eduardo Espina, Efraín Jara, Maurizio Medo y Ana Minga

HOTEL INCA REAL
19h00: Recital poetas: Antonio Correa, Soleida Ríos, Mario Bojorquez, Efraín Jara, Roberto Echavarren y Raúl Zurita

VIERNES 13:

SALA DE CONCIERTOS
10h00: Charla de los poetas: Galo Alfredo Torres / Tamara Kamenszain
Modera: María Eugenia Moscoso
11h00: Receso
11h30: Charla de los poetas: Eduardo Espina / Raúl Zurita
Modera: Felipe Aguilar

MUSEO DE LAS CONCEPTAS
16h00: Dialogo sobre la poesía neobarroca hispanoamericana.
Participan: Roberto Echavarren, Eduardo Espina, José Kozer, Maurizio Medo, Tamara Kamenszain y Raúl Zurita
Modera: Jorge Dávila Vázquez

JARDINES DE SAN JOAQUIN
20h00: Clausura del Festival

18.9.09

ESCRITOR COLOMBIANO SANTIAGO GAMBOA GANA EL PREMIO DE NOVELA LA OTRA ORILLA


Anoche durante la inauguración del XIV Festival Internacional de Arte de Cali, fue entregado el premio ‘La Otra Orilla’, del Grupo Editoriel Norma, por primera vez a un escritor colombiano, el bogotano Santiago Gamboa, por su novela Necrópolis.

El jurado —integrado por el chileno Roberto Ampuero, el español Pere Sureda y el mexicano Jorge Volpi— escogió ‘Adiós, Jerusalén’ (cuyo título original es Necrópilis) de Félix Maldonado, seudónimo que utilizó Gamboa, quien lo tomó ‘prestado’ del personaje de una novela de Carlos Fuentes.

Gamboa, quien ha pasado los últimos 25 años entre Madrid, París, Roma y ahora Nueva Delhi, hace dos días regresó a Colombia como un profeta en su tierra a recibir el premio La Otra Orilla, que, además de su prestigio, este año entrega un premio de US$ 100 mil, posicionándose como el tercer más alto en lengua española después del Premio Planeta, cuyo ganador recibe US$800 mil, y el Alfaguara, que entrega US$170 mil.

Perfil

Santiago Gamboa (Bogotá, 1965). Estudió literatura en la Javeriana. Es licenciado en filología hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Cursó estudios de literatura cubana en La Sorbona de París. Desde su aparición como novelista en 1995 fue considerado como una voz innovadora de la nueva narrativa colombiana. Ha sido traducido a italiano, francés, griego, portugués, checo y alemán. Su novela Perder es cuestión de método fue llevada al cine. Vive en Nueva Delhi, India.

Libro por libro

La obra completa de Santiago Gamboa comprende los siguientes títulos:
• Páginas de vuelta (1995)
• Perder es cuestión de método (1997)
• Vida feliz de un joven llamado Esteban (2000)
• Todo Pekín (2001)
• Los impostores (2002)
• El cerco de Bogotá (2004)
• El síndrome de Ulises (2005)
• Hotel Pekín (2008)
• Necrópolis (2009) Premio ‘La Otra Orilla’ (inédita).

*Fuente: El espectador.

16.9.09

CARTA PARA ALBERTO VALCÁRCEL DE GLORIA MENDOZA BORDA

El vate en trazos de Víctor Humareda.

Arequipa, primavera del 2009

Hermano Alberto:
De ti tenemos esa magistral sencillez y respeto por el ser humano. Jamás sentí en ti la opulencia, el ego, jamás. Rara existencia en estos tiempos donde la crisis habita a muchos artistas y se llenan de ponzoña. Tú tienes un corazón de gorrión que canta a cielo abierto en la copa de los árboles. Tu cielo no es gris, es celeste. En tu cielo no hay nubes sino estrellas colgadas en los acantilados de tus nuevos libros.

En tus viajes continuos a esta ciudad te visité con la escritora española Lola Martínez que me obsequiara entre otros libros un sorprendente Las mujeres que escriben también son peligrosas por Stefan Bollmann. Del mismo modo te busqué con el escritor Richard Cacchione y su Rosa, te buscamos muy entrada la noche. Últimamente te visité con la extraordinaria poeta puertorriqueña Mayda Colón y su libro objeto Dosis que tomó como fuente de admiración a Carlos Oquendo de Amat. A ellos les diste tus libros. Te busqué con el joven narrador Christian Reynoso y muchos otros escritores de las nuevas generaciones como el poeta Carlos Quenaya. Entonces puedo decir, misión cumplida. Mientras otros poetas llegaban a esta ciudad en busca de Efraín Miranda, yo mostraba la imagen y la poesía de un hermano de mi generación. Yo quería que estuvieses bien atendido, me contacté con José Luis Ayala. Se consiguió. Misión cumplida, gracias Amarilis. Gracias poeta Erna Aros de Chile, me nombró mariposa mensajera porque yo era el nexo de saludos, cartas de preocupación, incluidos poemas dedicados a nuestro poeta. Gracias Winston Orrillo, gracias por tu llamada. Gracias Jorge Florez Aybar, por todo el respeto y admiración que le tenemos al poeta Alberto Valcárcel.

Pertenecemos a la misma generación de escritores puneños. Eres fiel amigo de los que conformamos al finalizar los 60 uno de los grupos más recordados de Puno, las Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat. Allí nace tu intensa amistad con José Luis Ayala, Omar Aramayo y otros. Una amistad que nos persigue como cuando me consterné al extremo el día que me contaste, que los demás pacientes en el Hospital tenían Televisión y tú no. Se había percatado de este detalle José Luis y a la noche siguiente la generosa Norita estaba en tu habitación con un Televisor recién comprado. Ese gesto de hermandad va más allá de lo cotidiano. Es una muestra de cariño más allá de la sangre.

Cuando yo terminaba colegio en Juliaca, tú nos esperabas en el Café Dorado, allí acudía con otras amigas para conversar de poesía, fue en 1967, todavía recuerdo el año. La nuestra es una hermandad limpia acompañada de otros poetas que transitan en busca de más palabras y otros libros; 42 años después supervive el Café Dorado en Juliaca, nuestros rostros ya no son los mismos, el espejo del lago nos ha cambiado físicamente, muy adentro seguimos siendo los jóvenes que buscábamos la tertulia, la amistad. Hace pocos años coincidimos en Juliaca tres escritores convocados por René Calsín Anco en un Encuentro Internacional de Escritores, la Municipalidad Provincial de Juliaca nos nombró Hijos Predilectos a tres escritores: Alberto Valcárcel, Carlos Calderón Fajardo, y la que te escribe. Nos dieron las Medallas de Oro a la Cultura. Así la vida pasa y nos entrega sorpresas. Muchas veces recordé que nosotros los poetas de mi generación nunca fuimos parricidas en la literatura. Respetábamos a nuestros escritores mayores como Oquendo de Amat, Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Mercedes Bueno Morales, Efraín Miranda, Luis de Rodrigo, etc.

Celebro a mi generación, aquella que deja una verdadera estela de una nueva poesía en la historia para Puno y el Perú.

Gloria Mendoza Borda (Poeta Peruana)


ALBERTO VALCÁRCEL (Por Erna Aros, poeta chilena)

I

Mariposa mensajera,
hay Chasquis, palomas, halcones,
aviones, barcos, carteros,
pero sólo una mariposa carga en sus alas un poema

Si hay mucho viento norte,
baja al jardín y refúgiate bajo un manto de violetas,
que no se mojen tus alas…
guárdate para llevar mi mensaje

II
Alberto, esta alevilla lleva a ti mis palabras,
será nuestra albacea y celestina…

III
No te caigas querido poeta
agárrate de mi mano
aún hay fuerzas para alzarte sobre
esta cornisa que nos da la vida.

Soy quien te envía un soplido de aliento
que me quedó escondido
dentro del bolso de cosméticos
ese día que regresé del nosocomio público

Ahí estaba la loca sidosa que no sabía
que su útero quedó en un frasco para los deshechos sanitarios.

La desvegigada orinando por un tubo
que termina en una bolsa plástica no eglógica.

La adolescente de aborto clandestino,
que no la dejaron tomarse la píldora del día después

La puta que se esteriliza para no parir hijos sin padres.

Y yo que salí enroscada, ahuecada de mi vientre,
después de pasar no se cuantas noches en la sala de las desuteradas
sin parir el hijo del hombre de mi vida

Todas sobrevivimos aquel dolor

V
Alberto, no me has enviado una palabra

Me contó nuestra mariposa que estabas muy cansado
y no tenías a mano la pluma de tus baladas
por ello el mar está furioso,
sus olas golpean una y otra vez mi playa.

Desde el balcón de mi palomera
se muestra la noche negra rota por los faroles de las calles
y sólo diviso la espuma de esa masa de agua
que como postal se abre entre los edificios que rodean mi morada.

En un momento llegó a mí
el ruido de tambores de los danzantes
que le bailan a la Virgen del Carmen por tres días
en una pequeña iglesia que esta en la población de los pobres.

Esos pobres que llegan con plegarias para sustentar sus vidas,
algunos danzan incansables expiando culpas leves
otros llegan arrastrándose hasta llegar los pies de la madonna
pidiéndole perdón, el milagro de la salud, la lotería
y mil cosas que sus almas dolidas necesitan

Me uno a ellos en el pensamiento y en sus peticiones.

Después me culpo
de ser una burgués feligresa que ora en la tranquilidad de su casa
acudiendo a lo divino sin hacer el esfuerzo de esos danzantes
y para expiar mi propia simpleza de creyente prendo un candil
en el pequeño altar que hay a la entrada del pasillo
dejando entre todos mis santos la luz que lleva tu nombre
en eso no miento, tu imagen Alberto
llena mis paredes.

Hemos muerto tantas veces
que una vez más, no importa.

No sé si ya ha pasado la noche, si es madrugada o amanecer

VI
No sé si ya ha pasado la noche, si es madrugada o amanecer
Me he dado cuenta hace unos minutos que los giros del
reloj no tienen importancia

Pasa un ebrio gritando palabrotas bajo mi ventana
mientras leo el mensaje de mi loco y bigotudo amigo Gastón
que dice “El maestro ordena
no morir lentamente a esta hora indescriptible”

Se me hace difícil acatar su mandato
porque siento Alfredo tu lucha contra la muerte

VII
Tengo escondido el tiempo
para cuando sienta que se va la vida sin poder contenerla
He guardado mil días dentro de un especiero de arroz
para llegar a ti poeta
un día manso
abrigando miradas resucitadas
y cantar bajo la garúa de otoño
en la plaza de Lima

Donde las hojas mutan del verde al rojo, del rojo al amarillo,
y caen
dejando desnudos los árboles y un jergón sobre la tierra.
Por ti caminaré descalza sobre ese manto
cubierta de hojas a tonos de otoño
que huelen a los días felices de mi niñez.

VIII
Dejemos que eso nos ocurra,

Llévame a bailar al bar de mala muerte
donde canta el ebrio que cruza por la calle
aun borracho hasta los tuétanos
las cuerdas de su desvencijada guitarra
expulsan consumados sones que invitan

Tal vez tu huesudo cuerpo
y mis ojos, origen de manantial cada ocaso
necesiten la fragilidad de un bolero
en la esquina del oscuro salón.
a veces la noche me permite la palabra
y me decida hacerte insinuaciones incorrectas
como escribir una línea,
una palabra tú, una palabra yo
con plumas de colores
hasta terminar la página de la noche,
hasta ver el alba

15.9.09

¿ADN PARA LOS RESTOS DE OQUENDO DE AMAT?


Descubridor de su tumba sugiere análisis para despejar la sospecha de que no pertenezca al poeta. Responden al escritor peruano que alguna vez insinuó que la tumba sería falsa y que no la certificó.

Carlos Meneses (Palma de Mallorca).

Como una sorpresa, no de las que causan furor sino de las que deprimen por el equivocado contenido, me llegó una revista universitaria cuyas páginas contenían una entrevista al profesor y narrador José Antonio Bravo. La revista (Qlisgen, abril de 1984 número 4) era de los años 80 pero me llegó 10 años después, y el motivo del envío eran unas declaraciones acerca de la posible falsedad del cadáver del poeta Oquendo de Amat, enterrado en el cementerio de Navacerrada, y que cuya tumba (solo un túmulo) descubrí en 1971, tal como cité en mi libro Tránsito de Oquendo de Amat (Inventarios Provisionales, Las Palmas de Gran Canaria, 1973). Me sorprendió que quien hacía esas manifestaciones hablara de este asunto muchos años después de lo ocurrido, y que arremetiera en mi contra por no haber cumplido con conseguir la certificación médica de los restos del poeta.

Lo normal hubiese sido que quienes dudaban de la veracidad del encuentro de la tumba de Oquendo se hubiesen dirigido no a mí si no a alguna institución cultural peruana. Yo como biógrafo de Oquendo había satisfecho mis expectativas de hallar la tumba. Lo de certificar científicamente si los restos que yacían bajo el túmulo que encontré y que meses después, gracias al INC se convirtió en una tumba normal, con lápida en la que se leían versos del poeta Enrique Porras Barrenechea, no me correspondía. Mi tarea de seguidor de los pasos de Oquendo estaba cumplida.

El segundo capítulo del descubrimiento de la tumba del poeta Oquendo se produjo cuando Arturo Corcuera vino de Lima con la misión de colocar la lápida y dejar una tumba digna de quien yacía bajo ella. Lo que nadie sabía era que Corcuera realizó la misma comprobación que yo había hecho el día que encontré el túmulo, o sea, reunió a un edil del ayuntamiento de Navacerrada y al sepulturero de aquellos años (Oquendo fue enterrado en marzo de 1936) para que le dieran todos los datos necesarios que le permitieran asegurar, según esas dos personas, que el cadáver era del poeta. Esa doble comprobación alejaba muchas dudas.

No obstante si aún persistieran temores de restos apócrifos lo apropiado sería recurrir a un ministerio, a una entidad cultural, o a la propia embajada del Perú en Madrid para que haga la necesaria comprobación científica, que es lo que el profesor Bravo debió pensar antes de lanzarme el cañonazo de su acusación. He de señalar que llegué al cementerio de Navacerrada en 1971 gracias a que el poeta Cillóniz me brindó su auto y trajo al señor Bravo, que estaba de pasó por España. Por qué este último esperó años en elevar su protesta si podía haberla hecho de inmediato, y hasta haber manifestado su descontento cuando tras el descubrimiento de la tumba tomamos un café en un sitio cercano a Navacerrada y conversamos acerca de qué hacer para transformar el túmulo en tumba.

Si se trata de hacer la certificación de que el cadáver es verdadero, la familia Oquendo, que es mi familia, no vacilaría en sumar su solicitud para que se realice la comprobación. A nadie se le ocurrió que el INC, cuando envió al poeta Corcuera con la misión de colocar la lápida (yo no fui invitado por un error en mi dirección), también podría haber realizado ese análisis médico. Pero esa posibilidad está vigente, por qué no realizarla ahora. El ADN ayudará a la comprobación y acabará con las dudas si aún están vigentes.

El dato: La tumba. Fue descubierta en 1971, en el cementerio de Navacerrada, que es un pueblo dentro de la provincia de Madrid, situado en la sierra, a unos 900 metros de altura. Oquendo de Amat llegó allí enfermo al sanatorio de tuberculosis.

Según la opinión de Cecilia Bákula (Directora del Instituto nacional de cultura), el INC sería un facilitador del ADN. La voluntad del Instituto Nacional de Cultura siempre será de apoyo a las gestiones e iniciativas de investigación cultural. Pero nadie ha solicitado ni ha planteado de manera formal e informal sobre el requerimiento de esclarecer con el ADN sobre los restos del poeta Carlos Oquendo de Amat. El INC sería un facilitador para coordinar las acciones para resolver el ADN. Creo que el Estado tiene el deber de apoyar este tipo de gestiones. No digo que el INC lo va a hacer, pero sí daríamos todas las facilidades para que se llegue a la verdad si hay duda sobre los restos de Oquendo de Amat.

*Extraído del diario La República (09-09-2009).

13.9.09

“TEORÍA DE LOS CAMBIOS” DE ENRIQUE VERÁSTEGUI POR RICARDO GONZÁLEZ VIGIL


VERÁSTEGUI VISIONARIO

Por: Ricardo González Vigil

Siempre deslumbrante, con la magia de la poesía fluyendo en sus palabras y en sus razonamientos (que incluyen fórmulas matemáticas) teñidos de imaginación y de explosión sanguínea, fusionando cerebro-corazón-lenguaje, Enrique Verástegui nos obsequia un nuevo poemario: “Teoría de los cambios”.

El autor atribuye el texto a un matemático chino del siglo XIII. Recordemos que su anterior poemario llevaba un título matemático y mencionaba a otro sabio de ese país: “Teorema de Yu” (2004). En consonancia con ello, “Teoría de los cambios” guarda una estrecha conexión con un clásico chino, al que Confucio profesaba tal devoción que manifestó su deseo de vivir más años para dedicarlos únicamente a su meditación: el “I Ching” o “Libro de mutaciones”, compuesto por hexagramas de líneas a las que se asemejan las de la carátula del poemario que comentamos. Sabemos que hace décadas Verástegui acuñó el título “Teoría de los cambios” para el formidable poemario finalmente denominado “Angelus Novus”; ahora, encuentra su lugar adecuado en un texto atribuido a un sabio chino.

La otra conexión mayor es con el “Tao Te Ching”, el libro central de la mística taoísta, a la cual alude expresamente Verástegui en varios poemas, reelaborando la capacidad taoísta para unir los contrarios y tornar absurdo todo afán de fijar nociones rígidas. Resulta crucial aquí (como ocurre en el diálogo entre Oriente y Occidente en los poemas de Pound y Octavio Paz) la valoración occidental del cuerpo, del componente físico (es decir, sometido a los cambios, según Aristóteles): “La mente está en la sangre —todo el cuerpo— y no solo en el cerebro […] El cuerpo es cosmos desatado. / Corazón y luna se equivalen tanto como cerebro y sol / mientras gramática y matemática rotan en la sangre” (pág. 13).

El aporte de Verástegui a la poesía en lengua española merece mayor reconocimiento que el que está recibiendo, ausente en pretenciosas antologías editadas en España en esta década (figuraba, en cambio, en las antologías de los años 80 y 90, aparecidas en México y diversos países). Numerosos poemas excelentes de “En los extramuros del mundo” (1971), “Angelus Novus” (2 tomos, 1989-1990) y sus otros libros lo ungen como una de las voces capitales surgidas en los años 70, acaso el más dotado y complejo en niveles discursivos y recursos expresivos.

Ninguneado, Verástegui nos interpela: “Florecí más que nadie / pero perfidia cayó sobre mí, / doblándome como una flor, / herrumbrándome, y fui silenciado. / Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la vida, / ¿no dan ganas de llorar?” (pág. 33). Pero el tiempo es el mejor crítico literario; hará justicia a su inmenso talento poético.

ILUMINACIONES

En griego, “teoría” significa “visión”. Fiel a su matriz poético-científico-filosófico-profética, esta teoría de los cambios despliega una visión fundamentalmente poética, pero también matemática, epistemológica y mística. De un lado, una óptica mayor de la poesía moderna occidental: el poeta vidente de Blake, Hölderlin y Rimbaud. De otro lado, una comunión con la cultura china: Verástegui como traductor de un matemático del siglo XIII.

*Tomado del diario El Comercio (31-08-2009).

CÉSAR HILDEBRANDT: RECORDANDO A CALVO


RECORDANDO A CALVO

A diferencia del Ramón Sijé de Miguel Hernández, que se murió como del rayo, César Calvo se nos murió como de un trueno. Del trueno de la palabra airada y del amor que se grita desde la ventana.

La poesía de Calvo sólo quería oírse. No estaba escrita (o dicha, o garabateada, o despilfarrada en una tertulia) para los críticos sino para la música.

Hay poemas de Calvo que parecen sinfónicos y otros que son como piezas de viola de gamba de Bach: sus referentes son la propia sonoridad, el vasallaje puro de la palabra que no le debe nada a nadie sino a la furia y al ensamble arbitrario.

Era poesía galopando en endecasílabos, poesía en combate de armonías y, como toda verdadera poesía, no abría ninguna puerta ni disimulaba ningún concepto: iba resueltamente a la nada y al viento, que todo se lo lleva menos el recuerdo de lo que nos emociona.

Contra el hábito de la poesía mensajera, contra los traductores inconfesos de Pound, contra el prestigio de las telarañas, Calvo era ibérico sin complejos y sonoro (y hasta vacío) como una múcura. En Calvo había un sonero de alto vuelo y un mujeriego insomne que podía volar a ras del suelo.

Y en su poesía había sexo y toallas, sombras de cacerías y postdatas salobres dichas sin disfuerzo pero con grandeza. Ésta le era natural y por eso no ofendía. Calvo era una fuerza que sólo el Perú pudo, al fin, prematuramente, derrotar.

¿Vivió en el exceso?

Bendito sea. Pero vivió a más no poder. En un país de estatuas y pusilánimes de todas las pieles, el charapa Calvo zurcía sus estrofas sin tener miedo de llamarlas estrofas y buscaba a la mujer en las mujeres con el mismo sentimiento de fracaso con que, al final de sus días, llamó a algunos de sus amigos.

La vida no tiene sentido y eso Calvo lo sabía con la certeza de los iluminados. Y como no tenía sentido había que embriagarse en su misterio, y, en su caso, embriagarse de verdad, sin misterio y con resaca.

Calvo esperaba cada mañana como si fuera la última. Y era la última. Y escribía porque le salía de los cojones, no de la astucia ni de las ganas de posteridad. Escribía no para salvarse sino para consolarse con esa música con la que siempre se iba a otra parte.

Y tuvo la ironía estentórea de morir de septicemia en el Perú de Fujimori. Y morirse sordo en un país donde ya nadie parecía hablar. Calvo no escuchó, entonces, los gruñidos de la década pasada: suerte olímpica de Baco sanmarquino.

Dicen que, enfermo terminal de los oídos, sólo escuchaba sus propios borborigmos y goteos, el atoro de sus fluidos y la marcha lenta de su máquina anegada. A él, prisionero de las músicas, le fue dado oír sólo el idioma visceral de su decadencia. Hasta en eso fue único.

Y ahora los dejo y me voy a leer Ausencias y Retardos, el más leve de sus libros, el que más quiero.

*Tomado del diario La Pr1mera (12-09-2009)
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