11.1.09

FÁBULAS DE CASTELL DOS RIUS: POEMAS DE JUAN WILFREDO YUFRA


Advertencia

Los textos que siguen han sido escritos conservando algunos rasgos de la oralidad y del momento en que fueron “realmente” concebidos. Se siguen algunas pautas formales propias de mi concepción poética y de mi imaginario. Se ha modificado —para Internet— algunas cosas que aparecen en la versión impresa. Las fábulas están dedicadas al gran Vladimir. (JWY).

A Vladimir Herrera

Es el mundo de las palabras lo que crea
el mundo de las cosas

Dylan Evans

El signo representa algo para alguien
Jacques Lacan

Contra el viento el poeta nada puede
Manuel Scorza

Introducción

Roa Bastos decía: “Las palabras no son de nadie”
Juan Octavio Prenz: “...a la palabra no hay que hacerle
levantar la cabeza...” —o algo por el estilo
En realidad
Prenz dijo: “con la palabra hay que ser cruel”.


Historia del signo

1

Por aquellos años uno trazaba con tiza
algo en medio de las cosas
se recuerda el título encima / subrayado
con letra strip
al fin y al cabo con tiza
La idea era esconder sobre el follaje de líneas
esta perenne palabra
ahora difusa - demás
sobran itinerarios / medios escritos
que sustentan su origen
pero ahí / en esa ruta
esa voz
viento extraviado / desolado en las tejas
golpeando el suelo la mirada
un pájaro / nadie entiende
nadie observa las piedras que surgen imprecisas
pero ovaladas
incandescentes / ocres
pero nubladas
(así —con rima consonante— a 3,876 msnm)


2

Curvas / un nudo en el horizonte
en nuestros ojos / sólo cerros
a veces una cruz: una serpiente
atrás va quedando su cauce su esqueleto
una excusa difícil de contradecir


LAS FÁBULAS

1

Sus pasos crean algo más que una huella
algo donde caben estas palabras que se arriman
y porque el sujeto así lo quiere
el sujeto —claro— sentado —viendo disiparse un poema
pensando en alguien que camina
por algún sendero o gruta
coge algunas ramas de olivo y otra vez observa la quebrada
no hay un Ojo cerca —sólo mosquitos
ese alguien —que camina—
gira y se olvida del todo
no recuerda el viento que mueve la arena de su boca
no puede ya soñar con aguas turbias ¿para qué?
sólo escribe: Sus pasos...


2

Estas peñas son las mismas
ha variado la mirada
el aire que cruza
Cada pieza contiene una mano sumergida
ese animal avanza husmea / cree leer
una señal opuesta al sol
no tiene idea que su lengua se enreda
que tropieza y balbucea sólo algunas olas
nadie ha visto ese hocico, esa mueca antigua
esa forma de ser espantapájaros
ese gesto de evitar unas palabras e inundarlas


3

Cae
al fondo de su propia lengua
con los ojos cerrados sueña —inseguro
—su memoria es un montón de algas—
no es nada se dice a sí mismo
no se crea que esto lo invento


4

Sea esto
el ruido que sólo cesa
alrededor de los queñuales
Sabrás llegar
con los primeros signos del crepúsculo

Hacer un alto
hablar de esas cosas

(al menos no dirán que fuimos inmortales)


5

Sólo unas ramas al borde de lo que quieras
y así
entre ellas —unas mujeres
desoladas
trazan con sus dedos —en la tierra— una línea
¿no pueden hacer otra cosa?
sus ojos han dejado de ver algo que aún persiste
en el suelo


6

No hay por qué escribir ahora...
—Ellos nos devuelven cuerpos varados
Ya sabes cómo son las cosas
abre un poema y punto


7

Después de tantos años por fin nace
el silencio no lo carcome por dentro
líneas abajo es su destino


8

El pez —desde luego— ha girado con desconfianza
divisa el anzuelo
la duda —esta vez— atraviesa todas sus ansias
observa algo que se mueve fuera de su alma
no lo cree y se va —raudo
a los cielos


9

Donde hemos puesto a secar los pescados —hace años
entre los cables que se lanzan para sujetar las palabras
el poeta se tiende en el suelo
A ver qué pasa… (lo dice en silencio)

uno no sabe cuándo el viento arranca
el polvo de los árboles
(eso está en la lista de lo que menos importa)
los cerros crean sus propias piedras —les digo
pero no me creen
nadie precede al viento, lo sabes


10

Quizá escribir o recordar las primeras palabras sea la excusa
una calamina se agita en el techo
Trato de impedir
con las manos / tu cuerpo que vuela sin rumbo en mi memoria
Tu llanto / tus ojos extraviados en mi piel: en su silencio
en la sombra que hacen los árboles del hospital
Todo ello en el alma de algún modo que no se puede describir
o coger con herramientas contemporáneas


Estás
como un pájaro que atraviesa la lluvia

por ahora eso me basta...


*De: Fábulas de Castell dos Rius / Juan W. Yufra. Ediciones del Triángulo / 2009, Arequipa - Perú (los poemas han sido tomados de La boca del sapo y la fotografía de aquí).

1 comentario:

filonilo catalina dijo...

Aciertos camarada
, saludos.
La laguna reclama al ficho,a rubén y a ficha.

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