30.11.11

JUEVES 1: PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE POESÍA “MUÑONES” DE ANDRÉS VILLALBA BECDACH


La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y Eskeletra Editorial se complacen en invitar a Ud. a la presentación de Muñones, del poeta ecuatoriano Andrés Villalba Becdach. Acompañarán en los comentarios los escritores:

• Huilo Ruales Hualca
• Juan José Rodríguez Santamaría

Lugar: Teatro Prometeo (junto al parque El Arbolito) Av 6 de Diciembre y Patria
Día: jueves, 1 de diciembre
Hora: 20:00 horas.


Sobre el libro:

Los cortantes pájaros que barajan la distancia con la guitarra de angus young: eso es lo hiperbólico de mis sagradas fructificaciones: el desorden Me detengo Esta imagen solo podría ser vivida por el Tush, que no puede abandonar en el silencio casi ningún pensamiento, es como si la culpa lo devorara y sintiera la culpa de dejarlos en el vacío de la orfandad Entre estos y lo que está por decir, y dice —el silencio conjura como un oscuro Merlín en contra suya y dentro de él se levanta un poblado de desgarros, adioses pronunciados a deshora, y sino un piano en perpetua sonata, De pronto, Villalba Becdach, el escritor irrumpe y sentencia: Hay que silabear al mundo en un ejercicio diáfano El Tush, su dioscuro, lo recuerda, y a veces camina sin dejar huella, su opción no es la de andar por un camino ni masticando el bambú de un barroco indigerible ni haciendo cola junto a niños iraquíes en búsqueda de visa para entrar en Disneylandia Construye otro, uno de planos superpuestos con sedimentos lingüísticos, muñones de memoria, fragmentos de frases suspendidas Lágrimas Las lágrimas no mienten: son niñas Y, extranjero de una lengua, tan paria que lo quiero llamar “compatriota” dil mio magro cuore, prosigue su edificación con un inusitado poder alucinógeno: Charlie parker vislumbra una verbena de cadáveres al fondo de cada botella y sabe lo que piensan las zancudos Cuidado lector, en estos “Muñones” el sexo solo es una emboscada de carnestolendas Máscara Él debe proteger su alma ¿Crees en hadas? Si usted cree, ¡aplauda! En “Muñones” el placer del presente es tan diáfano que recupera la infancia La palabra regresa a su dadá gutural para recomponerse y constituir un presente contradictorio entre el nihilismo y lo inefable Todo esto le diría tanto al Tush como a Villalba Becdach, pero, alguno de los dos, manipulando ese maravilloso invento de Steve Jobs , de seguro encontraría una canción en respuesta Y, los tres callados (Tush, Villalba Becdach y el autor de estas líneas) escucharíamos —a Los Babasónicos, esta vez: Me estiré para alcanzar una porción de la locura y así traer lo que a vos te es invisible, lo que nunca percibiste, lo que bajo tus narices nunca entenderías Pues, lo sabemos, entre el trapecio y una muñeca rota, y ya fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira.
Maurizio Medo


Muñones organiza una especie de habla titubeante entre la narración y la alucinación. Sus textos giran como peonzas que eludieran cualquier centro de gravedad, cualquier linealidad. Cuando Villalba Becdach escribe parece contar una anécdota que luego es interferida por un avasallador despliegue imaginativo. Así, uno parece estar confrontado a una escalera textual donde cada peldaño implica un paisaje psíquico diferente. Estamos, pues, ante un libro que se permite su propia mutación, que se quiere además puro transcurso, acumulado corporal de miembros imposibles. Todo parece tener cabida aquí: el slang, el gesto culterano, el sentido del humor dislocado y provocador, y los coqueteos con una poliglosia. Por eso, Muñones resulta a la vez original y próximo al frenesí caosmótico de este tiempo, donde esta escritura, se muestra como una de las voces poéticas más singulares aparecidas por estas geografías.
Juan José Rodríguez Santamaría

29.11.11

MIÉRCOLES 30: PRESENTACIÓN DE “ESPÍRITU DEL ALBA” DE SIMÓN RODRÍGUEZ


El Grupo Editorial Hijos de la lluvia se complace en presentar el volumen Nº 4 de su colección Letras de la poesía latinoamericana: Espíritu del alba, del poeta peruano Simón Rodríguez. La presentación estará a cargo de:

• Walter Bedregal Paz (Coordinador y Director de la colección)
• Boris Espezúa Salmón (poeta)
• Walter Paz Quispe Santos (poeta)
• Darwin Bedoya (editor)

Este evento se realizará el miércoles 30 de noviembre, a las 18:30 horas en el Club Kuntur, cito en la Plaza de Armas de Puno.

Los esperamos.

28.11.11

¿POR QUÉ UNA MESALTERADA?



Resulta que un día estábamos platicando sobre la manera en que los mexicanos somos tan dados a recibir, muy amablemente, lo que se produce en el extranjero: alimentos, ropa, accesorios de uso cotidiano como ipods y computadoras, películas, música, exposiciones, literatura, etcétera. Por supuesto no es nuestra intención dejar de consumir lo que nos guste de todo ello y mucho menos hacernos una capa con la bandera mexicana y enarbolarnos el cuerpo de nacionalismos férreos. En realidad lo que ocurrió fue que nos preguntamos: ¿Y la producción mexicana, a dónde llega, quién la compra, quién la pide, quién la necesita?

Particularmente en las cuestiones literarias —que son nuestras prioridades puesto que a ellas nos dedicamos en tanto que creadores, lectores, investigadores y difusores— nos preguntamos: ¿A quién influye o ha influenciado un autor, una corriente, un movimiento, una propuesta literaria mexicana en el extranjero? Porque una cosa es, nos respondimos, que algunos escritores extranjeros mencionen en algún prólogo, artículo o entrevista a Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Amado Nervo y Sor Juana; pero de ahí a que alguien haya aceptado alguna vez que ha leído, no un poema o una novela de los autores mexicanos “más reconocidos”, sino por lo menos la mayor parte de su obra y que ello les haya influenciado de alguna manera en su trabajo creativo, no tenemos noticias o registros.

Y curiosamente, los escritores mexicanos no se cansan de enlistar a los extranjeros de distintos países, épocas y corrientes literarias. A ellos les dedican estudios académicos, ensayos, artículos, reseñas e incluso hacen traducciones de su obra. Aquí es donde cabe volverse a preguntar: ¿y de los mexicanos, cuándo, cómo, en dónde, quién, se ha afanado de la misma manera? Por supuesto que ha habido encuentros internacionales de poesía; intercambios promocionales/literarios en el sentido de “yo te publico y tú me publicas en mi revista o en una antología”; ferias de libro en el extranjero donde se dan a conocer las “novedades literarias de los autores más renombrados en México”; pero, un diálogo verdadero, a fondo, creemos que no se ha dado.

¿Y por qué?, nos volvemos a preguntar. Pues porque, para empezar, quizá los escritores y estudiosos extranjeros no encuentran en México una “oferta” literaria que valga la pena de estudiarse, no se diga ya leerse, lo cual no debería sorprendernos si tomamos en cuenta que nuestro país —tal vez sin que lo notemos de manera consciente— se ha forjado a partir del reciclaje y de la reproducción de modelos económicos, políticos, culturales y artísticos de otros países.

Esto no tendría que ser terrible si hubiera una retroalimentación equilibrada de lo que se importa y se exporta, esto es, que así como en México el mercado editorial está abierto a autores y editoriales extranjeras, ocurriera un exacto viceversa. El problema es, y volvemos a la literatura, que la poesía y la narrativa mexicana (por mencionar sólo los géneros más “populares”) se han impregnado tanto de influencias extranjeras, que hasta el día de hoy no se ha registrado una propuesta estética literaria lo suficientemente fuerte, capaz de ser un referente más allá de las visiones circunstanciales —todo aquello que testimonia un momento histórico / social específico—; institucionales —todo aquello que se enlista en alguna de las nóminas de los grupos que se distribuyen el poder y los erarios públicos—; mediáticas —todo aquello que se muestra como “lo más representativo de México a nivel internacional”— y alternativas —todo aquello que se produce de manera autogestiva y se distribuye de mano en mano, en el mercado underground o en donde se les permite previo acuerdo—. En este caso la producción literaria es, en cantidad, igual o mayor a la institucionalizada, pero en ocasiones se vuelve repetitiva en el afán de dejar en claro su marginalidad, y difícilmente plantea una propuesta estética concreta.

Entonces, volvimos a preguntarnos, ¿qué ha pasado con los creadores de la literatura mexicana; por qué en la historia literaria hay un punto de fuga en el que los movimientos que trataban de surgir y plantear alguna estrategia esquemática distinta en el siglo XX no lograron tomar fuerza y cimentarse (pero no para instituirse permanentemente, sino para dar paso a su natural transformación / derivación / oposición); por qué, cuando la década de los setenta parecía ir marcando un buen camino en cuanto a pluralidad de propuestas estéticas en diversas disciplinas artísticas, de pronto hubo un tope, una especie de pausa, como un cohete que se arrepiente de culminar en explosión (como si alguien se hubiera dado cuenta de que la pluralidad es muy difícil de controlar y más vale jalar la cuerda y engavetar bajo llave todo lo relativo al concepto propositivo)? ¿Por qué seguir permitiendo que se avale la homogeneización, los métodos y modos a seguir, los cánones oficiales, el reciclaje?

Marco ya había planteado, en dos textos, gran parte de estas cuestiones (“Por una poesía evolucionaria” y “Poética de la inconexión”); sin embargo, quienes se interesaron por el tema y lo apoyaron diciendo que había que escribir y platicar mucho sobre ello, nos fueron dando pauta para que esta mesa surgiera, pues una de las opiniones constantes era: “el problema con los escritores y estudiosos es que no se dejan cuestionar, o se niegan a responder”.

Y tantas preguntas no pueden contestarse entre dos personas que comparten experiencias, críticas y visiones al respecto. Por ello decidimos abrir un diálogo con creadores, investigadores y comunicadores que tienen en común la diversidad de sus perspectivas. Y aceptamos la iniciativa de uno de ellos, Ángel Carlos, de que la discusión y el cuestionamiento se hiciera en la mesa de la casa, de forma tan natural como estábamos discutiendo sobre varios temas aquella tarde, pues no sería necesario un mantel de paño verde ni un señalador con nuestros nombres y mucho menos estar sobre un estrado para hablar, preguntar, escuchar, encontrar puntos en común y divergencias; proponer.

Finalmente, ¿por qué Alterada? No es que estemos planeando discutir a tal punto que todo derive en una gran pelea argumentativa. No. Lo que queremos es darle su lugar a la alteración en el sentido de búsqueda de un diálogo libre de prejuicios, inteligente, sin agresiones pero capaz de defender sus puntos de vista sin temor a ser reprimido.

Alterada, porque es necesario dar un salto de página y alterar, en el sentido creativo, crítico y de estudio, a la literatura mexicana y a todo el aparato que la rodea y de distintas maneras la manipula.

24.11.11

IV CONGRESO INTERNACIONAL DE TEATRO CONTEMPORÁNEO


Del 23 al 28 de abril de 2012
LIMA - PERÚ


La Universidad Científica del Sur organiza el IV CONGRESO INTERNACIONAL DE TEATRO CONTEMPORÁNEO, en el marco del VII Festival UCSUR de Teatro internacional en Lima, Perú, como un espacio para intercambiar reflexiones y propuestas sobre el papel de las artes escénicas en el contexto actual del Perú y el resto del mundo, y analizar su relación con otras disciplinas. Con la presencia de prestigiosos teatristas internacionales y del interior, se espera un enriquecedor diálogo en nuestra ciudad.

El Congreso contará con la presencia de algunos de los más importantes especialistas de diversas universidades del mundo quienes tendrán a su cargo las Conferencias Magistrales.

Interesados en participar como ponentes ver detalles en: http://www.cientifica.edu.pe/cultural/7festival

Último plazo de inscripción: 12 de diciembre de 2011.

Informes e inscripciones: congresodeteatro@ucsur.edu.pe
Tlf. 610 6400 (anexo 526).

20.11.11

17-18-19 DE DICIEMBRE: PERFORMANCE: POEMAS ENTRE PÁJAROS Y ÁRBOLES


El blog Laguna Brechtiana y la Revista Trafalgar Square invitan a la:

PERFORMANCE: POEMAS ENTRE PÁJAROS Y ÁRBOLES
17-18-19 DE DICIEMBRE.


Invitación a escribir entre pájaros y árboles (Javier Heraud). Performance. Poesía en el viento. Tinta china sobre tocuyo en albayalde entre los pinos de Ranhuailla. Celebración en la mañana de los años mil. Toda la poesía del continente sur junto a los brujos de la nieve estrellada. Tres días al alba de los caminos, las lagunas, los ríos. Tres noches de constelaciones y lluvia con las naves del corazón bebido. Tres noches sobre el caballo rubio de las horas. Todo gravado y publicado. No poses. No vaguedades. No increíbles. Chuchuhuasi. Traemos el mar del Callao a las montañas del Cusco. Traemos el mar de Barcelona en las nubes de Larrea y Vallejo. Llegamos al lago primordial de Nava y Churata. Trío eléctrico y caravana con teatrín y sueños. Y recuerdo de Carlos Trías, Raúl Brózovich, Osvaldo Lamborghini y Hector Libertella.

Lista de invitados:

Carlos López Degregori / Américo Yabar / Basilio Sánchez / Miguel Ángel Coletti Coletti / Carlos Estela / Edgar Saavedra / Pablo Salazar-Calderón / Vanessa Martínez / Carlos Calderón Fajardo / Feliciano Padilla / Omar Aramayo / Mauro Mamani / José Luis Velásquez Garambell / José Córdova / Kreit Vargas / Filonilo Catalina / Juan Carlos Lázaro / Armando Arteaga / Carmela Gutiérrez / Marina Schreiber / Alfredo Portal / Robert Baca / Bernardo Rafael Álvarez / Carlos Carnero Figuerola / Rosina Valcárcel / Carlos Alberto Ostolaza / Carlos Quenaya / Pedro Granados / Fredy Roncalla / E. Verástegui / Frido Martin / Jorge Flores Aibar / Juan Yufra / E. Vila-Matas / Cristina Fernández Cubas / Rodolfo Ibarra / Gloria Mendoza / Fernando Ampuero / Rafael Sender / Antonio Cisneros / Rodolfo Hinostroza / Carlos Velásquez Iwaki / Leo Tarifeño / Lolo Palza / Oscar Málaga / Elqui Burgos / José Carlos Cataño / Carlos Meneses / Santiago Lopez Maguiña / Rodrigo Quijano / Teresa Ruiz Rosas / Diana de Hollanda / Mauricio Electorat / Martín Horta / Miguel Paz / Álvaro Fischer Heredia / Luis Carlos Musso / Ángeles Martínez / Roger Rumrril / Luis Fernando Chueca / Magdalena Chocano / William Rowe / Willi Niño de Guzmán / Yoyo Manrique / Raul Tola (padre) / Rubén Quiróz / Mirko Lauer / Oscar Collazos / Harold Alvarado Tenorio / Alfredo Herrera / Toni Marí / Nicole D’Amonville / Rodolfo Hässler / Isabel Sabogal / Willi Hurtado de Mendoza / Maru Delgado / Raúl Gallegos / Nené / Gabriela Cuba / Camilo Torres / Leonardo Tarifeño / Juan Mezco / Carlos Hénderson / Abelardo Oquendo / Leonidas Zeballos / Mario Montalbetti / Domingo de Ramos / Juan Cristóbal / Vladimir Herrera / Helena Usandizaga / Jorge Kishimoto.

Recomendaciones: Traer ropa de lluvia. Los organizadores esperan en la escalerilla del avión o autobús. Se cuenta con alojamiento y comida. Vía e-mail: confirmar asistencia para viaje y entradas a Macchu Picchu. Confirmar asistencia para excursión a Puerto Maldonado. Confirmar asistencia para excursión al Lago Titicaca. (Las reconfirmaciones se hacen llegando a Cusco). Los poetas jóvenes traerán su bolsa de dormir. Las poetas tendrán habitación con baño. Los poetas mayores tendrán chimenea y pantuflas etc.

El e-mail es: aucells2009@gmail.com
Teléfono 084-226330. Celular 984986279. RPM # 0040013
Cusco - Perú.

19.11.11

FALLECE DANIEL SADA, GRAN NOVELISTA MEXICANO


El narrador mexicano Daniel Sada, considerado un orfebre de la palabra y un renovador de la novela mexicana, murió ayer a los 58 años en México, víctima de una enfermedad renal que lo aquejaba desde hace varios años y tras varios meses de vivir al filo de la muerte, entre hospitales y convalecencias.

El destino quiso que justo el día en que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, diera a conocer que Daniel Sada (Mexicali, Baja California, 25 de febrero de 1953), era uno de los ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en la categoría de Lingüística y Literatura, en un premio compartido con el escritor José Agustín, él muriera.

Sada era considerado uno de los principales impulsores de la literatura del norte, pero sobretodo es definido por muchos colegas, como creador de una geografía sin fronteras, sin ciudades, ni habitantes definidos.

* Tomado de EL UNIVERSAL de México.

18.11.11

ENTRE EL RUMOR: JESUS URZAGASTI


Por Iván Castro Aruzamen

Los tejedores de la noche (1996) de Jesús Urzagasti (Provincia del Gran Chaco, 1941) es una novela corta, o un cuento largo, en el que se postula de manera radical: la soledad del narrador/personaje. No es gratuito, entonces, que mientras éste redacta una carta sin destinatario concreto, nos diga: “mientras escribía toda la soledad de la tierra empezó a circular por mi sangre”.

Bien sabemos que la novela breve es un género privilegiado, porque goza de una extraordinaria flexibilidad narrativa, que favorece en gran medida, las licencias de lo fantástico; la narrativa latinoamericana cuenta con exponentes destacados del género: Juan Carlos Onetti, Para una tumba sin nombre, José Donoso, El lugar sin límites, Carlos Fuentes, Aura, Osvaldo Soriano, Cuarteles de invierno, Martín Adán, La casa de cartón, y más recientemente, el cumbiantero argentino, Washington Cucurto con toda su saga de novelas cortas como Noches vacías, Fer, Panambí, El curandero de amor. La novela de Urzagasti, se inscribe dentro de este género, por la economía textual, que no solamente se refiere a la brevedad sino, también, a la simultaneidad de los planos en los que se desenvuelve la trama de Los tejedores de la noche, bajo el epígrafe de la marcha paralela de ficción y realidad o viceversa. “En la casa real se dan cita los dolores del cuerpo y del alma y en su piso superior están los tejedores de la noche, cosa que no sucede en Buen Retiro, en donde uno sólo encuentra geranios crecidos y recibe en el rostro el viento nocturno, aunque en algún momento hubiera sucedido lo inevitable: que toquen el timbre”; este planteamiento de la novela, que puede ser en apariencia casual, en la medida en que el narrador/personaje, para poblar la soledad que le corroe, recurre a la ingeniería imaginativa como posibilidad de desahogo, inventando un espacio, que no por ser irreal dejar ser tan real como el mundo de los tejedores donde habita el narrador. Urzagasti es lector fiel de Cortázar y ha asimilado con gran talento las enseñanzas narrativas de Continuidad en los parques; pues, ficción y realidad corren paralelas en Los tejedores de la noche: “Y me fui. Dejé la puerta abierta y crucé el portón negro. Era medianoche cuando decidí caminar hacia la casa de los tejedores”.

El pasado y el futuro del narrador anónimo, de ese habitante simultáneo del primer piso de la casa de los tejedores y de Buen Retiro, se actualiza constantemente a través de la galería de personajes –sobre todo mujeres– que pasan de un plano a otro sin ningún sobresalto, a pesar de que el autor nos advierte que “la realidad acarrea muchos daños, (…) pero la irrealidad sino es mutuamente concertada puede provocar un escándalo existencial de cuyos resultados más vale no preguntar”. Así, la economía del texto es sinecdótica: cada dato alude a una historia más amplia, latente en la memoria del narrador; pero, también, esta economía de la narrativa de los tejedores de la noche, alude al detalle, la argumentación, las explicaciones, análisis de hechos, de modo que el lector es quien debe ir aportando resoluciones, porque todas las palabras están cargadas de implicaciones y alusiones (El canto de los gorriones —película de Sanjinés—, la revolución nicaragüense, la revolución del 52, la guerrilla de Teoponte, líderes políticos y de manera muy perspicaz, el poder: “El palacio de Gobierno es uno de los lugares más peligrosos de la tierra: allí nadie pregunta si la traición y la lealtad definen la calidad de las personas”).

Urzagasti, en Los tejedores de la noche, explotando al máximo el género de la novela por construirse, renuncia adrede a la articulación del texto como obvia, pues, asume una idea difícil, pero no imposible: la alternancia de los planos, el ficticio y el real, sometiendo la palabra a un peregrinaje brioso desde el texto y la capacidad analítica del lector, en ese sentido el libro, se sostiene sobre una estructura fragmentaria de los recuerdos del narrador, por eso mismo lo real y lo ficticio no se confunden ni se funden, más bien cabe hablar de una interacción peculiar.

Desde esta novela, el autor, ha logrado hurgar en esa interacción de los planos, el abismo de la soledad humana: “Entonces me fui a parar a la casa de los tejedores de la noche: un cuarto, una cocina, un baño y la soledad como fiel amante”. A diferencia de Borges, en Funes el memorioso, que termina derrotado por la desbordante memoria y esta a su vez lo arroja a la incomunicación y la muerte; la soledad en Urzagasti, encuentra en la imaginación el modo de eludir la incomunicación y, finalmente, la muerte, porque entiende que “el acceso al conocimiento profundamente solidario en algún momento pasa por la soledad total” y radical del ser humano.

La soledad en Los tejedores de la noche constituye, además, un trance hacia una visión que sostiene la incontaminación subjetiva de las cosas; la humanidad no sólo ha infestado y distorsionado la realidad a través de pautas volorales y antropoformizantes de los contextos; por esa razón, el narrador nos propone: “contar con una casa inventada, libre de basura y al margen de los sentimientos aviesos…”. Por tanto, la soledad ya no constituye un espacio de dolor, porque en la casa inventada (Buen Retiro) la luz, la oscuridad, la mirada, el amor, el sexo, no son sino otra realidad, al margen de la contaminación humana. Así, de manera gráfica, cuando los perros en la casa de los tejedores, dan fin a las plantas en el patio, el narrador logra salvarlas de la destrucción absoluta: “Podría haber trasladado —dice— las plantas adquiridas, en cambio decidí llevarlas a la casa inventada: en la azotea reciben sol y el tierno aroma de la noche”.

La novela de Urzagasti, presenta, tras su lectura y ante la soledad humana y la tristeza, quizá esencialmente existencial, un relato del poder de lo ficcional, capaz de reconstruir el precario estado de las cosas (realidad), iluminada por la magia de la imaginación; porque todos somos “de un modo u otro la escritura que exige una lectura final”, de una libertad figurativa, precisa y fantástica a la vez, que constituyen en la novela de Urzagasti, el entramado entre la vida y la ficción.

17.11.11

“EL OCRE DE LA TIERRA”, DE ROCÍO CERÓN, TERCERA ENTREGA DE “LA BIBLIOTECA DE GULLIVER”‏


Hace 3 meses que un conocido nuestro, el poeta español José María Cumbreño anunció la creación de Ediciones Liliputienses. Hasta la fecha ya tiene 3 publicaciones, de las cuales la última es de una poeta latinoamericana muy reconocida por estos lares. Publico la nota de prensa que llegó a mi correo anunciando (con mucha alegría) la publicación de esta tercera entrega perteneciente a “La biblioteca de Gulliver”, hoy, un día especial en el que también me entero que presentará los 3 títulos dentro de una hora en la Biblioteca Pública de Cáceres - España:


Queridos amigos:

Os envío la portada de El ocre de la tierra, de la poeta mexicana Rocío Cerón, tercera entrega de La biblioteca de Gulliver. El libro es una breve antología en la que la propia autora selecciona lo más destacado de su obra. Estoy seguro que será de vuestro interés, ya que la poesía de Rocío Cerón es de una calidad extraordinaria. Gracias por vuestro tiempo. Un saludo.

José María Cumbreño
Ediciones Liliputienses



Nota bio-bibliográfica

Rocío Cerón (Ciudad de México, 1972). Ha publicado los libros de poesía Basalto (México, 2002) por el cual recibió el Premio Nacional de Literatura de México Gilberto Owen 2000; Soma (Buenos Aires, 2003), Apuntes para sobrevivir al aire (México, 2005), Imperio/Empire, edición bilingüe e interdisciplinaria (México, 2009; República Dominicana, 2009); La primavera comienza muy tarde (Uruguay, 2010) y Tiento (México, 2010), entre otros. Obra suya ha sido traducida al inglés, finés, sueco y alemán. Desde 1996 desarrolla proyectos de poesía visual y desde 2007 imparte POLILAB, laboratorio de formatos textuales en soportes no convencionales. Web: http://rocioceron.blogspot.com


América*

Se llamaban Krusevac, ahora Cruz. Los edificios transpiraban. Era una isla o un monte cubierto por chozas. Cosa de hombres. Las mujeres guardaban papas, construían el mundo. Cosa de tiento insulso, se pensaba. Paisajes de tonada suave con acordeón de fondo. Astucia. Proa que acumula sal. Toma mi brazo, corta el ligamento: necesito dejar el gusto por el ajvar. Callaron las aves a su paso. Remo. En el fondo, los peces intuían. Algunos fosos guardan familias enteras. Pero ellas son salvas. Todas las lenguas de Europa desaparecieron. Tierra. El dulce de manzana no trae olor a clavo. Cada letra deletrea una estancia. Estas mujeres son mis madres. Desde ese día —América— la piel de mis mejillas es llanura.

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Todo exacto, piedra sobre piedra, bajo el estupor. Tengo adherida a la piel —planta del pie—, un nombre preciso, una esquirla dentada (aguijón o filo o tenso nudo), cristal a la uretra. Guardo una voz que es sombra, carta y anunciación: América se hunde. Hay una montaña o casa frente al mar que esconde un secreto. Manto, el desierto es manto. Se escucha una bestia colmada de fraguas: negros y blancos inventando heredad. Tengo en las manos un país del que he sido arrojada. Cinco millones de emigrantes caben en la cuenca de una sangre común. América es una madre que mata.

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Herrumbre. Contener el puño. La gravedad de las últimas hojas y la nieve. Escucha el resoplido insular. Tan lejos y cercano. El mar brilla para todos pero cerca del carbón sólo resta el miedo. Defendernos de. Acentos sonoros recuerdan a Siberia. Crudo, el frío. Pero en Siberia nunca llega el otoño. Aquí —casi temblando— hay que ir codo con codo. Aquel jardín o muro o tierra nueva. Hacer la América. Herrumbre: desde Portobelo y hasta la Patagonia. Acero sin distinciones. A ojo se hace el tiento. El polvo ensombrece las extensiones de tierra. Lentitud entre los pasajeros: pegar el oído al subte, algo se inflama. Algo ya marca el cuerpo.

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América es un desierto sonoro. Cazuela de ave levanta muertos, ají de gallina abre sosiego o trucha arcoíris empina rubias. Oscuras nubes modulan temperamentos de valle y bufeo. Crujido de lastras de Machu Picchu. —Oscuro oficio éste de ser santa. Yo tenía una tierra, me despojaron de ella, ahora hay un parque de diversiones: juegos replican la muerte y son la muerte. Algo en la vereda (zanjita, zanja devuélveme el tino, la cara cierta de mi tierra) es sepultura y nacencia. Aguachile que bulle en la quijada. Cacao herido que trae consigo tintineos de piedra. Cárcamo de agua de Tláloc, chacras marítimas de Manantiales. Cabo Polonio en mi memoria. Y la fuente que no deja de abastecer el mate seco, verdoso, que enjuaga la voz de la abuela.

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Dijeron que era hija del golpe, de los barrios donde los sones son lentos y carraspean las voces y los toneles de aguardiente se empujan sin trozo de pan; dijeron que era hija del desprecio, de esclavas, de amargas noches de cama entre soldados y cuerpos cobrizos; dijeron que era una mártir —estaban, están equivocados—, luego le dieron algo de espejos y algo de carne de cerdo, algo de nuevos nombres y nuevos apellidos; le enseñaron el uso de la rueda (ya conocía el cero); casi la mata la fiebre. Y de cada golpe ha salido más fuerte. Como el poema, América es una dura cicatriz en el cuerpo.

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La Hispaniola. Como si fuera la primera tierra. Que es. Y en ese recuerdo cupieran ya todas las noches de América. Rastro. El ron mantiene a los hombres embrutecidos, me digo. Mi abuela reza con el vaso de vodka junto, orar es mentirse a uno mismo, me dice, pero conforta el alma. Como el destilado de oro falso. Nacimiento. Como cadalso al que se entrega uno con la boca abierta, deseosa de alimento naufrago. Montar la oveja, me digo. Ahora los tenis Ducati, el floro que trae de gracia una hembra ke buena, las cadenas de oro al cuello, la camisa fina, la marca atrapando al cuerpo, gritando proveniencia. América se hunde, y nadie se ha dado cuenta. La otra América le ha chupado el seso.

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Dame un tostado. Una jerga que mantenga las cuerdas vocales de mi lengua. Quiero un trapecio. Flotar en él. Quiero la astucia que da la cafeína. Sumergirse en. La otra tierra. Galones enteros. Miles de litros de sangre. Quiénes eran y quiénes son. Todos situados sobre una cuerda. Precipicio. Desde las ruinas de la lengua una tesitura arrogante. Hay una franja de tierra sin nombre. En el fondo de la taza, me dice una gitana en el Parque Forestal, hay una imagen: hombre que aún recuerda a su hija. Detente, la otra tierra y ese perfil masculino que apenas resulta de las sombras. Serbia era cobijo —Atlántico— hoy es un lago. Idea del lago.

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De la tumba una flor. Plástico decolorado, tierra. Grobnica-París. De Europa sembradío nucas cisternas donde guardar vestigios. Neblina y carbón. Heno y draga, flotantes. Antes del roce sargazos, reflujo luminoso de rostros. Toda la familia astillada. Óleo de museo. Cementerio y nicho para ahondar en el nervio. Cauce púrpura, plantación de cuerpos en otros cuerpos. Cauterio. Atravesar el bosque: mucha fe en los labios. Ni el uniforme salva. Allá, en el Golfo de México, secretan zumbantes las aves. Caverna o cardo. Mar gasa, llave al pliegue. La superficie del agua recuerda a los muertos. —Desvanecerse, entre las arrugas de cada pliegue de la madre. Contenga el aire. Pulmón. Respire profundo. ¿Siente dolor? ¿Siente aquí, sí justo aquí? Es el miedo atrapado. Es América atada en cada corva. Astilla, flor recogida en Kalemegdan. Y en cada esquina la imagen de un jardín hecho de voces.

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Los platos vacíos. En el fondo, el campo de gravedad es el tono. El azul. No azul sino provincia y rastro, donde hemos dejado —Eleonora flotante a la mirada. Cielo. La mirada hace la patria. Su país se le ensancha se le gesta se le encima. América no es orquídea ni animal o pariente. Tersa era la voz de la abuela. América deambula entre franjas. Acarrea agua sucia. Retoña entre la mierda. América madre. América padre. Ofrenda algo. Ofrenda algo de cuerpo a la Pachamama. Entra a esta tierra y hazte un orificio en la lengua. Forma y pasaje en el sermón de las piedras. Nudo ciego entre ríos. Cordillera. Tu piel —Atacama & Sonora, es concentración, vueltas en círculo, cartografía y nudos. Siglo.


* Fragmento tomado del libro Tiento (UANL, 2010).

16.11.11

STEVE JOBS EN CALIGRAMAS: HOMENAJE AL DESAPARECIDO GENIO DEL “APPLE”


Hace poco cumplió un mes la partida a la eternidad de Steve Jobs, quien murió víctima de cáncer a páncreas. Los homenajes aparecen en distintas partes del mundo. No sólo se publican biografías sino también poesías.

El poeta peruano Rodolfo Rojas Villanueva (de la comunidad de San Miguel de Cuchis, distrito de Vilcabamba, provincia Daniel A. Carrión, región Pasco), además activista ecológico de Patria Verde de la región de Pasco, creó tres caligramas en homenaje a Steve Jobs: dos en el mordisco del logo de Apple y otro en el rostro del creador de iPhone, iPod y iPad.

Las creaciones artísticas están siendo publicadas en República Dominicana, México, Bolivia, Honduras, Venezuela, Chile, España y otros, vías Internet. También, hace poco el Diario El Peruano lo publicó.

En uno de los caligramas podemos leer: “Prisionero de tu sueño ‘Apple’ / Tu sacrificio abrió la puerta al siglo veintiuno: el iPod, el iPhone y la iPad / Ayer cerraste tus ojos y hoy los abres por los cuales ya percibimos un mundo celeste”.

En otro: “Hombre de la manzana terrestre ‘Apple’ / del tiempo limitado e ilimitado. Esta mañana, / cuando no estás al lado de tus amigos, / el mundo lleva flores a tu eterno sueño, […]”

Sobre la composición, el poeta pasqueño señaló: “Escribí los caligramas porque Steve es ejemplo de coraje, el cual nos anima a vivir la propia vida, de persistir en nuestros sueños para despertar con una realidad al que soñamos antes”.

11.11.11

LA POESÍA DE LUIS GARCÍA MONTERO


Por Harold Alvarado Tenorio

La Jornada de Puebla publica, para ilustración de sus numerosos lectores en la península ibérica, un compendio de sustanciosas, pero cortas, disertaciones de Joaquín Sabina, Octavio Paz [q.e.p.d.], Marco Antonio Campos, Juan Manuel Roca, Piedad Bonnet, Juan Gelman, Rafael Alberti [q.e.p.d.], sobre la obra del andaluz profesional Luis García Montero (Granada, 1958), candidato al Premio Nobel, Ciudad de Granada y Cervantes.

Luis García Montero militante del Partido Comunista Español y candidato permanente a algún cargo público por Izquierda Unida, aficionado a las carreras de caballos de sangre árabe, ha ganado enorme prestigio como poeta desde el día que su hermano Juan García Montero, militante del Partido Popular y católico practicante partidario que la religión incida en todos los aspectos de la vida cotidiana [Ver vínculo], se hiciera con los cargos de Teniente Alcalde, Concejal de Cultura y Delegado del municipio a la Televisión Granadina, controlando la colección Visor de Poesía [que ha publicado, sin derechos de autor, más de 200 líricos americanos], el Festival de Poesía de Granada, el Granada Hay Festival, los Premios García Lorca, Casa de América y Ciudad de Granada o la Residencia de Estudiantes de Madrid donde han colocado a su primo hermano Juan Muñoz.

Luis García Montero ha recibido numerosas coronas literarias [Premio Federico García Lorca, Loewe, Adonáis, Nacional de Poesía, Nacional de la Crítica] gracias a sus generosidades con prestigiosos vates, envejecidos o enfermos, en trance de crear alguna fundación o dejar alguna fortuna en derechos de autor, digamos Blas de Otero, Rafael Alberti, Jaime Gil de Biedma, Angel Gonzalez, pero fue condenado por la justicia a pagar a uno de sus colegas en la Universidad de Granada una indemnización de 3000 euros y una multa de otros 1800 por proferir insultos desde El País de Madrid contra el catedrático, mientras la esposa de Ángel González acaba de acusarle de deslealtad con la memoria de su marido y de pretender arrebatarle su herencia como viuda.

La Jornada publica para vergüenza de este relacionista del verso párrafos del cantante Joaquín Sabina [“Cómo no voy a quererlo si me sacó de una nube negrísima con el viejo paraguas cómplice de la amistad y la poesía”], un cumplido de Octavio Paz [“Habitaciones separadas, es la obra de un joven poeta, pero ya importante.”]; la cancelación de una letra de banco por Marco Antonio Campos [director de Difusión Cultural y la Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México, Premio Casa de América, Premio Diana Toscano, Premio Xavier Villaurrutia, Medalla Pablo Neruda]; otro pago de otra letra muy protestada por Juan Manuel Roca [Premio Eduardo Cote Lamus, Universidad de Antioquia, Casa de las Américas, Casa de América]; un extenso elogio [“La poesía de Luis García Montero quizá sea nostálgica pero no romántica. Su lenguaje es sencillo pero no simple”] de Dario Jaramillo Agudelo firmado por su carnala Piedad Bonnet, capaz de sacrificar un crío para salir en un diario, invitados permanentes de las festividades patronales de todos los pueblos andaluces; otro cumplido [“A este poeta andaluz, los ríos de Granada, le hicieron la boca”] de Juan Gelman [Premio Boris Vian, Nacional de Poesía, Juan Rulfo, Pablo Neruda, Reina Sofía, Cervantes] y por último una picardía de Rafael Alberti [“Suelo sentir algún temor de los poetas profesores, de ésos que diariamente son obligados a dictar clases a sus alumnos. A Luis García Montero no lo conozco en ese trance, ni me lo imagino”.]

Creador junto a una de sus réplicas más costosas, un tal Álvaro Salvador, y del intrigante Benjamín Prado y otros golem de la Poesía de la Experiencia, su obra se caracteriza por un extendido biografíame, teatral o seudo novelado, donde el personaje que habla cuenta recuerdos o deseos, acerca de la cual Gil de Biedma manifestó:

“Es lamentable, eso no existía en mi juventud. Nosotros no aspirábamos al éxito social con la poesía, era otra cosa. El mundo editorial ha cambiado la condición de los poetas, hoy es posible ganar fama y fortuna y seguir siendo muy mal poeta, hay cientos de premios, de concursos, de verdaderas canonjías, que terminan por fomentar gildas poéticas, camarillas mafiosas…Y ciertamente es una vergüenza que haya tanto admirador suelto por allí. Al principio me halagaba oír que me citaban por la radio o alguien se acordaba de un poema o una línea mía, pero una cosa es la gente o el lector común y otra el gremio de los poetas y los escritores profesionales, aduladores de oficio…”.

A lo que hay que agregar estas opiniones de Addison de Witt, en Crítica de poesía quien opina que:

“Es posible que en toda la historia de la poesía española no haya otro vate con mayor poder que García Montero. Apenas comparable con el que ejercía durante el franquismo el secretario del tirano y su primo hermano, mejor conocido como Pacón, que sometió desde su oficina del Pardo a todo cuanto poeta quería figurar en las comitivas hispanoamericanas de entonces. García Montero codirige la colección pija de una de las tres editoriales de poesía más grandes del mundo, controla el 90% de los grandes premios económicos y los festivales de poesía más importantes de España, maneja a su antojo los medios de comunicación de izquierdas y derechas, es junto al déspota Chus Visor un Virrey de la Nueva España en América Latina, con su grandísimo mercado atizado por ministros y gobernantes corruptos de bancos centrales hispanófilos, mientras cientos de pobres poetas acuden de rodillas y en romería a su regazo, estableciendo un criterio estilístico del cual no se pueden salir sus incondicionales y cierra las puertas con candado a quienes no se postran ante él… Y por supuesto tiene en su contorno un grupo de pelotas nutrido y considerable que deben alabar todos sus versos a cambio de las babas de la efímera gloria. Jamás un mediocre ha sido tan poderoso y a la vez tan peligroso para la poesía (en cuanto a su capacidad para fomentar la endogamia). Cualquier posible lector que llegue a la poesía contemporánea a través de García Montero, pensando que debe ser el mejor poeta del globo terráqueo dada la inflamación mediática, se dará de bruces con libros que alejan para siempre al lector y al poeta. Una “poesía” monótona, aburridora, carente de hondura lírica, con textos interminables, ahítos de ombliguismo, tedio y una ausencia de autocrítica que revela la incapacidad de un avivato para reconocer su enorme fracaso literario”.

10.11.11

“MORIDOR” Y EL SIGNO COMO BÚSQUEDA DEL SENTIDO


Por Fernando Odiaga Gonzáles

Moridor es un poemario que desde el título nos está hablando de un hábito constante de morir. Un morir que se convierte en una forma de vida a pesar de las continuas afirmaciones de vitalidad. La vida se encuentra atravesada por la expresión, por el aprendizaje, pero a esto a la vez es una práctica mortificante. El poemario se abre con una composición sin título y que se lee de corrido sin signos de puntuación, en ella el poeta dice:

“el que está dispuesto a soportar otro nombre otro lugar otra estirpe otro significado o tal vez una gran palabra es el moridor de la estética pacifista o turbulenta ambas a la caída del día extienden sus mares y esto empieza a tomar un modelo a seguir de reconstrucciones a través de asignar nuevas batallas a uno dentro & fuera entre la ilusión de decir todo o nada pero suplantando las oscuras causas para alejar la memoria de ese campo de acción generalizado y visto como el manantial donde empezaremos a emerger con el detalle de cualquier cosa haciéndose pronunciación y aunque las capas de maligno cubran los cuerpos de esperanza tomarán partido y no habrá postergación ahora que la naturaleza de lo creado es un signo de claridad”.

Encontramos aquí el hábito de nombrar las cosas, desde los objetos materiales de la realidad, las cosas que hay en la naturaleza y las que ha creado la técnica, hasta los nombres difusos, las valorizaciones y las valorizaciones de experiencia, relaciones, situaciones y contextos humanos, todos los cuales solamente se pueden recuperar y nombrar de una manera simbólica.

El rescate de los hechos cotidianos y la aparición de aquellas cosas que no tienen nombre, las apariencias humanas, el fruto de las vivencias de nuestra conciencia son para el poeta Willy Gómez la manera de recrear el sentido de la vida en el tráfico del desgaste cotidiano.

Gómez nos habla de “el moridor de la estética pacifista o turbulenta…”. La muerte, es en este texto, para el hombre, para el yo poético, una prueba de dolor, un soportar… y lo que se soporta en este caso es la enunciación, el lenguaje y la comunicación como hábitos mortificantes… “otro lugar, otra estirpe” condensan el vacío y el silencio que se produce al tender un puente a lo extraño, a lo que se enuncia bajo otra concepción del mundo y de las cosas, a la experiencia definida de otro universo cultural… el poeta muere en primera instancia cuando al abandonar su tierra, se siente un exiliado a la vez que un apátrida… para este moridor, el ser humano se reconstruye en la lucha… como lo que no te mata, te hace mas fuerte… la reconstrucción es aquí el planteo de una supervivencia heroica, una gimnasia agonal ante la guerra cotidiana con lo que no tiene nombre, el sinsentido, lo que aparece tal vez difusamente hermético y cifrado, los códigos de la alteridad, lo inestable que a nuestra percepción son los sentimientos de los otros, el otro en uno mismo, y sus sombras de desconocimiento, su silencio impenetrable, todas las envolturas de un cuerpo que quiere resistir, que no quiere ser vencido.

La afirmación de la esperanza en este poemario es la solución a la búsqueda del sentido, esta esperanza surge de un “tomar partido” según la frase del poeta en Moridor… bajo un signo de claridad, un tomar partido por la creación, la criatura y el creador, como formas de lucha contra la postergación, el tiempo perdido, tener la ilusión del todo para quedar después en la realidad con la nada.

En el primer poema “La hiedra en las paredes” se enuncia esta esperanza como un movimiento invariable en la cual está implícito un ciclo rítmico del tiempo que siempre retorna, como en el Eclesiastés, en Heráclito, en Los cuatro cuartetos de T. S. Eliot, en el eterno retorno de Nietzsche.

En este poema encontramos un casi aforismo donde la nutrición se opone al aprendizaje. Aquí vemos como para el poeta, aprender no es más que desarrollo, búsqueda de sentido con un ideal preconcebido, persecución de la meta, finalidad. La nutrición viene a significar por el contrario crecimiento puro, pulsión hacia el fortalecimiento, pero el crecimiento, el mero hincharse y alargarse en el espacio no conoce si en algún momento reventara o cuáles serán sus límites, qué le impondrá resistencia, contra que cosas chocara, no sabe en una palabra si en algún momento su crecer va a detenerse o simplemente comenzara a mermar hasta reducirse a nada. El poeta dice entonces: “El clima nutre y ha destruido la promesa de seguir aprendiendo”. Se afirma que el ponerse limites y contemplar importa menos que vivir simplemente, dejarse llevar sin saber nada del futuro y el poeta vuelve a decir: “si es una ilusión incontestable la hiedra que toma la pared, dentro carga el desenlace de no conocer hasta donde avanzara”.

En el segundo poema, “Algo tan superficial”, se enuncia en los primeros versos, la llegada de extranjeros al puerto, el moridor de la estética entra en el trance del contacto con “otra estirpe, otro significado, o tal vez una gran palabra” Tal y como reza el primer poema introductorio sin título de la p. 4. Algo tan superficial habla del amor de un marinero, de una amada que espera en los puertos y que desespera del retorno del amado, siempre en peligro de perderse en el mar, que también representa los brazos de otra mujer, o el naufragio y la tragedia: la desaparición, el no retorno que se transforma en tinieblas, la ignorancia de lo que habrá sido del hombre errante: “o en su cuerpo habrá dejado un pequeño camino al mar”, se enuncia en una oración muy poética y bella, como el ahogado flota sobre el tráfico de las aguas desiertas, siendo sobrepasado por el flujo de las corrientes en la superficie del mar. (v. en el mismo poema Algo superficial, p. 6). Al final Ella, la que no desea esperar “ese amor que siempre muere”, “que no quiere seguir aceptando el lujo de un hombre, viviendo en el mar”, la amada postergada, comparable a Penélope de la Odisea o a la china que espera al marinero cholo en Puerto Eten, en la obra de Mario Puga Imana, parece elegir el destino de Dido que prefiere morir a esperar el retorno de Eneas, como Alfonsina Storni, se une a la mar que le arrebata el amor, cayendo y ahogándose o tal vez flotando, la imagen es ambigua pues en el epifonema, Ella no se hunde, sino que "flota desde sus pies y adentro siente una respiración pacífica”. En una extraña fase de misticismo podemos comparar con la imagen sobrenatural de Jesucristo caminando sobre el agua para alcanzar la barca de los discípulos pescadores, Algo tan superficial es la imagen de las aguas por donde se deslizan los barcos y se ahogan los hombres, que tiene como si dijésemos una piel que tiene una resistencia mínima, y que a la vez se seca al calor del sol y se vuelve nubes; pero una recepción pragmática de los enunciados del poema nos permite leer que el poema esta bajo la simbólica del elemento Agua. La omnipresencia del agua y el peligro del amor perdido, ahogado o arrebatado por otra mujer, no dejan lugar a otra imagen contrapuesta que equilibre el ambiente del poema, hay solamente mar, no hay cielo, no hay fuego, no hay tierra, solo hallamos una mujer en un puerto, que se va por una callecita de lado “terminando de devorar la angustia de seguir aceptando el lujo del amor que vive navegando en la distancia” …en un momento en el poema, deja de haber aire, Ella… “pronto hablara atlántica, raspando la lengua de Sicilia” …una imagen geográfica que nos deja abierta la interpretación elíptica, ella no quiere ahogarse realmente, y perecer desesperada por un hombre que no vuelve, quiere alcanzarlo nadando a través de él, quiere deslizarse sobre el mar, tal vez como el milagro de amor más grande. Todos estos sentidos ambiguos, casi anfibológicos, nos muestran cifrada la esperanza de muerte y resurrección , de milagro de amor, de insostenibles ansias de unidad en el centro de la distancia nostálgica y la incertidumbre… la esperanza no está quebrada en el poema que comentamos, pero se hace una esperanza metafísica y existencial a la vez, la teología de este poema solamente alcanza el ámbito pagano de las deidades bajo el signo del símbolo Agua, pero deja abierto en el destino de la mujer que espera o desespera y se une al mar, la nostalgia a la vez de ese otro, redentor, místico, taumaturgo, el dios hombre, cuya sombra en el amado ha sido omitida por los azares de la vida Marina, por el abandono.

En el poema “El rulemán golpeado”, observamos ese gusto por la especulación poética, el sabor de abstracciones que aproximan el lenguaje poético a la sociología y aún a las ciencias políticas: “Suena una música letárgica y no es sino un movimiento de brazos de grúas levantando pértigas. Prosperan las construcciones”. Parece una frase sacada de documentos de prospección urbanística y nos remiten a desarrollos económicos.

Es tan solamente una envoltura, una manera de observarse desde fuera, una fisionomía de exteriores que es un pretexto para la interiorización, para dar paso a los retozos intimistas:

“El músico mayor parece cansado,
es gordo, con bigotes e hincha sus cachetes cada vez que su saxofón
percute ritmos oscuros.
Yo escribía hace años un ritmo de movimientos parecido. Aunque debo decir
que los otoñales de este año se le parecen
si vemos más detalles, más visiones de gran unidad
o la decoloración de los geranios en las bermas”.

Vemos de una descripción del ambiente se pasa al yo poético, a la instancia sicológica, y lo que se observa afuera es un pretexto para hablar o enunciar lo que pasa adentro, desde el músico cansado que percute ritmos oscuros, se pasa a la autocomtemplación: también el yo poético escribía en tales ritmos.

En este poema como en otros muchos aparece nombrado el geranio. Esta planta y su flor, conocidas científicamente como Pelargonium graveolens, tiene flores rosadas y sus hojas son más aromáticas que sus flores, se dice que su aceite tiene un aroma de rosa, de tierra, dulce, suave y seco; su nombre deriva del vocablo griego Geranus o grulla, y se le nombro así debido al parecido de sus vainas de semillas con el pico de la grulla. En los herbolarios tradicionales es considerada una planta con virtudes curativas y era especialmente recomendada para mantener alejado a los malos espíritus. De todos modos es un autor que recurre a los crisantemos, los claveles y las madreselvas. Sin embargo otro de los poemas donde se mencionan geranios es Asedios, uno de los últimos, en la página 77:

“El significado que designaban nuestras zonas rompía con sus liturgias y ponían delante de nosotros una corona de geranios”.

No podemos determinar cuáles son las razones semánticas, el rol que juegan la preferencia por estas flores, pero no olvidemos la constante del jardín y los niños jugando.

Los abetos, que eran consagrados a la diosa Hécate y que cumplían una gran importancia en los rituales druídicos a la diosa luna también son parte del imaginario vegetal de Willy Gómez.

En los siguientes textos, el yo enunciador se irá revelando como una interioridad, como una conciencia íntima, pasando ese yo al pronombre personal mí, pronombre de los llamados tónicos en su forma reflexiva. Este desplazamiento significa la aparición explícita de un tinte confesional, el yo poético actante es un abogado, un hombre que ejerce las leyes; nos encontramos con la sensibilidad de un hombre que ha estudiado en la universidad, se ha formado en una cultura general, la de nuestros valores occidentales burgueses, y que en algún momento hubiera querido estudiar otra cosa, y haber fracasado en el intento, tal vez por falta de apoyo de los padres. Las aficiones de los abogados cultos, su estructura existencial, la conformación de sus hábitos e intereses, son el objeto del trato poético. Entrevemos una epopeya individual o una Búsqueda del tiempo perdido.

El poeta no puede ser más personal cuando dice “Debemos cumplir la promesa de ir a Migliaro” en el poema “Juicios Apasionados” , de la p. 11. Esto a la vez configura la situación de identidades mixtas, trasnacionales, Gómez Migliaro, es en sí mismo, muchas culturas en su sangre, muchas palabras que nombrar, que inventar, que hacer suyas en el devenir de la vida, que a la vez por ser su herencia, vienen a configurar un canto que vuelve de afuera y su eco es recibido por lo profundo, el microcosmos del Hombre a caballo entre dos mundos, Europa y el Perú.

Pues bien, parece ser que la imagen del hombre, del abogado, del estudiante que se fue a hacer otra cosa, espera transformado en niño jugando con otros en un jardín, un jardín en el interior de la casa, como el jardín de Eliot en Los Cuatro Cuartetos, un jardín con pájaros cantando y niños jugando. El jardín de la casa a veces está en un lugar lejano del original, el yo enunciante, conoce las emigraciones, los destierros, los autoexilios del alma, los espacios del poemario Moridor, son varios países, por los que se viaja con la palabra y los significados a cuestas, a veces en un “país olvidado”, “había superado el paludismo”. Hasta aquí hemos encontrado un yo que es abogado y otro que es un marino errante.

La contemplación de la muerte es uno de los temas que también encontramos en este denso inventario cotidiano que es Moridor, El hombre evade a la muerte cuando tiene a la amada y sobrevive con ella, se siente sano y no le afecta la muerte ajena hasta más allá de pesares fugitivos, junto a la felicidad plena, ella y él retroceden y son como niños que quieren seguir jugando en el jardín al son del canto de los pájaros, el poema “Amargo Verano“ reza en uno de sus versos finales: “Pero igual, nos abrimos y dormimos juntos, pensando en un Dios ilusorio bajo el árbol de moras”.

Otro actante en el yo poético es un maestro de escuela, como el que nos habla en el poema “Entre luciferinos”, en este contexto el profesor recibe en una casa amigos para dar una fiesta. Vemos los mismos rasgos estructurales de los demás poemas, versos largos, que provocan un ritmo denso y moroso, por el efecto de la multiplicación de los acentos, el ritmo a veces tiende a acelerarse con versos más concisos y así se va perfilando una poética reflexiva que nos habla de la cotidianidad, del paso del tiempo, de la esperanza, de la búsqueda de sentido. En el caso del poema Entre luciferinos el referente es una fiesta de cumpleaños de la mujer amada por el yo del poema, donde se nos ofrece esa búsqueda de sentido en las visiones de los danzantes ebrios y enamorados como un modo de atrapar el instante; pero el instante cambia y nos impone una nueva visión: los boleros trasladan al poeta al Caribe y a la Europa cortesana de los tiempos de Provenza, el poeta vuela tras el origen del estilo galante, de las formas en que los seres urbanos buscamos el amor. El poeta se vuelve a ensimismar y deja la respuesta en suspenso, “Puede que te lo diga después. Me tengo que ir. Feliz cumpleaños amor”.

En el poema “Versión del amor”, nos topamos con un tributo a Antonio Cisneros y Rodolfo Hinostroza, menciones intertextuales, como Consejero de Lobo y Oso hormiguero, ambos curiosamente tienen en sus registros verbales el aire y la tonalidad de los versos ingleses tal como fueron consagrados al estilo de Eliot en La tierra Baldía y los Cuatro cuartetos. El poemario desde el epígrafe es un tributo indirecto a la poesía anglosajona cuyo último canto de Cisne está en el autor de Asesinato en la catedral.

En los poemas “Sin fecha de vencimiento” y “Hay dolor aquí adentro”, encontramos de nuevo el motivo de Eliot de los pájaros que cantan y los niños en el jardín. Ellos son para el poeta los únicos que son capaces de felicidad.

En el poema “El festival de la fe”, el yo poético exclama de un modo cínico, “La hermandad de los seres es esclavitud”, una forma de la indiferenciación de la persona, de la despersonalización a la vez que la impersonalización de nuestro ser íntima. Las relacionas deshumanizadas adquieren una visión opaca, no hay contornos definidos, no hay más que cosificación de las palabras y de los sentimientos. El amigo termina por sentirse objeto del amigo, de la amiga, de la esposa, etc.; del mismo modo es un objeto de sus padres, de sus hermanos... aquellos que buscaban a los dioses gritando: “¡dónde están los dioses!” y en la última imagen, el yo poético que había cometido la mayor soberbia, proclamar su desobediencia, quejarse, se apropia de la sabiduría de Lucifer, “incendiando el horizonte de los iluminados” frase de una contundencia que raya en la blasfemia; los iluminados, es decir, los poseedores de la verdad, los que en su misma carne son dios reencarnado, ven el cielo iluminado por los furores de un incendio, a ellos les espera un camino de fuego, su purgación del cuerpo yace en entregarse a la luz.

En el poema “Deshechos en el amor” el poeta enuncia otra voz, insistiendo en un destino de inconsciencia y banalidad, en la reafirmación hipócrita de la alegría, en la esperanza que es jugar en el jardín, dice: “Todo es lo mismo para nosotros / en nuestra gimnasia mental de ser felices” Todo el poema es un ritmo a la supervivencia, una sucesión de eventos que rayan en lo mórbido. El poeta nos termina diciendo: “Es tiempo de buscar nuevos amigos”, es la autoafirmación de un yo errante social, “Permitirás a ellos dejarte querer, y restaré importancia a las semejanzas”, del verbo del penúltimo verso, al del último ha habido una variación de la persona, del tú al yo, lo que de nuevo nos pone sobre la pista de una conciencia dialogante, un alter ego que acompaña las aventuras eventuales del yo poético.

“Lo que faltaba saber” es el poema que de nuevo usa la prosa como el caso del primer poema que abre el poemario, el uso de un tono testamentario indica una acción de prospección, una lectura de síntomas, después de los herméticos laberintos, donde la falta de estabilidad y permanencia son el símbolo de todos los eventos cotidianos que pueden ser poetizados, el cambio del yo a través de las cosas descubiertas, los fenómenos meramente mentales, la economía de los sentimientos. Uno de los versos finales dice: “el voto de no ser territorial define nuestra política nativa y nos hacemos a la muerte / y otro es el signo que a-sombra”, es una persistencia apátrida que envuelve los lugares y las cosas de las que nos habla el poeta, y se disuelve la vida, luego de asumir la muerte como destino, en el asombro diario, en la apertura, en la existencia de luz, porque podemos leer el asombro como una no-sombra.

Gómez Migliaro ha hecho una épica personal de su derrotero existencial en este poemario donde el signo es la búsqueda del sentido. Es una lectura de indudable sabor filosófico e intimista, de la que no hemos querido alcanzar todo para hacer más necesaria su lectura.

Moridor demuestra la pervivencia en nuestras letras de una preocupación por las razones vitales, por el motivo de los pasos que damos desde lo profundo del tiempo y hasta los días en que nos ha tocado conocer y sentir los jardines de la vida y sus pájaros cantores.

9.11.11

FESTIVAL INTERNACIONAL EN LOS EXTRAMUROS DEL MUNDO 2011


El Colectivo Sur-real y la Municipalidad Distrital de Imperial - Cañete, celebran la Tercera Edición del Festival Internacional En los Extramuros del Mundo, a realizarse el 11, 12 y 13 de noviembre en la plaza de armas del distrito. El evento contará con artistas de todo el Perú e invitados de Venezuela y Chile. Habrá presentaciones que van desde el rock, instalaciones artísticas, poesía, presentaciones de libros, exposición de escultura, pintura, video poesía y la participación de nuevas editoriales peruanas.

Esta edición contará con la presencia de poetas de Cerro de Pasco, Trujillo, Chimbote, Lima, Jauja, Ica, Barranca, Arequipa. Se realizará un conversatorio de directores de revistas literarias, se hablará de las ediciones, las nuevas propuestas, la edición digital y el papel de la literatura en la actualidad.

Este Festival es una actividad integradora que busca la participación de toda la comunidad. Sabiendo que no hay futuro sin cultura esta nueva propuesta del festival, viene confirmando la consolidación de una propuesta que, en sus inicios, estaba marcada por una fuerte línea en literatura. Transcurrido el tiempo, el arte, de manera más integrada y con más posibilidades expresivas, ha girado a una gama de propuestas más vigorosas.

Los esperamos del 11, 12 y 13 de noviembre, en la Tercera Edición del Festival Internacional En los Extramuros del Mundo, en la Plaza de Armas de Imperial, Cañete. El lanzamiento del Festival se llevara a cabo, el jueves 10 de noviembre en el Centro Cultural La Catrina: Piano Bar (Jr. Camaná 878 - sótano, entre Camaná y Quilca. Lima).

Erick Sarmiento Fernández.
Director del Colectivo Sur-real.
Organizador.



PROGRAMA OFICIAL (10 -11-12-13 DE NOVIEMBRE)

JUEVES 10

CENTRO CULTURAL LA CATRINA: PIANO BAR (lanzamiento del Festival).

8:01 p.m.: 1º Mesa poética: Gladys Mendía (Venezuela) / Kreit Vargas / Erick Sarmiento / Edgar Saavedra / César Chambergo / Giancarlo Huapaya / Pablo Maire (Chile) / Juan Pablo Mejía / Josefina Jiménez.
Lugar: Jr. Camaná 878 (Sótano) Entre Camaná y Quilca. Lima.

11-12-13 SE REALIZARAN EN LA PLAZA DE ARMAS DE IMPERIAL - CAÑETE

VIERNES 11

5:31 p.m.: Presentación del libro “El Perú entre el crepúsculo y la aurora” de Jorge Chois.
6:03 p.m.: Presentación de la novela “Asalto al cielo” de Germán Yactayo.
7:06 p.m.: 1º Mesa poética. Participan: Albert Estrella / César Quispe / Walter Toscano.
7:35 p.m.: Participación musical de D'MONIA Rock.
8:08 p.m.: Presentación del cuento infantil “Intentos” de Rocío López. Comenta: César Chambergo Rojas.
8:39 p.m.: 2º Mesa poética. Participan: Gladys Mendía / Juan Pablo Mejía / Kreit Vargas.
9:01 p.m.: Presentación de la Brevísima Antología Arbitraria Me Vibra: Chile Panamá, de la Colección de Antologías Vamos a Brillar mi Amor, Paracaídas Editores y Los Poetas del 5 Editora, 2011. Comenta: Juan Pablo Mejía / Gladys Mendía.
9:32 p.m.: La antropología dentro de la obra de José María Arguedas. A cargo de: Juan López.

SABADO 12:

10:31 a.m.: Muestra de artes visuales. Participan: Víctor Marcelo / Jairo / Toscano / César Chambergo Rojas.
5:37 p.m.: Exposición de libros de: Casa Katatay / Cascahuesos editores / Paracaídas editores.
6:02 p.m.: Participación musical de Miguel Olivares.
6:37 p.m.: Presentación del poemario Santería de Kreit Vargas. Comenta: José Córdova.
7:04 p.m.: 3º Mesa poética. Participan: Marx Espinoza / César Chambergo / Navale Quiroz / Giancarlo Huapaya.
7:37 p.m.: Presentación del catálogo de Casa Katatay.
8:01 p.m.: Participación musical de Karen Bernedo.
8:37 p.m.: 4º Mesa poética. Participan: Juan Carlos Lázaro / Diego Lazarte / José Córdova / John Martínez.
9:04 p.m.: Conversatorios de las revistas: Ego/ísmo - Ónice - Estereograma - Espartako - Piel de Kamaleòn.
9:36 p.m.: Video Poesía de: Diego Lazarte.
10:03 p.m.: Presentación de las revistas: Ego/ísmo - Lima Gris.
10:33 p.m.: Katatay. Ensayos visuales de la poesía de José María Arguedas. Curaduría: Karen Bernedo
Realizadores participantes: 1. Laura Batticani (Katatay/temblar); 2. Diego Fernández Stoll (Llamado a algunos doctores/Huk Doctorkunaman kayay); 3. Gabriela Flores (Jetman haylli/Oda al Jet); 4. Karen Bernedo (Túpac Amarukamaq taytanchisman/A nuestro padre creador Túpac Amaru); 5. Mauricio Delgado (Cubapaq/A Cuba); 6. Patricia Saucedo (Iman Guayasamín/Qué Guayasamín); 7. Teresa Cabrera / Carlos García (Qollana, Vietnam, Llaqtaman/Ofrenda al pueblo de Vietnam)
11:05 p.m.: Presentación de la novela Resto que no cesa de insistir de Julián Pérez. Comentan: César Chambergo Rojas y Jonathan Timanà.

DOMINGO 13:

10:31 a.m.: Muestra de artes visuales. Participan: Víctor Marcelo / Jairo / Toscano / César Chambergo Rojas.

NOTA: cubrirán el evento: Lima Gris y Red Literaria Peruana.

6.11.11

SOBRE LOS COMENTARIOS, PATALETAS Y ACUSACIONES DE MARIO BOJÓRQUEZ, UN LECTOR IMAGINARIO.


Por Maurizio Medo

Hace dos años, en el marco del II Certamen de Poesía Festival de la Lira, celebrado en la ciudad de Cuenca, la crítica y poeta argentina Tamara Kamenszain notó cómo la expresión de los discursos neobarroco y neobarroso venían convirtiéndose en algo “neoborroso”. Con el fin de aclarar este panorama confié a la editorial “Ruido Blanco” mi trabajo “País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979”. Su publicación originó que el poeta sinaloense Mario Bojórquez se indigne, sin reparar que en dicha publicación se consigna todo lo que reclama de manera airada.


Museo del Monasterio de Las Conceptas. Fines del 2009. En el marco del II Certamen de Poesía Festival de la Lira, evento al cual el poeta Mario Bojórquez y quien suscribe asistimos en calidad de invitados, se organizó una mesa sobre el neobarroco como una de sus últimas actividades. Tuve el honor de estar de panelista junto a poetas (y amigos) como José Kozer, Tamara Kameszain, Eduardo Espina y Roberto Echavarren.

En dicha ocasión, Bojórquez se puso de pie y sombrero en mano regaló a la concurrencia una improvisada performance en donde se esmeró en “demostrar” que el neobarroco había muerto como ¿movimiento?, ¿escuela?, ¿militancia?, ¿discurso “de moda”?, ¿cómo qué? No lo entendí bien, en eso acierta el joven Calderón, discípulo de Bojórquez. Sin embargo, la sola idea de que, en aquella ocasión, el poeta sinaloense haya “decretado” (?) (para poder decretar la persona ha de tener autoridad o facultades para ello) la muerte del neobarroco, resulta por demás absurdo. En todo caso, quien abogó por la “muerte” metafórica del neobarroco-neobarroso, preocupada por cómo ciertos tipos de escritura “imitaban” a la de estos poetas fue una de sus supérstites y máximas teóricas: Tamara Kameszain. Tamara se refirió a ello como algo “neoborroso” en lugar de neobarroso término acuñado por Perlongher para referirse exclusivamente a los poetas de Río de Plata o “neobarroco”. Nadie, como sostiene el poeta de Sinaloa y si no es él muy probablemente su fiel Calderón, “aceptó el reto de darle muerte”, pues en ningún momento fue planteado como si se tratara de una eutanasia.

En aquel evento, vale recordarlo y son testigos de esto Kozer, Kameszain, Espina y Echavarren, sin mucho aspaviento señalé que el neobarroco, en stricto sensu, es decir, de acuerdo con las escrituras de los poetas mencionados se trataba de un discurso superado por su condición de “clásico”, pues, como lo demuestro en “País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979”, el neobarroco, que parece obsesionar a Bojorquez, se había convertido en un flujo de lenguaje, el mismo que, unido a aquél otro de corte conversacional, había generado una serie de capas intermedia de lenguaje. Como puede leerse “País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979”: La escritura llegó, al menos para la mayoría de los poetas aquí reunidos, de una manera opuesta que para los del viejo canon: lo conversacional y lo neobarroco no eran más comportamientos estancos del lenguaje, paradigmas opuestos, fácilmente distinguibles uno del otro, sino que, más bien, sus entrecruzamientos e intersecciones, ajenas a todo tópico representativo, se constituyeron en flujos generadores de nuevas capas y sedimentos lingüísticos, yuxtaposiciones de uno y otro hasta borrar la última referencia de sus orígenes. Con la llegada del nuevo milenio, no hubo más un discurso, menos un estilo. La escritura aparece como mezcla y fusión, como asimilación de formas marginales nunca, o mucho antes, consideradas poesía.

Noches atrás, ya venía trabajando en este proyecto desde hacía mucho tiempo, hastiado como Tamara Kameszain, de la musiqueta epigonal que caracteriza la poética de algunos autores, empecinados en dar vueltas y vueltas sobre un tipo de lenguaje sí, el neobarroco al igual que un gato persiguiéndose el rabo, sin poder encontrar una SALIDA, hablé con el entusiasta de Sinaloa sobre la necesidad de “matar” estos tipos de remake, en una conversación que me fue bastante grata. No se crea que el café compartido con el poeta de Sinaloa fue una conspiración. Semanas antes de asistir al evento, me parece, digo, me parece, el poeta de Sinaloa había concedido una entrevista a Jorge Mendoza Romero en donde declaraba lo cito: Ahora has dicho "alteridad", que es una palabra que tiene mucho que ver con el trabajo que estoy realizando actualmente, el cual es un trabajo de crítica de la poesía latinoamericana. Pero voy a completar esta idea acerca de lo que José Kozer comprendió como en una revelación a partir de una conversación que tuve con él, poeta que admiro, respeto y con quien tengo un afecto, una amistad muy remarcable. Íbamos en un viaje. Estábamos en medio de un tráfico horroroso como los que se viven en nuestras ciudades, entonces yo le decía, "¿Kozer, cómo vas a hacer para cantar esto? Y él me respondía rápidamente, sin eficacia pero con rapidez: "Eso lo tendrás que cantar tú". Desde Luego Kozer, que es un gran poeta, siguió pensando en esto mucho tiempo después y dijo: "No, no es un asunto de Mario Bojórquez resolver esta situación. Es un asunto de todos nosotros." Yo debo pensar en ese problema. ¿Cómo voy a cantar la realidad? ¿Cómo voy a cantar el tráfico de la ciudad de México? ¿Cómo voy a poder cantar esta velocidad que estamos viviendo, estos nuevos tiempos? Y entonces en una entrevista que está haciendo junto con Maurizio Medo (este poeta peruano a quien admiramos y respetamos) él comenta: "En poesía, en América desde Brasil hasta los Estados Unidos en español, en portugués y en inglés, se están haciendo cosas maravillosas. Las nuevas generaciones: autores que van desde los veinte a los cuarenta años están realizando una poesía en la que están vinculando la poesía coloquial y una poesía de la dificultad. Una poesía que tiene una expresión barroca y por otro lado la coloquialidad. Eso es lo que estamos haciendo en poesía en América. La gente de hoy está tomando lo mejor que pudieron darnos los neobarrocos, empezando desde luego con Lezama Lima y siguiendo con otros magníficos poetas antes de llegar a los que son conocidos hoy. Pienso por ejemplo en Severo Sarduy. Entre los mexicanos, a doña Coral Bracho, pero antes de ella a don Alí Chumacero.

Efectivamente, eso es lo que estamos haciendo en poesía en América y eso, también, es lo que se recoge en “País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979”, pues, como señala Oscar Galindo “los elementos más renovadores de la poesía del período se encuentran definidos por la búsqueda de la superación del poema como unidad textual, para dar lugar a la noción de libro como obra abierta hacia la realidad y la vida; el conceptualismo puro no tiene lugar en el espacio de una escritura fuertemente marcada por el gesto testimonial y político”. Sin embargo, Bojorquez, quien, obsedido, parece encontrar el eco de Perlongher hasta en las canciones de Timbiriche, sostiene que “País Imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979” es un refrito de “Medusario”, su lugarteniente agrega que los valores (planteados en el libro), luego de enmendar la plana a su maestro, y contradecirse, declara: “La antología, sin duda, no es un nuevo Medusario, pero pensémoslo, sus valores siguen siendo los mismos. La visión de la poesía es la misma: discursos fragmentarios, polifonía, el poema maniatado como vehículo comunicativo, diálogo perenne con las vanguardias, supresión o difuminación del yo, progresión metonímica (enumeración sin ton ni son), búsqueda del sinsentido y el absurdo, el sabor a lo kitsch, problematización formal e intelectual del poema, la apuesta por la contingencia y lo imprevisto, aceptación de formas no perfectas… es lo mismo del Medusario. Pero más grave, es lo mismo del Octavio Paz de 1966 y aún de Lezama!! No es lo mismo pero es lo mismo.

A ver, el libro, lo he declarado más de una vez, no es una “antología”, no es solo “poesía” ni tampoco es latinoamericana, todo está explicado desde la carátula hasta en el prólogo. En segundo lugar, si bien a “País imaginario: escrituras y transtextos 1960-1979” se le apoda “por joda”, como señala Mario Arteca, “Medosario”, el libro es tan “pro-neobarroco” que recoge las voces de Martín Gambarotta, Edgardo Dobry, Edwin Madrid, Jerónimo Pimentel, entre otros, cuyos discursos nada tienen que ver con este movimiento, sobre el cual han mostrado una postura bastante crítica.

En efecto, Gambarotta, al responder a una interrogante de Mauro Libertella señala: En un principio, los noventa se definen como antibarrocos; vuelve el “realismo” y el barroco es una boludez. Pero después empezás a confrontarte con los textos y aparece “Cadáveres” de Perlongher. Y lees Austria-Hungría de él y en esencia está lo que después pasó en la poesía de los noventa. En ese sentido, no hubo una negación del neobarroco en su conjunto”.

Edgardo Dobry, otro de los antologazos, se manifiesta a través de una escritura y una línea de pensamiento que constituye una reacción ante los neobarrocos o neobarrosos, ampliamente difundidos en Río de la Plata en la década del 80. Edwin Madrid, “revela una búsqueda alejada de las modas culturales y las revisiones experimentales, y una posición incrédula frente a las teorías literarias que matan a la creación poética y que dan a luz textos secos, muertos, mecánicos, como las personas que los componen” (Astudillo, José Luis)”. Julio Inverso desdeña la “poesía gimnasia”, para concebir, de acuerdo con Luis Bravo, la poesía como una “actividad del espíritu”, y “cultivar la palabra en su poder de “volver real la belleza”, señalar el destino del poeta como el de un devenir en “centro radiante” que habrá de enarbolarse por el laberinto del mundo”, en concordancia con nuestro Bojórquez.

Podría así mencionar a todos y cada uno de los habitantes del País imaginario pero no vale la pena pues el provincialismo, como escribió Pound, es más que la ignorancia, es ignorancia más apetito de uniformidad y, especulo, hay poetas víctimas de este síndrome, incapaces de reconocer las diferencias entre uno y otro autor.

El poeta de Sinaloa me acusa también de haber “maltratado” (junto a unos 300 firmantes) a un grupo de jóvenes, entre el cuales se encuentra Calderón, todos antologados por la editorial Visor, en conjunto con otras cuatro editoriales en Latinoamérica, en un libro titulado Poesía ante la incertidumbre: Antología de nuevos poetas en español.

Tamara Kameszain, al referirse a la misma (Ñ de Clarín, 26/6/2011), señala que su tono anacrónico “parece más afín a un momento literario español que a las tensiones que atraviesa la producción poética latinoamericana...”, en respuesta de lo cual, un manifiesto señala ideas tales como: “En la poesía actual, ese camino supone oponerse a quienes tanto han trabajado para que la poesía se entienda, se humanice, se aproxime a la gente corriente. Si en la segunda mitad del siglo XX los mejores poetas de nuestra lengua abandonaron las liras y las torres de marfil, la poesía última, en busca de un nuevo camino, de una nueva actualidad literaria, se ha subido a un pedestal. En esta tarea se han visto legitimados por algunos poetas cuyos proyectos literarios fracasaron de manera estrepitosa precisamente por abrazar el barroquismo gratuito y la frivolidad de la moda literaria (…)”. “Queremos mostrar nuestra desolación ante esta dinámica que nos parece destructiva para la poesía porque conduce, de manera inevitable, a su deshumanización”.

El “virulento ataque”, mencionado por Bojórquez, se trata de una carta abierta en donde se consignaban “perjurios” tales como: “Las personas que firmamos esta carta creemos firmemente en esta pluralidad poética heredada a la que hemos tratado de contribuir activamente con nuestro propio trabajo y por eso nos mostramos resistentes a cualquier forma de cierre normativo. Creemos necesario alzar un muro de contención ante actitudes que pretenden reproducir debates que «ya» no son legítimos que, en realidad, nunca lo fueronporque representan en sí mismos una agresión a esa misma pluralidad conquistada, al trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes y que recogen de manera natural el legado incuestionable de los padres de la modernidad poética: del romanticismo inglés y alemán al surrealismo pasando por Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé. Ha costado mucho desterrar de nuestro campo literario el cainismo y la exclusión. No vamos a consentir ahora que vuelvan a reproducirse estrategias envenenadas similares. El debate de poéticas es necesario, útil el contraste filosófico, intelectual, en torno a la creación, pero siempre en el marco de un respeto escrupuloso a la diversidad y el disenso (…)”. “Así, queremos reivindicar la convivencia de poéticas, la pertinencia del debate crítico, la belleza de la pluralidad como alimento de lo creativo. Y rechazamos de manera frontal cualquier estrategia de apropiación, simplificación o reduccionismo literario”. Por ende, el poeta de Sinaloa pareciera ver molinos de viento donde, ni siquiera hay Quijotes y demuestra lo que él mismo rubrica:

Todos
tenemos una partícula de odio macerando sus jugos
enmarcando su alegre floración
su fruta lánguida.


La pregunta es, ¿odio hacia qué o quién?¿A la imposibilidad de contar con el aval para establecer su propio canon?, ¿Odio hacia toda forma poética cuya estética se aleje de la emotividad –no sé por qué pienso en Arjona- o de eso “simple” capaz de hacer del poema una lectura ad hoc para la celebración de quinceañeros, matrimonios, Bodas de Plata y otros eventos sociales?¿ Odio porque el grupo del poeta de Sinaloa, reunido en la antología “El oro ensortijado” vive convencido de que un “perverso e invisible poder los ha arrinconado como a una tribu de pieles rojas y les ha cerrado puertas para publicar y darse a conocer” (Lumbreras, Ernesto)? ¿O acaso tal como se lo pregunta mi buen amigo Adán Echeverría los poetas, aburridos en ocasiones, tenemos que denostar los ideales del otro para no llegar a nada, y tener el sano pretexto de escribir? Pareciera que el grupo del poeta de Sinaloa viviera decretando, como dice Teddy López Mills (poeta a quien respetamos y de quien somos admiradores), “esto no es poesía y, generalmente, la que aprueba el examen se asemeja a la que escriben ellos. La tradición se busca en los otros. Como si el conocimiento sólo pudiera ser autorreferencial”.

Agradezco al poeta de Sinaloa, a su lugarteniente, y sus ejércitos la atención dedicada a “País imaginario: escrituras y transextos 1960-1979”, sí un consejo, sería prudente leer el libro (en lugar del comentario de Mario Arteca escrito sobre el mismo) Debido a mis múltiples ocupaciones doy por concluida una polémica en la cual nunca participé, salvo para calmar la “partícula de odio” del poeta de Sinaloa, y si hice algo más fue con mi silencio. Si el agresor interpretó este como un desprecio a sus ideas, puede que no se haya equivocado.
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