Escribe: Boris Espezúa Salmón.
Leoncio Luque Ccota nació en Puno, en el año 1964, estudió en la Universidad Nacional Federico Villarreal, en la Facultad de Educación, especialidad de Lengua y Literatura, en 1990 funda el grupo “Noble Katerba” que reúne a poetas principalmente de raíces provincianas. Rodeado de una intensa actividad cultural Leoncio Luque edita en 1996 su poemario “Por la identidad de las imágenes” y en el año 2001 “En las grietas de tu espalda”, pero recientemente en ediciones del grupo de Noble Katerba a fines del 2008, nos obsequia el poemario “Crónicas de Narciso” y un texto que no es sino la muestra del trabajo poético que desarrolla el grupo Noble Katerba titulado: “Persistencia Vital” ediciones Casa Barbieri Editores. Como se evidencia se trata de un paisano nuestro que viene trabajando en el difícil oficio de la poesía y que puede estar logrando un sitial en el proceso de las poéticas que realiza Puno en el contexto nacional. Para conocerlo más centrémonos en su trabajo poético. Del poemario “En las grietas de tu espalda” que es un texto de viaje interior del poeta en caminos de interrogantes ante los estertores de la angustia y el conflicto donde él mismo se responde a través de crepúsculos que se desprende del revoloteo de una mariposa o la fulguración del agua que fluye entre el dolor y el amor, como seña la contratapa del libro. Es un conjunto de poemas que al decir de Enrique Sánchez Hernani: “Es una poesía de rara iluminación, la demostración de que en tiempos aciagos es posible buscar la luz”, podemos citar el siguiente poema: “Grietas”. “Se adivina la eminencia del miedo en el pico más alto / La cría de un pájaro es un insulto a la naturaleza / El insulto está más cerca en la queja que se repite cada día / y pesa tanto la bóveda en tu espalda / con esta nueva presa que viene del mar. Y pesa tanto el aire como el aleteo del mar / Y es imposible fabricar los nidos en estos lugares / que aprovechan los pájaros, para detener el vuelo / en la grieta de tu espalda”. En este poema el poeta se refiere a las grietas como vacíos existenciales, y más precisamente al desdén al referirse a las grietas de tu espalda, en un medio como Lima, los sentimientos y las vivencia provincianas son transmutadas en exclusión y burla, por lo que es difícil que el cargamento de las visiones a la naturaleza que tiene un misántropo como quien vive en ambiente como Puno, sean apreciadas por una ciudad que crea mas bien el miedo, el desdén y la confrontación. En los poemas que contiene este opúsculo, Leoncio Luque se referirá a esos cambios que deben de venir desde las esencias y las diferencias de este Perú escindido culturalmente.
Del libro “Crónicas de Narciso” que es la última entrega personal que nos hace llegar Leoncio Luque, reafirma una poesía de desarraigo, de una imprecación urgente por los cambios, del desconcierto que se vive en la urbe, que contrasta la propia identidad de personas como Leoncio expuestas a permanentes conflictos culturales y existenciales, dada su sensibilidad humana y provinciana, no ofrece concesiones a la alienación. Tenemos versos como: “Aquí somos dos entre varios colgados del cielo / luchando en el abismo.”(…) De nada sirve estremecernos y levantar las manos / la imagen del mundo con su metafísica conciencia nos mece en alabanzas de confusión. (…) El latido moldea nuestro llanto y nos persigue / por los años que nos falta vivir en el desarraigo”. De nada sirve vivir sino hemos tenido tiempo / para reconocer nuestro pozo interior / que se extiende/ como máquina de guerra, nuestra imagen duerme en un charco de sangre / y refleja nuestra muerte”. Estos versos son una clara muestra de que poco estímulo puede haber en una persona que se ve envuelta en violencia, en adversidades bruscas y donde la muerte es una presencia cercana que descolorea el cielo gris de Lima. Los afectos entumecidos, las miradas ausentes, y el tedio que hace su festín. El poeta es un ácido critico del escenario de deshumanización, competencia y lucha que es la sobrevivencia en Lima, es otra voz del migrante, de aquél que no se desarraiga, y contrariamente fortalece su identidad, es una voz que busca no ser asediado por el desconsuelo ni la agonía, y para ello el poeta se aferra en la familia en su labor de educador, en el desafío cotidiano que como peruano debe librar día a día para asirse resistentemente en su pasado, en sus imágenes detenidas en su memoria que lo salvan de un mundo, que lo emplaza seguir escribiendo como una forma de combatir los problemas. No se crea que el poeta sólo tiene poemas en el escenario limeño, también hay poemas que aluden al ambiente sureño, como “Sequía en Puno” donde se respira puneñidad con los poros abiertos a su ethos existencial del autor. En otros poemas como “Ciudad en Llamas” Leoncio Luque sigue describiendo una ciudad que evapora sus propios miedos y espantos: “La calle silba sonidos dispersos que encierran en huellas hostiles que te condenan al desastre / Las palabras espejos de conciencia logran asir imágenes para no perder la vida / Aquí somos náufragos cruzando el mar / somos vapor ionizado de sombras, alcanzado la calle en fragmentos, caminos curvos que se alejan / el soles un fantasma de la noche que muere al final de nuestros días” La poesía social, es una vertiente en el quehacer poético en el Perú que es inevitable abordarlo, principalmente quienes como Leoncio Luque al estar formados en educación entienden que la sociedad es la verdadera fuente de la forja de una persona, y por otro lado el lugar que tiene el poeta debe ser también de ser no sólo testigo de su tiempo como lo señalaba Neruda, sino protagonista, es decir que su lucha es también una lucha por la humanidad, por hacer del referente de la realidad un espacio donde pueda ser coherente hacer poesía, y esa poesía hacerla vivible que para poetas como Alejandro Romualdo, Efraín Miranda o César Vallejo debería ser una creación de conciencia moral, una invitación a reinventar una nueva humanización en base a las bases mínimas de convivencia en valores, de respeto al prójimo, y de tolerancia e interculturalidad entre peruanos. Por ello, es que ante este escenario que no ha cambiado en las últimas décadas se dieron grupos como Hora Zero, como Kloaca, que eran cuestionamientos al sistema, al centralismo hegemónico que colisiona con la heterogeneidad y formas alternas de plantear una genuina literatura peruana.
La revista “Persistencia Vital” que muestra los trabajos poéticos del grupo Noble Katerba, nos revela poesía de Armando Agüero, Raquel Alvarez, Johnny Barbieri, Manuel Cadenas, Roxana Crisólogo, Leoncio Luque, Gonzalo Málaga, Pedro Perales, e Iván Segura, es un collage de versos que en su presentación se señala que: “Reúne trabajos de hace 20 años como también trabajos recientes, y que el grupo se preocupó por evadir las ilusiones y falsedades que la generación traía consigo: La generalización indiferenciada, la ideologización, la futilidad del lenguaje, el estridentismo, la figuración, el mesianismo, los gestos retóricos, etc., aludiendo a Octavio Paz que reclamaba la necesidad de que cada generación debía crear su propio lenguaje, por lo que la apuesta es por algo más racional, enfrentando a la literatura en forma más consecuente” Algunos de los poetas reunidos en esta antología, coinciden en su postura crítica de la urbe al igual que Leoncio Luque, Roxana Crisólogo tiene un poema destacable dedicado a Víctor Humareda, leemos: “Sobre tu cielo achorado / díme que cuadros nos dará la razón / qué tipo de precio tiene éste suelo frío acobardado / En la ciudad postrada suelo abordar el pasaje que no lleva a ningún lado, / tocando la luna de los espejos rotos de las bisagras enmarañadas / de las copas con ojos vacíos. Sólo para alcanzarlos me apresuro” Por lo pronto podemos decir que nos complace que Leoncio Luque esté escribiendo con mayor intensidad y compromiso, y que el grupo Noble Katerba, pueda engrosar las acciones que desde Lima o desde las Provincias, se trata de mostrar un país diverso, rico en producción literaria y calidad y siendo fieles a si mismos, y que se pueda romper ese canon por el cuál se crea una mente tubular de creer que sólo de modo hegemónico es posible la literatura en el Perú, cuando su riqueza está en la heterogeneidad y el pluralismo.
*Tomado del diario Los Andes (23-08-09)
Del libro “Crónicas de Narciso” que es la última entrega personal que nos hace llegar Leoncio Luque, reafirma una poesía de desarraigo, de una imprecación urgente por los cambios, del desconcierto que se vive en la urbe, que contrasta la propia identidad de personas como Leoncio expuestas a permanentes conflictos culturales y existenciales, dada su sensibilidad humana y provinciana, no ofrece concesiones a la alienación. Tenemos versos como: “Aquí somos dos entre varios colgados del cielo / luchando en el abismo.”(…) De nada sirve estremecernos y levantar las manos / la imagen del mundo con su metafísica conciencia nos mece en alabanzas de confusión. (…) El latido moldea nuestro llanto y nos persigue / por los años que nos falta vivir en el desarraigo”. De nada sirve vivir sino hemos tenido tiempo / para reconocer nuestro pozo interior / que se extiende/ como máquina de guerra, nuestra imagen duerme en un charco de sangre / y refleja nuestra muerte”. Estos versos son una clara muestra de que poco estímulo puede haber en una persona que se ve envuelta en violencia, en adversidades bruscas y donde la muerte es una presencia cercana que descolorea el cielo gris de Lima. Los afectos entumecidos, las miradas ausentes, y el tedio que hace su festín. El poeta es un ácido critico del escenario de deshumanización, competencia y lucha que es la sobrevivencia en Lima, es otra voz del migrante, de aquél que no se desarraiga, y contrariamente fortalece su identidad, es una voz que busca no ser asediado por el desconsuelo ni la agonía, y para ello el poeta se aferra en la familia en su labor de educador, en el desafío cotidiano que como peruano debe librar día a día para asirse resistentemente en su pasado, en sus imágenes detenidas en su memoria que lo salvan de un mundo, que lo emplaza seguir escribiendo como una forma de combatir los problemas. No se crea que el poeta sólo tiene poemas en el escenario limeño, también hay poemas que aluden al ambiente sureño, como “Sequía en Puno” donde se respira puneñidad con los poros abiertos a su ethos existencial del autor. En otros poemas como “Ciudad en Llamas” Leoncio Luque sigue describiendo una ciudad que evapora sus propios miedos y espantos: “La calle silba sonidos dispersos que encierran en huellas hostiles que te condenan al desastre / Las palabras espejos de conciencia logran asir imágenes para no perder la vida / Aquí somos náufragos cruzando el mar / somos vapor ionizado de sombras, alcanzado la calle en fragmentos, caminos curvos que se alejan / el soles un fantasma de la noche que muere al final de nuestros días” La poesía social, es una vertiente en el quehacer poético en el Perú que es inevitable abordarlo, principalmente quienes como Leoncio Luque al estar formados en educación entienden que la sociedad es la verdadera fuente de la forja de una persona, y por otro lado el lugar que tiene el poeta debe ser también de ser no sólo testigo de su tiempo como lo señalaba Neruda, sino protagonista, es decir que su lucha es también una lucha por la humanidad, por hacer del referente de la realidad un espacio donde pueda ser coherente hacer poesía, y esa poesía hacerla vivible que para poetas como Alejandro Romualdo, Efraín Miranda o César Vallejo debería ser una creación de conciencia moral, una invitación a reinventar una nueva humanización en base a las bases mínimas de convivencia en valores, de respeto al prójimo, y de tolerancia e interculturalidad entre peruanos. Por ello, es que ante este escenario que no ha cambiado en las últimas décadas se dieron grupos como Hora Zero, como Kloaca, que eran cuestionamientos al sistema, al centralismo hegemónico que colisiona con la heterogeneidad y formas alternas de plantear una genuina literatura peruana.
La revista “Persistencia Vital” que muestra los trabajos poéticos del grupo Noble Katerba, nos revela poesía de Armando Agüero, Raquel Alvarez, Johnny Barbieri, Manuel Cadenas, Roxana Crisólogo, Leoncio Luque, Gonzalo Málaga, Pedro Perales, e Iván Segura, es un collage de versos que en su presentación se señala que: “Reúne trabajos de hace 20 años como también trabajos recientes, y que el grupo se preocupó por evadir las ilusiones y falsedades que la generación traía consigo: La generalización indiferenciada, la ideologización, la futilidad del lenguaje, el estridentismo, la figuración, el mesianismo, los gestos retóricos, etc., aludiendo a Octavio Paz que reclamaba la necesidad de que cada generación debía crear su propio lenguaje, por lo que la apuesta es por algo más racional, enfrentando a la literatura en forma más consecuente” Algunos de los poetas reunidos en esta antología, coinciden en su postura crítica de la urbe al igual que Leoncio Luque, Roxana Crisólogo tiene un poema destacable dedicado a Víctor Humareda, leemos: “Sobre tu cielo achorado / díme que cuadros nos dará la razón / qué tipo de precio tiene éste suelo frío acobardado / En la ciudad postrada suelo abordar el pasaje que no lleva a ningún lado, / tocando la luna de los espejos rotos de las bisagras enmarañadas / de las copas con ojos vacíos. Sólo para alcanzarlos me apresuro” Por lo pronto podemos decir que nos complace que Leoncio Luque esté escribiendo con mayor intensidad y compromiso, y que el grupo Noble Katerba, pueda engrosar las acciones que desde Lima o desde las Provincias, se trata de mostrar un país diverso, rico en producción literaria y calidad y siendo fieles a si mismos, y que se pueda romper ese canon por el cuál se crea una mente tubular de creer que sólo de modo hegemónico es posible la literatura en el Perú, cuando su riqueza está en la heterogeneidad y el pluralismo.
*Tomado del diario Los Andes (23-08-09)
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