Por José Córdova
“El mejor libro de poesía del año”. “El mejor libro de cuentos del año”. “La mejor novela del año”. “El escritor revelación”, etc., etc., y etc. Ah!, esa ciega pretensión de clasificar los libros o sus autores como “los mejores del año…”. ¡Pamplinas!, este ejercicio clementepalmeano nos hace caer en una especie de meros encuestadores o ranqueadores de Agencia Publicitaria que sólo mide el consumo y no la calidad. Mejor, me parece, basta dar cuenta de los hechos y que la historia juzgue más adelante, pues lo otro es sólo gusto subjetivo y ya.
Antes de acabar el año, he estado revisando los libros publicados en Arequipa, y de escritores arequipeños que han sido publicados en otras latitudes, así como los diversos sucesos que han acontecido durante casi todo el año que nos deja. He aquí un pequeño recuento de casi todo lo que ha sucedido:
Antes de acabar el año, he estado revisando los libros publicados en Arequipa, y de escritores arequipeños que han sido publicados en otras latitudes, así como los diversos sucesos que han acontecido durante casi todo el año que nos deja. He aquí un pequeño recuento de casi todo lo que ha sucedido:
Balance de publicaciones:
De lo publicado durante el año y casi en orden de llegada tenemos: a mediados de mayo aparece Tela de juicio (Arequipa, Editorial Dragostea), cuarto libro del poeta Luis Ormachea, quien, por cierto, fue finalista el año pasado en el concurso COPÉ; en junio Bajas pasiones para un otoño azul (Lima, Ediciones COPÉ) de Luzgardo Medina Egoavil (tercer lugar del premio internacional COPÉ 2007); continúa Elogio de otra vana invención (Lima, Lustra Editores) primer libro de poemas de Carlos Eduardo Quenaya presentado los primeros días de julio en la bóveda del tradicional Zorba’s; continúa Frivola musa (Arequipa, Cascahuesos Editores) del iqueño Víctor Salazar; Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté entonces (Lima, AUB), una especie de antología o selección de poesía publicada e inédita de Oswaldo Chanove; y ya finalizando agosto aparece Lady Lazarus, de la Editorial Dragostea, una colección de seis poemarios de diversas escritoras del orbe: Sylvia Plath (Estados Unidos), Renée Vivien (Francia), Ana Blandiana (Rumanía), Sor Juana Inés de la Cruz (México), Alejandra Pizarnik (Argentina) y Mercedes Delgado (Perú); por otro lado, también aparece Postales (Arequipa, Cascahuesos Editores) del poeta José Gabriel Valdivia; luego en septiembre La gran cocina mestiza de Arequipa (no tengo datos del editor) del poeta Alonso Ruiz Rosas; y finalizando el mes aparece Retrato de una mujer malvada y otros poemas (Arequipa, Edición independiente) de la poeta Luz Vilca; en octubre aparece Humedales (Arequipa, Cascahuesos Editores) del chileno Javier Norambuena, y el primer tomo (y segunda edición a la vez) de 80m84rd3r0/Ground cero (Lima, Editorial Norma) de César Gutiérrez; y ya para finalizar el año, en diciembre aparece Para detener el tiempo (Arequipa, Editorial Dragostea), un libro compuesto de poesía, cuentos y una novela corta del cusqueño Jorge Vargas Prado; Antropología de la espuma (Lima, Hipocampo Editores) del poeta Jimmy Marroquín, y en los últimas días Sparagmos (Arequipa, Cascahuesos Editores & ASALTOALCIELO/editores) una especie de reestructuración de una parte de la obra del poeta Maurizio Medo. Mención aparte merecen la aparición de la revista Fosa Común del grupo literario “Domo de paja”, y la aparición de la obra teatral Al pie del Támesis (Lima, Alfaguara) y el ensayo El viaje a la ficción: El mundo de Juan Carlos Onetti (Lima, Alfaguara) de Mario Vargas Llosa.
Balance de actividades y sucesos:
No sólo vale la pena recordar las publicaciones, sino también algunos sucesos que en algunos casos lamentablemente sucedieron y en otras dejaron grandes alegrías en la colectividad: así por ejemplo, una noticia a fines de abril alegró el ambiente cultural de Arequipa: los resultados del XIII Premio Internacional COPÉ de poesía, pues Luzgardo Medina Egoavil había obtenido el tercer lugar en dicho certamen mientras que el poeta Luis Ormachea había sido finalista. Sin embargo, en mayo, una trágica noticia pasó absolutamente desapercibida, salvo para aquellos que conocíamos de alguna manera a Edmundo de los Ríos: este gran escritor y autor de Los juegos verdaderos “la novela que inicia la literatura de la revolución en Latinoamérica”, había fallecido en Lima, un domingo 11, día de la madre. Sólo recién después de casi un mes de su deceso aparecieron algunos homenajes póstumos (crónicas y testimonios). Luego, pasando a la otra mitad del año, en julio, el poeta José Ruiz Rosas fue homenajeado y nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Y para ello se contó con la presencia de Ricardo Gonzáles Vigil de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Marco Martos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Días después su hija Teresa Ruiz Rosas presentó su novela La falaz posteridad (Lima, Editorial San Marcos, 2007) mientras que desde Puno nos visitó Walter Bedregal para presentarnos (singularmente dos veces) su antología de poesía puneña Aquí no falta nadie (Juliaca, Grupo Editorial Hijos de la lluvia & LagOculto Editores). A inicios de agosto, el poeta cusqueño Odi Gonzales vino desde New York a presentar la reedición de sus poemarios Valle sagrado / Almas en pena (Lima, Ediciones del Santo Oficio, 2008) como actividad complementaria al segundo Festival del Libro, Arequipa-2008. Posteriormente se realizó el “II Concurso Literario de Cuento, Poesía y Ensayo Breve 2008” cuyos resultados no sorprendieron mucho: en cuento el primer lugar fue para el poeta Luis Ormachea por su cuento Juicio, en poesía el primer lugar fue para Filonilo Catalina (Luis Rodríguez Castillo) por su texto Trapecista, y en ensayo el primer lugar fue para Rafael Alberto Bedregal Carpio por el ensayo Nuestra posmoderna libertad. En octubre nos visitaron el escritor Francisco Ángeles y el poeta y editor Paúl Guillén gracias a la Alianza Francesa que organiza anualmente la Lire en Fête; luego se desarrolló el Segundo Festival del libro, Arequipa-2008, evento que pasó sin pena y sin gloria dada su total desorganización, la mala disposición y hacinamiento de los stands de venta y la ausencia de varios invitados. Sin embargo, y ya en el último mes de este año, dos noticias alegraron el ambiente cultural arequipeño: la primera fue la noticia de los resultados del concurso de la revista Caretas “el cuento de las 1000 palabras”, pues el segundo premio fue otorgado para César Sánchez Martínez, un escritor de apenas 23 años, mientras que en Europa, nuevamente Mario Vargas Llosa fue nominado junto a otro gran peruano al premio IMPAC cuyos resultados recién saldrán a luz en el 2009.
Balance de actividades y sucesos:
No sólo vale la pena recordar las publicaciones, sino también algunos sucesos que en algunos casos lamentablemente sucedieron y en otras dejaron grandes alegrías en la colectividad: así por ejemplo, una noticia a fines de abril alegró el ambiente cultural de Arequipa: los resultados del XIII Premio Internacional COPÉ de poesía, pues Luzgardo Medina Egoavil había obtenido el tercer lugar en dicho certamen mientras que el poeta Luis Ormachea había sido finalista. Sin embargo, en mayo, una trágica noticia pasó absolutamente desapercibida, salvo para aquellos que conocíamos de alguna manera a Edmundo de los Ríos: este gran escritor y autor de Los juegos verdaderos “la novela que inicia la literatura de la revolución en Latinoamérica”, había fallecido en Lima, un domingo 11, día de la madre. Sólo recién después de casi un mes de su deceso aparecieron algunos homenajes póstumos (crónicas y testimonios). Luego, pasando a la otra mitad del año, en julio, el poeta José Ruiz Rosas fue homenajeado y nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Y para ello se contó con la presencia de Ricardo Gonzáles Vigil de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Marco Martos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Días después su hija Teresa Ruiz Rosas presentó su novela La falaz posteridad (Lima, Editorial San Marcos, 2007) mientras que desde Puno nos visitó Walter Bedregal para presentarnos (singularmente dos veces) su antología de poesía puneña Aquí no falta nadie (Juliaca, Grupo Editorial Hijos de la lluvia & LagOculto Editores). A inicios de agosto, el poeta cusqueño Odi Gonzales vino desde New York a presentar la reedición de sus poemarios Valle sagrado / Almas en pena (Lima, Ediciones del Santo Oficio, 2008) como actividad complementaria al segundo Festival del Libro, Arequipa-2008. Posteriormente se realizó el “II Concurso Literario de Cuento, Poesía y Ensayo Breve 2008” cuyos resultados no sorprendieron mucho: en cuento el primer lugar fue para el poeta Luis Ormachea por su cuento Juicio, en poesía el primer lugar fue para Filonilo Catalina (Luis Rodríguez Castillo) por su texto Trapecista, y en ensayo el primer lugar fue para Rafael Alberto Bedregal Carpio por el ensayo Nuestra posmoderna libertad. En octubre nos visitaron el escritor Francisco Ángeles y el poeta y editor Paúl Guillén gracias a la Alianza Francesa que organiza anualmente la Lire en Fête; luego se desarrolló el Segundo Festival del libro, Arequipa-2008, evento que pasó sin pena y sin gloria dada su total desorganización, la mala disposición y hacinamiento de los stands de venta y la ausencia de varios invitados. Sin embargo, y ya en el último mes de este año, dos noticias alegraron el ambiente cultural arequipeño: la primera fue la noticia de los resultados del concurso de la revista Caretas “el cuento de las 1000 palabras”, pues el segundo premio fue otorgado para César Sánchez Martínez, un escritor de apenas 23 años, mientras que en Europa, nuevamente Mario Vargas Llosa fue nominado junto a otro gran peruano al premio IMPAC cuyos resultados recién saldrán a luz en el 2009.
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* Arriba, en la imagen: Edmundo de los Ríos.